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ARSAT



ARSAT (Empresa Argentina de Soluciones Satelitales Sociedad Anónima) es la empresa de telecomunicaciones del Estado Argentino que brinda servicios de transmisión de datos, telefonía y televisión por medio de infraestructura terrestre, aérea y espacial.

Sus instalaciones están ubicadas en Benavídez, provincia de Buenos Aires. Desde allí opera los servicios ofrecidos por los satélites geoestacionarios ARSAT-1 y ARSAT-2, la Red Federal de Fibra Óptica, el Centro Nacional de Datos y el soporte técnico a los servicios de Televisión Digital Abierta.

La empresa privada Nahuelsat SA, de capitales extranjeros, administraba las posiciones orbitales adjudicadas al país por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) desde 1997. Sin embargo, como la empresa no había podido poner en el espacio el satélite Nahuel II, esos incumplimientos hubieran provocado la quita de la adjudicación, dejado al país sin ninguna posición satelital.[3]

Luego de asumir la presidencia Néstor Kirchner, el gobierno solicitó una prórroga, la cual fue otorgada por la UIT, pero la empresa Nahuelsat se declaró en quiebra, entró en proceso de convocatoria y liquidó sus bienes. Como alternativa, en 2004, el gobierno solicitó una tercera prórroga para constituir una empresa reemplazante, una sociedad anónima con mayoría estatal, Empresa Argentina de Soluciones Satelitales S.A. (ARSAT).[4]

En agosto de 2004, el gobierno decidió quitar la licencia a Nahuelsat para operar la posición orbital de 81 grados oeste.[5][6]​ Asimismo, presentó el proyecto para la creación de la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales (AR-SAT).[7][8]

A través de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) el gobierno creó el “Plan Espacial Nacional 2004-2015”. El mismo se formuló para conducir al país al dominio integral de esta tecnología, con el objeto que la información generada desde el espacio pueda satisfacer las necesidades de determinadas áreas del aparato productivo nacional, así como también prevenir y minimizar los impactos negativos de desastres y emergencias (naturales o provocados por el accionar humano). Además en el mismo se marcó que «las actividades de aplicación descansarán prioritariamente en un programa de teleobservación, y en aspectos de las telecomunicaciones que son complementarios de la oferta nacional e internacional en comunicaciones de datos, voz y televisión», apuntando a la «posibilidad de concebir, diseñar y construir, per se o asociados a terceros, satélites de comunicaciones, tanto geoestacionarios como en órbita baja LEO, sea para provisión local o a terceros».[9][10]

La tercera prórroga por la posición orbital de 81 grados Oeste vencía el 19 de octubre de 2005. Antes de esa fecha el gobierno argentino debía colocar un satélite y realizar una transmisión, para conservar la adjudicación de la ITU, que ya había sido reclamada por Reino Unido.

El gobierno argentino negoció con la empresa canadiense Telesat por el alquiler del satélite en desuso Anik E2 que orbitaba el cielo venezolano. , asimismo en aquel momento, el gobierno venezolano tenía la exclusividad para el uso de dicho satélite. Según el funcionario Guillermo Moreno, Telesat solicitó un pago de 25 millones de dólares, pero a partir de la gestión del presidente venezolano Hugo Chávez Frías (que liberó al satélite de la posición orbital otorgada a Venezuela) logró destrabar los obstáculos y cerrar la operación por 2,1 millones de dólares.[11][4][12]

El contrato entre el gobierno y la empresa canadiense fue firmado el 7 de octubre de 2005. , el Anik E2 fue trasladado a la órbita de 81 grados oeste y se pudo conservar la asignación. Como el 17 de octubre es conocido en el peronismo como el día de la lealtad, el satélite fue bautizado PP1 Sat, las siglas eran por "Pueblo Peronista".[4][3]

El 19 de octubre, el día que vencía la prórroga, el satélite realizó la primera transmisión y aseguró la adjudicación de la órbita a la Argentina.[4][12]

En 2006, después de dos años de presentado el proyecto al Congreso, se dictó la Ley 26.092, que creó la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales Sociedad Anónima (ARSAT). En la ley se marcó que las acciones de la empresa corresponderían el 98% al Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, y el 2% restante al Ministerio de Economía y Producción.[13]

