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Aeropuerto de Palma de Mallorca



El Aeropuerto de Palma de Mallorca, también conocido como Aeropuerto Internacional de Son Sant Joan o simplemente como Aeropuerto de Palma (IATA: PMI, OACI: LEPA) es un aeropuerto español de Aena que está situado a 8 km del centro de la ciudad de Palma de Mallorca. Está estratégicamente situado entre las zonas de veraneo de la bahía de Palma (S'Arenal) y la ciudad, en el emplazamiento de una antigua base militar todavía existente. Fue inaugurado en los años 1960, época del gran boom turístico en las Islas Baleares, para sustituir al antiguo Aeropuerto de Son Bonet (que sigue en funcionamiento). En las cercanías también se encuentra la Base Aérea de Son San Juan, operada por el Ejército del Aire y con la que comparte pistas.

Ha tenido sucesivas ampliaciones, la última de ellas en 1997 a cargo del arquitecto mallorquín Pere Nicolau Bover. Posee una única terminal de pasajeros dividida en cuatro bloques que pueden ser usados independientemente (A, B, C, D), así como de dos pistas paralelas (06L-24R y 06R-24L) de 3270 y 3000 metros de longitud respectivamente con ILS en sus cabeceras, utilizables en condiciones de baja visibilidad, permitiendo mantener un número elevado de operaciones a la hora.

Queda pendiente la construcción de la tercera pista, paralizada a causa del Plan territorial de Mallorca.

Se encuentra bien comunicado con Palma de Mallorca a través de la autopista de Levante y de dos líneas de autobuses urbanos. Recientemente se ha propuesto crear una línea de tranvía entre el centro de Palma y el aeropuerto.

Es el tercer aeropuerto en importancia de España por volumen de pasajeros y el más rentable del país, siendo solo superado en tráfico por el Aeropuerto de Madrid-Barajas en Madrid y el Aeropuerto de Barcelona-El Prat en Barcelona. Recibe una gran cantidad de vuelos chárter procedentes de Europa (especialmente de Alemania y el Reino Unido).

Air Berlin, la principal compañía aérea que operaba en el aeropuerto, usó el aeropuerto como hub o centro de conexión para enlazar vuelos procedentes de Alemania y España. Durante 2016, por motivos económicos de la compañía y la fuerte competencia, dejó de usar el aeropuerto mallorquín como nudo de operaciones entre ambos países al eliminar los vuelos entre Son Sant Joan y la península ibérica, aunque manteniendo los vuelos desde Alemania.[2]

El interés del Gobierno por desarrollar el correo aéreo llevó, a finales de la primera década del siglo XX, a estudiar la posibilidad de establecer una línea aérea postal en las Islas Baleares. Finalmente, en 1921, la compañía Aeromarítima Mallorquina se adjudicó la línea postal Barcelona-Palma, utilizando para el servicio hidroaviones que aterrizaban en el puerto de Palma. Antes de iniciarse la línea, se habían realizado vuelos de prueba en los campos de Son Sant Joan y Son Bonet, lugar donde finalmente se instaló un aeródromo particular.

En 1934, se crea la compañía Aero-Taxi de Mallorca con la finalidad de organizar vuelos turísticos a Mallorca. Esta compañía inaugura una escuela de pilotaje utilizando como lugar de vuelos el aeródromo existente en Son Sant Joan. Un año después, instala una escuela de pilotaje en el aeródromo de Son Bonet.

En mayo de 1935, se constituye la compañía LAPE (Líneas Aéreas Postales Españolas), antecesora de Iberia. Meses después, en agosto, se inaugura la primera línea regular entre Palma y Madrid, con escala en Valencia, utilizando como aeropuerto Son Sant Joan. Un año después, se sustituye esta línea por la de Palma-Barcelona. Tres años más tarde, Lufthansa e Iberia inauguran nuevas líneas que tienen como base el aeródromo de Son Bonet, ya que el de Sant Son Joan es utilizado por la aviación militar.

