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Accidente en Madrid Arena en 2012



La Tragedia en el Pabellón Madrid Arena fue un suceso provocado la madrugada del 1 de noviembre de 2012 en el pabellón Madrid Arena, propiedad del Ayuntamiento de Madrid, en el que fallecieron 5 chicas durante una macrofiesta de Halloween protagonizada por el DJ Steve Aoki. Rocío Oña, Cristina Arce y Katia Esteban, todas de 18 años, fallecieron esa misma noche en el recinto, mientras que la menor Belén Langdon de 17 años y María Teresa Alonso de 20 años lo hicieron en el hospital una y cuatro semanas más tarde respectivamente.[1]

A raíz de este suceso salieron a la luz múltiples irregularidades entre la empresa promotora de la macrofiesta Diviertt y el Ayuntamiento de Madrid gobernado aquel año por el Partido Popular con Ana Botella de alcaldesa, si bien la causa fundamental de la tragedia fue el exceso de aforo y la apertura de un portón de carga que, al ser utilizado súbitamente por miles de jóvenes ante la actuación de Aoki, saturó la pista central y sus pasillos de evacuación, provocando en uno de ellos la avalancha que, poco antes de las cuatro de la mañana, terminaría con la vida de las cinco jóvenes.

El principal acusado por el caso es Miguel Ángel Flores, empresario de eventos y dueño de la empresa Diviertt, promotora de la macrofiesta, si bien también se le achaca una gran responsabilidad a la empresa Seguriber, que, contratada por el Ayuntamiento, gestionaba esa noche la seguridad del recinto. En los alrededores del Madrid Arena hubo también un enorme macrobotellón que no fue controlado por la Policía Municipal. Los servicios sanitarios en el pabellón era prácticamente inexistentes.

Cuando la instrucción del caso afrontaba su fase final, el número de imputados era de 24, entre los que se encuentran varios responsables políticos del Ayuntamiento de Madrid, como los concejales Antonio de Guindos y Fátima Núñez y el inspector jefe de la Policía Municipal, Emilio Monteagudo. A pesar de lo publicado en las primeras semanas, el concejal Pedro Calvo, máximo responsable del recinto municipal como delegado del Área de Economía, no fue imputado, pero sí fue la primera víctima política del caso al presentar su dimisión como miembro del Gobierno municipal, si bien mantuvo su acta de concejal del PP. También dimitieron el vicealcalde Miguel Ángel Villanueva, entre sospechas de favoritismo a Flores, y el propio De Guindos. Ambos dejaron definitivamente el Ayuntamiento de Madrid. Fátima Núñez dejó toda responsabilidad sobre la Policía Municipal y fue nombrada concejal presidente del distrito de Carabanchel.

El Ayuntamiento de Madrid celebró una Comisión de Investigación sobre el caso cuyas conclusiones fueron aprobadas con el voto en solitario del PP, y los noes de PSOE, Izquierda Unida y UPyD. Previamente, Izquierda Unida decidió no participar en esa Comisión al entender que sería inútil. El Partido Popular vetó la comparecencia de la alcaldesa en la investigación interna, así como la comparecencia de varios técnicos y funcionarios municipales solicitada por PSOE y UPyD.[2]

La alcaldesa Ana Botella también contrató a un bufete de abogados privado para personarse en la acusación particular del caso, a pesar de contar con la Asesoría Jurídica propia del Ayuntamiento.[3]

En la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre de 2012 se celebró una macrofiesta de Halloween «Thriller Music Park» en el pabellón Madrid Arena. En ella hubo un concierto de música electrónica y el plato fuerte de la noche era el DJ Steve Aoki

Poco después de las 3:30 de la madrugada se produjo un taponamiento en uno de los pasillos de evacuación de la pista, quedando aplastadas varias personas, entre ellas las cinco fallecidas.

La macrofiesta continuó hasta las 06:30, ya que la policía decidió no intervenir para evitar escenas de pánico o protestas que hubiesen devenido en una tragedia mayor.[4]

En un principio, el vicealcalde de Madrid Miguel Ángel Villanueva señaló el lanzamiento de una bengala (pirotecnia) dentro del pabellón como posible causa, y negó que hubiera exceso de aforo.[5]​ Esta hipótesis fue descartada a los pocos días ya que gracias a una grabación, se pudo verificar que la bengala se encendió 20 minutos después de la avalancha mortal.[6]​ Con el paso del tiempo quedó claro que el exceso de aforo en el Madrid Arena era evidente, sin que además hubiese ningún tipo de control interior sobre flujo de personas por los tres niveles del recinto. Al llegar la actuación de Aoki, la pista central ya se encontraba saturada, y en aquel momento los responsables de seguridad del recinto abrieron un portón de carga, no destinado al público, que daba acceso rápido e inmediato a ella. La consecuencia fue una aglomeración insoportable que derivó a los pasillos de salida de la pista, algunos de ellos inutilizados por la organización del macroconcierto. En uno de esos pasillos se produjo la avalancha mortal.

La propia configuración del recinto, cuya pista central está diseñada para la práctica profesional de deportes como el tenis, el baloncesto o el balonmano y no para macrofiestas, lleva a la confusión sobre cuál es su aforo legal para un acto como el de aquella noche, que en todo caso no superaría las 10.000 personas. Sin embargo, las entradas recogidas en urnas y contabilizadas en el juzgado superan las 16.000. Además, Diviertt había pagado por el alquiler del recinto la tasa correspondiente a un aforo no superior a las 5.000 personas, lo que se enmarcaría en las muchas irregularidades denunciadas en la relación contractual entre el Ayuntamiento y Diviertt[7]

Al cumplirse prácticamente un año de la tragedia, y con casi 10.000 folios de instrucción en el Juzgado,[8]​ la investigación de la tragedia se centra en el exceso de aforo y la apertura irregular del portón de carga que da acceso a la pista, más otros cuatro puntos que, en gran parte, determinarán la responsabilidad legal y patrimonial del Ayuntamiento de Madrid:

Isturitz, J. J. (2016). Responsabilidades en eventos de pública concurrencia. Cuadernos de seguridad. 2016 (84). Barcelona: Universidad Autónoma de Barcelona. https://ddd.uab.cat/pub/artpub/2016/145854/Responsabilidades_en_eventos_de_publica_concurrencia-Cuadernos_de_seguridad_En_16.pdf

Isturitz, J.J. (2018). Responsabilidades en eventos de pública concurrencia: la sentencia del “Madrid arena”. Cuadernos de seguridad. 2018(331), 90-94. Madrid: Ediciones Peldaño. https://www.linkedin.com/pulse/responsabilidades-en-eventos-de-p%C3%BAblica-concurrencia-el-isturitz/?originalSubdomain=es




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