En la ley de creación de la empresa, se marcó que ARSAT tendrá la autorización de uso de la posición orbital 81° de Longitud Oeste y sus bandas de frecuencias asociadas otorgada por la Unión Internacional de Telecomunicaciones.[13][14]

En el estatuto de creación de la empresa se estableció como objetivo «realizar el diseño y construcción en el país de satélites geoestacionarios, además del lanzamiento y la puesta en servicio de telecomunicaciones en posiciones orbitales que resultasen de los procedimientos de coordinación internacional».[15]

En octubre de 2006, debido a las deudas contraídas y los incumplimientos de la empresa Nahuelsat S.A., que explotaba la posición orbital geoestacionaria 72° Oeste a través del satélite Nahuel 1A de fabricación extranjera, los accionistas de la empresa firmaron dos cartas de intención con ARSAT en las que transfirieron los activos de NahuelSat y vendieron las acciones de dicha empresa por el valor simbólico de 1 peso.[16]

La posición de 72° Oeste continuó ocupada hasta principios de 2010 por el satélite, hasta que éste cumplió su vida útil.[17]

En 2007 se inició en la operación y prestación de servicios sobre satélites alquilados.[18]​Tenía como principal mandato contratar la ingeniería y desarrollo de sus satélites con manufactura nacional, los que serán construidos dentro del marco del proyecto Sistema Satelital Geoestacionario Argentino de Telecomunicaciones (SSGAT).[14]

A partir de 2007 ARSAT e INVAP trabajaron juntos para poder cumplir con la misión de construir el primer satélite de comunicaciones geostacionario de fabricación nacional. El proyecto se dividió en cuatro fases: la primera fue llamada de ingeniería preliminar; en la segunda se puso en práctica la ingeniería de detalle; la tercera etapa fue de fabricación, integración y ensayos; y la última consistió en lanzamiento y puesta en órbita del satélite, realizado el 16 de octubre de 2014.[19]

A la par se construyó otro satélite geoestacionario, Arsat-2, que fue lanzado el 30 de septiembre de 2015.[20]

En diciembre de 2015 la empresa ARSAT, que hasta ese momento se encontraba en la órbita del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, pasó a depender del Ministerio de Comunicaciones. El nuevo ministro, Oscar Aguad, designó a su yerno, Rodrigo de Loredo, como director de ARSAT reemplazando a Matías Bianchi.[21]​ Loredo convocó a Henoch Aguiar quien se había desempeñado como secretario de Comunicaciones durante la presidencia de Fernando de la Rúa y a Roberto Pérez, ingeniero especializado en electrónica.[22][23]

En marzo de 2016 las nuevas autoridades anunciaron la decisión de interrumpir la construcción del ARSAT-3 debido a problemas de financiamiento,[24][25]​ a pesar de que la ley prevé que la financiación de dicho satélite provenga de la venta de los servicios de ARSAT-1 y ARSAT-2.[26]​ En 2017 ARSAT firmó un contrato de asociación con la empresa estadounidense Hughes, para crear una nueva empresa Newco, con el fin de fabricar y operar el satélite ARSAT-3.[27]​ Este contrato fue criticado por no ser remitido al Congreso como lo establece la ley[28]​ y por sostener condiciones desventajosas para la empresa estatal argentina.[29]

En julio de 2017 pasó a la órbita del Ministerio de Modernización. Ese mismo mes se conoció una carta de la subsecretaría de planeamiento del ministerio de comunicaciones escrita en marzo de ese año, donde da cuenta de la posibilidad de perder la posición orbital 81° debido a la demora del gobierno en la decisión comenzar a construir un nuevo satélite para dicha posición. El país para poder continuar con el usufructo de dicha posición orbital tendría que colocar un nuevo satélite antes de septiembre de 2019. En la nota se dieron cuentas de alternativas para realizar esto: la construcción de un satélite de menor capacidad (gap filer), alquilar un satélite, la subasta de la posición orbital o compartir la plataforma satelital de un tercero.[30]

El 29 de enero de 2018, el presidente Macri prohibió por decreto asignar cargos públicos a familiares de funcionarios en el gobierno.[31]​ El 30 de enero, Rodrigo de Loredo «renunció antes de que sea oficial el decreto», debido a que es el yerno del ministro de comunicaciones Oscar Aguad.[32][33]​ En su reemplazo tomó el cargo interinamente el vicepresidente, Henoch Aguiar, quien luego reemplazo por Raúl Martínez.[34]