En 1954, siendo aún Son San Joan una base aérea militar (y Son Bonet el aeropuerto que se empleaba para el tránsito comercial), se procedió a la ampliación y al asfaltado de su pista de vuelo para permitir las operaciones de los reactores Sabre F-86, lo que obligó a desviar previamente la carretera de Palma a Llucmajor. Se construyeron en estos años la plataforma de estacionamiento de aeronaves y la calle de rodadura paralela, actuaciones que transcurrieron al mismo tiempo que la llegada de los primeros grandes grupos de turistas europeos a Son Bonet de la mano de las compañías BEA, Air France y Aviaco.

El aumento del tráfico y la imposibilidad de ampliación del aeropuerto de Son Bonet llevaron a los redactores del Plan Nacional de Aeropuertos de 1958 a proponer la construcción de un gran aeropuerto comercial en la base aérea de Son Sant Joan. La Junta Nacional de Aeropuertos aprobó estas obras dentro del programa nacional de inversiones y, por orden ministerial del 29 de julio de 1959, autorizó el traslado del tráfico comercial de Son Bonet a Son Sant Joan. En 1958, se procedió a instalar un VOR en la isla y un centro de comunicaciones VHF en el propio Son Sant Joan, al tiempo que se publicaron las servidumbres aeronáuticas de Son Bonet.

Para atender los vuelos comerciales, se construyó en Son Sant Joan un terminal provisional de pasajeros y una plataforma de estacionamiento de aeronaves, independiente de la plataforma militar. Una orden del 7 de julio de 1960 abrió al tráfico nacional e internacional el aeropuerto de Son Sant Joan, que quedó clasificado como de primera categoría administrativa.

Apenas dos semanas después de su apertura al tráfico, el 21 de julio se declaró de utilidad pública y de urgencia la necesaria ampliación del aeródromo. Las obras de ampliación de la pista de vuelo se iniciaron en el verano de 1961 y se acompañaron de una calle de rodadura paralela. A finales de ese año y principios del siguiente, se iniciaron las obras de la central eléctrica, del centro de comunicaciones y del parque de salvamento y contraincendios.

El Plan de Aeropuertos 1964-67 prestó una especial atención a Palma, aeropuerto que a partir de 1962 superó el millón de pasajeros anuales. El proyecto contempló la ampliación de la pista, una nueva ampliación del estacionamiento que permitiera atender a 28 aeronaves de tipo medio, un edificio terminal para más de cinco millones de pasajeros y todas las obras e instalaciones complementarias de balizamiento, comunicaciones y ayudas a la navegación, con un presupuesto total de casi quinientos millones de pesetas.

En el verano de 1965, se iniciaron las obras del nuevo terminal de pasajeros (terminal A) y, a finales del año siguiente, se complementaron los servicios de navegación aérea con la instalación de un radar de vigilancia.

El inusitado crecimiento del tráfico –que en 1965 ya superó los dos millones de pasajeros al año– aconsejó la construcción de un nuevo terminal para atender a los vuelos no regulares, al mismo tiempo que se iniciaron los estudios para construir una segunda pista de vuelo paralela a la existente. A finales de 1970, se iniciaron las obras de esta segunda pista y, a principios del año siguiente, las de la estación modular para tráfico no regular, así como un nuevo estacionamiento de aeronaves enfrente de este terminal. Estas obras se concluyeron en 1972, año en la que entró en servicio el denominado terminal B. Las obras de la segunda pista de vuelo continuaron a lo largo de los dos años siguientes, con su ampliación y el refuerzo del firme para aeronaves de hasta 450 toneladas.

A lo largo de la década de los ochenta, el aumento del tráfico de pasajeros fue una constante en Palma. De algo más de siete millones de pasajeros en 1980 se pasó a los casi diez millones en 1986 para superar los quince millones de pasajeros en 1995. Este permanente crecimiento obligó a plantear de nuevo una profunda remodelación del área terminal del aeropuerto. Las necesarias obras del nuevo complejo aeroportuario de Son Sant Joan se iniciaron a mediados de 1993, con una inversión prevista de más de 40.000 millones de pesetas en los tres años siguientes. Cabe destacar entre ellas la ampliación de la plataforma de aeronaves, la red de saneamiento y agua potable y, sobre todo, el nuevo edificio terminal.

