731 es el décimo episodio de la tercera temporada de la serie de televisión creada por Chris Carter, The X-Files.
El episodio fue estrenado en la cadena Fox el 1 de diciembre de 1995. Fue dirigido por Rob Bowman y escrito por Frank Spotnitz y contó con las apariciones especiales de Stephen McHattie, Steven Williams y Don S. Williams. La trama de este episodio es considerada como parte de la mitología de la serie y finaliza la historia que comenzó en el episodio anterior Nisei.
El programa se centra en los agentes especiales del FBI Fox Mulder —David Duchovny— y Dana Scully —Gillian Anderson— que trabajan en casos relacionados con lo paranormal, llamados Expedientes X. En el episodio, Mulder arriesga su vida infiltrándose en un tren que transportaba un híbrido humano-alienígena. Mientras tanto, Scully intenta descubrir la verdad sobre su secuestro.
La producción de 731 implicó varias proezas, incluida la explosión de un vagón de tren retirado. La producción del episodio fue exitosa para dos miembros del equipo, el director de fotografía ganador John Bartley nominado a un premio de la American Society of Cinematographers por su trabajo, y aseguró a Bowman la dirección de la adaptación cinematográfica subsecuente de la serie, The X-Files: Fight the Future.
En Virginia Occidental, un equipo militar de las Fuerzas Especiales llega a un complejo de tratamiento para la lepra supuestamente abandonado, deteniendo a la mayoría de los pacientes, quienes parecen de fisonomía alienígena. Un paciente, Escalante, se oculta debajo de una trampilla a la llegada de los militares y sigue al grupo a un campo aislado cerca de las barracas del complejo. Él observa que los soldados disparan a los otros pacientes -muchos de ellos híbridos extraterrestres humanos al parecer- dejándolos a su suerte en una fosa común.
Dana Scully pierde el contacto con Fox Mulder cuando este pierde su teléfono celular después de saltar en la parte superior del tren en movimiento. X, que estaba con ella, le dice que debe analizar su implante, ya que eso le dará respuestas sobre el tren y el asesinato de su hermana Melissa. Mientras tanto, Mulder entra en el tren y se encuentra que el vagón N.º 82517 está cerrado y en cuarentena, protegido por un sistema de seguridad digital. Él busca al Dr. Zama, obteniendo que el conductor del tren lo ayude. En el compartimiento de Zama, encuentran su maletín con cuadernos de anotaciones del doctor, pero en japonés. Mulder le da una pistola al conductor y se va en busca del doctor, pero simultáneamente el Pelirrojo que venía siguiendo también a Zama, logra asesinarlo en el baño antes que Mulder los encuentre.
Scully ve al agente Pendrell, quien le dice que el implante sacado del cuello de ella contiene una tecnología muy avanzada, que podría replicar las funciones del cerebro, de forma de poder almacenar todos los pensamientos de una persona. El fabricante del chip fue Zama, que creó el implante en el complejo de Virginia Occidental. Scully viaja allí, donde encuentra reunido un grupo de pacientes deformes que han eludido los «escuadrones de la muerte». Escalante le dice que los pacientes con los cuales experimentó Zama, partieron hace mucho tiempo, desde entonces los escuadrones de la muerte se han propuesto masacrarlos. Escalante le muestra la fosa común a Scully, pero llegan los soldados a detenerlos. Escalante es asesinado cuando capturan a Scully. Scully es detenida y llevaba de vuelta al complejo donde la está esperando el Primer Anciano.
Mulder logra encontrar a Zama, pero muerto, vuelve al coche n.º 82517 y ve su puerta entreabierta. Explora dentro del vagón y ve un híbrido extraterrestre-humano que está encerrado en una habitación interior. El Pelirrojo embosca a Mulder, haciendo que el conductor entre en pánico y decida encerrar a los dos hombres en el coche. Ambos hombre quedan encerrados en el coche, ya que, sólo tenían el código de ingreso y no el de salida. El Pelirrojo afirma que trabaja para la Agencia de Seguridad Nacional, y que hay una bomba en el coche que se ha activado después de que se cerró la puerta. Mulder no le cree, pero es llamado por Scully al teléfono celular del Pelirrojo. Scully, -que está con el Primer Anciano en un vagón similar- le dice a Mulder que el Dr. Zama utilizaba estos vagones de ferrocarril secreto para experimentar en humanos y continuar sus dementes experimentos por su cuenta, ella misma supuestamente habría estado en uno de estos coches, y que la teoría de la abducción extraterrestre era utilizada como una cortina de humo. Todo esto se lo habría revelado el Primer Anciano.
Scully confirma que de verdad hay una bomba en el coche, y cree que el paciente puesto en cuarentena, está infectado con una enfermedad muy peligrosa y contagiosa. Ella teme que miles mueran de la enfermedad si ocurre la explosión del coche. Mulder encuentra la bomba en el techo del vagón. Él tiene el coche desconectado del resto del tren, ya que le pidió al conductor que abandonara el coche en un desvío de ferrocarril en medio de la nada. Mulder a continuación, interroga al pelirrojo, que dice que el paciente en cuarentena es un arma realmente, porque es inmune a la guerra biológica. Zama había tratado de sacar al paciente fuera del país, pero el gobierno preferiría que se destruyera el arma a dejar caer su investigación en manos de los japoneses, el Pelirrojo fue enviado a matar a ambos. Mulder, sin embargo, sigue creyendo que el paciente es un híbrido humano-extraterrestre.
Se les acaba el tiempo en el reloj de la bomba, Scully es capaz de determinar el código de salida del vagón. Mulder abre la puerta con éxito, pero es golpeado hasta quedar inconsciente por el Pelirrojo. Este está a punto de irse y dejar a Mulder ahí, pero X aparece y le dispara. Al darse cuenta de que la bomba está a punto de explotar y que no hay tiempo suficiente para salvar a ambos, a Mulder y al paciente en cuarentena, X decide salvar a Mulder, saliendo justo antes que el vagón explote.
Después de recuperarse de sus heridas, Mulder trata de encontrar información sobre el vagón, pero es incapaz de hacerlo. Scully le entrega los cuadernos de Zama, que supuestamente habían sido recuperados por el conductor, pero Mulder se da cuenta de que son falsos. Mientras tanto, el diario real del doctor se traduce en una habitación oscura, supervisado por el Fumador.
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