En enero de 2016, se denunció el despido masivo e intempestivo de trabajadores,[35]​ que atribuyeron la situación a persecución ideológica y no coincidir con el lineamiento político de las nuevas autoridades. Un trabajador expresó que «Hay mucho temor. Están viendo los perfiles de las redes sociales para ver con quién nos comunicamos». Los trabajadores despedidos aseguraron que la medida «responde a una lógica de achicamiento del Estado y persecución ideológica para con los trabajadores»,[36]​ y «listas negras» por parte de Loredo.[37][38]​ El directorio de la empresa admitió el despido de 22 empleados que ocupaban cargos jerárquicos y negó que se hubieran desvinculado científicos.[39]

A fines de 2015, ARSAT marcó que tuvo pérdidas 250 millones de pesos.[cita requerida] Esto se debió a que la empresa calificó como «incobrables» los servicios que Arsat le prestaba al Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios. Lo mismo ha sido cuestionado por diferentes medios, y se ha afirmado que tuvo «la intención de empañar el último año de gestión de ARSAT».[40][41]​ En mayo de 2017, la empresa fue la primera empresa estatal en cumplimentar la ley de acceso a la información pública.[42][43]​ La empresa cerró el año 2017 con un superávit de 367 millones de pesos, una cifra 4,8 veces superior a la del año 2016.[1]

En total, se autorizaron 12 nuevos satélites durante la gestión de Oscar Aguad, siendo la última realizada el mismo día en que Aguad fue ministro de Comunicaciones.[44]

Varios medios de comunicación interpretaron estas nuevas autorizaciones como una intención de desregular el mercado satelital con una política de cielos abiertos.[45][46][47][48]​ La política satelital del gobierno fue criticada debido a la decisión de autorizar la operación de 23 satélites extranjeros que compiten con el Arsat 2 y reducen la viabilidad del Arsat 3.[49]

En julio de 2017 el gobierno firmó un contrato de asociación de la empresa satelital estatal ARSAT con la empresa estadounidense Hughes, para crear una nueva empresa Newco, con el fin de fabricar y operar el satélite ARSAT-3 —tercero de la serie—, comercializando el servicio de Banda K.[27]

Macri fue criticado por la operación debido a que el contrato no fue examinado por el Congreso Nacional, cuando la Ley Nacional de Desarrollo Satelital N.º 27 208 así lo establece.[28]​ La operación también fue objeto de debate sobre la naturaleza del contrato, ya que mientras la oposición y algunos especialistas sostuvieron que se trataba de una privatización, debido a que al tener la mayoría accionaria, la empresa estadounidense tenía el poder para tomar las decisiones sobre el satélite argentino. El gobierno negó terminantemente que se tratara de una privatización, sosteniendo que se trataba de una «asociación estratégica».[27][29]

El pre acuerdo establece que la construcción del satélite permanecerá a cargo de INVAP y será financiada con los 230 millones de dólares previstos que aportará ARSAT más otros 50 millones de dólares que proveerá Hughes Communications.[50]​ Pese a ello Argentina cedió a Huges como mínimo el 51 % de las acciones de la nueva empresa.[27][29][51]​ Esta situación derivó en el inicio de acciones legales contra el presidente de la nación, el jefe de gabinete de ministros, el ministro de comunicaciones, y el presidente y vicepresidente de ARSAT, Rodrigo de Loredo y Henoch Aguiar, respectivamente.[52][53]

En enero de 2020 se designó a Néstor Tognetti como presidente de Arsat.[54]​ Tognetti se había desempeñado anteriormente como presidente de Arsat durante 7 años, participando del desarrollo del Arsat-1 y 2.[55]

La planificación e ingeniería del satélite fueron desarrolladas por ambas empresas desde 2007 hasta 2010. A partir de 2010 INVAP comenzó a fabricar el ARSAT-1 en San Carlos de Bariloche, bajo dirección de Thales Alenia Space. En 2013 se realizó el ensamble de todas sus piezas. Desde ese momento hasta 2014 se realizaron los ensayos en tierra, para lo cual se construyó el Centro de Ensayos de Alta Tecnología (CEATSA). Finalmente, su lanzamiento fue realizado el 16 de octubre de 2014 en Guayana Francesa.[9][56]