El nuevo edificio terminal, inaugurado en 1997, fue diseñado por el arquitecto mallorquín Pere Nicolau Bover. Del vestíbulo de facturación se accede a la planta superior de salidas, donde se distribuyen las salas de preembarque. En la planta superior, se sitúan las oficinas de las compañías aéreas y, en la planta baja del edificio, el área de llegadas. Frente al terminal de pasajeros, se sitúa un gran edificio para aparcamientos.

Además, en algún momento antes del 2002, se creó una nueva pista de aterrizaje (06C-24C), paralela a las anteriores, encima de parte de la calle de rodaje North (la calle de rodaje paralela a la pista 06L-24R); sin embargo era rara vez usada.

En abril de 2003, se inauguró el edificio de embarque de vuelos interislas en el módulo B, especialmente destinado a los pasajeros de vuelos regionales o de corta distancia.

El edificio consta de dos grandes cubiertas unidas por un lucernario que se sitúan sobre un gran vestíbulo.

La planta baja se destinó a zona de embarque de pasajeros. En la planta alta, un balcón-mirador que se asoma sobre el vestíbulo, a la que se accede desde la zona de facturación del terminal principal a través de una pasarela que une ambos edificios.

La planta superior cuenta con una amplia cafetería en el área de espera previa al embarque y en la planta baja se encuentran la zona comercial y las oficinas de las compañías aéreas.

También se puso en marcha un edificio para la Aviación General. La nueva construcción dispone de todos los servicios necesarios para empresas y pasajeros de vuelos privados, cargueros y aerotaxis.

Estas últimas actuaciones en las infraestructuras hacen que el aeropuerto de Palma disponga de una capacidad para atender a más de 25 millones de pasajeros.

En 2008, la pista central 06C-24C fue eliminada de la calle de rodaje North.

En 2011, la compañía Air Berlin decidió utilizar el aeropuerto como hub o centro de conexión para sus vuelos entre Alemania y España. Gracias a esta medida, Son Sant Joan sirvió como puente entre muchas ciudades alemanas (siendo el aeropuerto español con más destinos en ese país) y españolas.[3]​ Para ello, tanto la administración como la compañía aérea invirtieron en la mejora de parte de la infraestructura del aeropuerto.

Debido a que las rutas peninsulares eran deficitarias y a la fuerte competencia (en los primeros nueve meses con esas rutas perdió 191 millones de euros), en 2015 Air Berlin cambió su estrategia y centrarse más en vuelos de larga distancia. Por ello, el aeropuerto mallorquín dejó de ser hub y todos los vuelos con la península ibérica desde Son Sant Joan fueron cancelados progresivamente desde enero a marzo de 2016. Pese a estas cancelaciones, la compañía no quiso dar la espalda al aeródromo, que mantuvo todas las conexiones con Alemania, y aseguró que aumentaría el número de destinos a ese país, Austria y Suiza en un 9%. La mayoría de dichas rutas nacionales fueron cubiertas por otras compañías, aunque no en su totalidad ni con la misma frecuencia.[2]

El 16 de octubre de 2016, Aena anunció que invertirá en menos de un año la cantidad de 100 millones de euros para diversas mejoras en el aeropuerto, la más elevada hasta la fecha realizada en Son Sant Joan en tan poco tiempo.

Entre las actuaciones, destacan la regeneración del pavimento de la pista de aterrizaje sur (06R-24L), la mejora de la plataforma de estacionamiento de aeronaves de la terminal interislas y modificaciones en las cabeceras de las dos pistas de aterrizaje, sumando en su conjunto cerca de 30 millones. Además, también se destinarán fondos para la creación de un aparcamiento en el área de llegadas, mejoras en la señalización de las terminales, zonas infantiles y puntos de recarga de dispositivos electrónicos. Las mejoras en la pista se iniciaron a finales de octubre de 2016.

Estas actuaciones tienen el objetivo de preparar el aeropuerto para este año, en el que Aena prevé que se superarán los 26 millones de pasajeros y que mejorará la cifra de beneficios, que fue de 120 millones de euros en 2015.[4]

Las actuaciones de regeneración en la pista sur -con un coste de seis millones de euros- fueron prácticamente terminadas a mediados de noviembre de 2016, quedando terminadas el día 24, realizadas aprovechando la temporada baja para no obstaculizar las operaciones aéreas. Una vez terminadas, las actuaciones se centrarán en la pista norte.[5]

El aeropuerto de Palma de Mallorca ocupa una superficie de 6,3 km (2,4 millas cuadradas). Debido al rápido crecimiento del número de pasajeros, se añadió infraestructura adicional a los dos terminales A (1965) y B (1972). La terminal principal fue diseñada por el arquitecto local Pere Nicolau Bover y fue inaugurada oficialmente el 12 de abril de 1997. El aeropuerto ahora consta de cuatro módulos: Módulo A (la antigua Terminal A), Módulo B (la antigua Terminal B), Módulo C y el Módulo D (los dos últimos eran completamente nuevos conjuntos de edificios y puertas que se abrían, junto con la nueva terminal central y zona de registro en 1997). El aeropuerto puede manejar 25 millones de pasajeros al año, con una capacidad para despachar 12.000 pasajeros por hora.

La antigua terminal del Aeropuerto de Palma. Cuenta con 28 puertas de las cuales 8 tienen pasarelas telescópicas. Este es el único módulo que tiene pasarelas telescópicas dobles conectadas a puertas. El muelle se utiliza principalmente por los vuelos a destinos no Schengen incluyendo el Reino Unido e Irlanda. Esta parte del edificio de la terminal está cerrada durante los meses de invierno y solo se utiliza en el verano.

El edificio de la Terminal B es el módulo más pequeño, situado en el noreste. Cuenta con 8 puertas situadas en la planta baja, de los cuales ninguna dispone de pasarelas telescópicas. Es utilizado por los aviones regionales de Air Nostrum, que opera vuelos al Aeropuerto de Ibiza, Menorca, Valencia, Lérida, Asturias y Santiago de Compostela principalmente.

El mayor de los módulos ubicados en el este. Cuenta con 33 puertas de las cuales 17 tienen pasarelas telescópicas. La alemana Cóndor la usa junto con los vuelos de EasyJet a destinos del espacio Schengen. En 2008 se empezó una remodelación y ampliación la cual acabó en 2010 con una nueva zona sur y una nueva zona comercial. La ampliación ayudó a ampliar la operación de vuelos y mejorar la colocación de los aviones. Se sumaron puertas con pasarelas telescópicas, pero todavía se mantiene el número de puertas, 33.

Situado en el sur. Cuenta con 19 puertas de las cuales 10 tienen pasarelas telescópicas. Todas las puertas impares son puertas con un traslado en autobús. Durante el cierre de la zona sur del Módulo C, se utiliza principalmente para vuelos a Europa.

El aeropuerto de Palma cuenta con dos bases fijas de operaciones FBO destinada para la aviación ejecutiva o de negocios.

Estos FBO’s junto con la terminal son gestionadas mediante concurso por dos operadores Gestair FBO y Mallorcair contando con unas instalaciones exclusivas para pasajeros.

La finalidad de esta terminal es satisfacer todas las necesidades de los aviones privados que llegan a la isla, servicios a pasajeros, tripulaciones y aerovanes, hangarajes, combustible...

Las siguientes aerolíneas operan desde el Aeropuerto de Palma de Mallorca:[6]

Evolución del tráfico de pasajeros:

Spanair tenía su sede en el Edificio Spanair en el aeropuerto.[9]Futura International Airways tenía su sede en la Zona Facturación en el aeropuerto.[10]

El aeropuerto dispone de asistencia a pasajeros con movilidad reducida, y como en todos los aeropuertos españoles, no está permitido fumar. Sin embargo, existe una sala para fumadores[11]​en la tercera planta de la terminal. El aeropuerto también cuenta con wifi gratuita y de pago.



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