Desde noviembre de 2014 se migraron los servicios que estaban siendo realizados desde el satélite alquilado AMC-6 al ARSAT-1. La primera transmisión del satélite fue anunciada el 10 de diciembre de 2014, durante los festejos por el 31 aniversario del retorno a la democracia.[57]

Con la construcción de este satélite, Argentina se incorporó a un grupo de ocho países (Estados Unidos, Alemania, Francia, Rusia, Japón, India y China) con esa capacidad de producción.[58][59][60]

En conjunto con el ARSAT-1 se construyó el ARSAT-2, otro satélite de comunicaciones geostacionario íntegramente diseñado, construido y ensayado por la empresa argentina INVAP. En particular, está equipado con 26 transpondedores en la banda Ku y 10 en banda C para proporcionar una amplia gama de servicios de telecomunicaciones, tales como la transmisión de datos, Internet y televisión, sobre todo en el continente americano, desde Argentina hasta Canadá.[61][62]

El 30 de septiembre de 2015 se lanzó el ARSAT-2.[20]

Hacia fines del 2015, estaba iniciada la etapa de construcción del ARSAT-3,[63][64]​ proyectado para abarcar todo el continente americano.[65]

En 2020 la empresa anunció que se estaba definiendo los detalles del contrato con INVAP para la construcción del satélite, siendo renombrado como ARSAT-SG1, debido al cambio de plataforma utilizada por el satélite.[66]

Consiste en una red de fibra óptica de 33.000 kilómetros que atraviesa todas las provincias.

La red federal de fibra óptica (Refefo) fue lanzada en el año 2009, construyó 15.453 kilómetros de la Red Troncal de Fibra Óptica, junto a ello se compró otros 4494 kilómetros a empresas privadas y otros 8305 kilómetros a las telefónicas. En total, la red sumaba a diciembre de 2015 unos 28.259 kilómetros, entre 2011 y 2014 fueron construidos casi 20.000 km kilómetros de Red Troncal de Fibra Óptica, el 79,3 por ciento de los 19.480 proyectados en las distintas regiones en las que se dividió al país para la implementación del plan.[67][68][69]

La Televisión Digital Abierta compuesta por los servicios de Televisión Digital Terrestre (TDT) o Televisión digital Satelital (TDS) permiten tener acceso desde cualquier lugar del país, ya sea por tierra o a través del ARSAT-1, al sistema de televisión digital que tiene Argentina.[70][71]

ARSAT tiene dos satélites geoestacionarios en órbita, el ARSAT-1 y el ARSAT-2, y uno en construcción suspendida, el ARSAT-3.

Por medio de los satélites geoestacionarios ARSAT-1 y ARSAT-2, ARSAT ofrece cobertura satelital en la República Argentina y todo el continente americano, incluyendo la Antártida y las Islas Malvinas.

El satélite ARSAT-1 transmite en banda KU, prestando servicios de telefonía, datos y televisión, con cobertura en el cono sur.

El satélite ARSAT-2 transmite en banda KU y banda C con cobertura en todo el continente americano. Ofrece servicio de transporte de datos y video.

El monitoreo de los satélites geoestacionario en órbita se realiza desde la estación terrena en Benavidez, provincia de Buenos Aires, durante las 24 horas, los 365 días del año.

El Plan de Conectividad de Escuelas Rurales tiene por objetivo conectar a 2800 escuelas a Internet a través del ARSAT-2 y a la televisión digital abierta a través del ARSAT-1. Compuesto por dos fases, en la primera, se conectarán 300 escuelas y en la segunda se conectarán 1700 más.[72][73][74]

ARSAT cuenta con uno de los datacenters más importantes de la región. Cuenta con certificaciones de calidad otorgadas por organismos internacionales. Está compuesto por cuatro salas funcionales con capacidad para más de 600 racks y una sala de máxima seguridad. En total, posee 4.200 metros cuadrados.

Es un desarrollo de software que forma parte del conjunto de tecnologías, políticas, estándares y recursos humanos para adquirir, procesar, almacenar, distribuir y mejorar la utilización de la información geográfica.[75][76]

CINE.AR Play, es la plataforma de video a demanda del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales de la República Argentina para ver todas las producciones y contenidos de la República Argentina.[77][78]



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