Alí Sayyad Shirazí (en persa علی صياد شیرازی tr.) (Kabud Gonbad, 13 de junio de 1944 – Teherán, 10 de abril de 1999) fue un militar iraní que llegó a ser jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de su país durante la Guerra Irán-Irak (1980-1988) contra Irak. Fue asesinado en 1999. Tuvo un rol central en suprimir una revuelta en la provincial del Kurdistán iraní.
Shirazí nació en Kabud Gonbad el 13 de junio de 1944. Su padre era un oficial comisionado en el ejército lo que lo motivó a convertirse en cadete en 1964; fue asignado como teniente segundo en la artillería y en 1974 fue enviado a Estados Unidos para instruirse y educarse. Regresó a su país donde se manifestó contra el Sha Mohammad Reza Pahlevi y apoyó la Revolución iraní de 1979, por consiguiente fue despedido de su comisión y encarcelado por el Sha. Tras la revolución sirvió en los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) y ascendió a general.
Durante la Guerra Irán-Irak Sayad Shirazi fue uno de los más importantes generales de Irán. En 1981 el ayatolá Jomeini lo fijó como comandante de la CGRI. En 1982 se propuso hacerse famoso por lo que llevó a los soldados Pasdarán (soldados de la CGRI) y de la milicia Basij en la Operación Victoria Innegable, que fue la primera vez que Irán era capaz de vencer a Irak en una gran batalla, en la que Irán quebró las “impenetrables” líneas de defensa iraquíes y los expulsó del área de Dezful-Shush, esta operación fue considerada por muchos como el punto crucial de la guerra. Durante el intento iraní para tomar Basora con la Operación Ramadán Shirazí dijo: “Continuaremos en guerra hasta que Saddam Hussein sea derrocado para poder orar en Karbala y Jerusalén”. En 1988 el Moyahedín-e Jalq (MEK) con la ayuda de Hussein atacó el oeste de Irán y combatieron contra las fuerzas iraníes por Kermanshah. Irán respondió con la contraofensiva Operación Mersad, que lideró Ali Sayyad Shirazí y al año siguiente fue distinguido con la medalla Fath («conquista» en persa y árabe).
El 10 de abril de 1999, a las 6:45 a. m. hora local, fue asesinado en la capital Teherán, en su casa cuando se dirigía al trabajo. El MEK se responsabilizó del crimen afirmando que era en venganza por destruir a este grupo terrorista en la Operación Mersad. El ayatolá y jefe del estado Seyyed Alí Jameneí, en su mensaje sobre el martirio de Shirazi, dijo: El fervoroso y valiente comandante del ejército islámico y devoto soldado de la religión y el sagrado Corán llegó a ser martirizado por las manos de los criminales, sangrientos y desgraciados hipócritas. Esta no es la primera ni la última vez en la que un fervoroso y amante de las ideas de la fe divina ha sido martirizado por las sucias, criminales y corruptas manos de ciertos mercenarios que solamente viven al servicio de los enemigos del islam. Las llanuras calientes de Juzestán y las altas montañas de Kurdistán han sido testigos de la preparación y devoción del valiente y determinado hombre quien escribió numerosas memorias de su coraje y sacrificio durante los 8 años del período de la Defensa Santa. El expresidente iraní Seyyed Mohammad Jatamí lo describió como «un comandante del islam e hijo honorable de Irán».
Muchas calles y edificios tienen su nombre, incluidos el Hotel Sayyad Shirazí, de 5 estrellas en Mashhad y la autovía urbana Sayyad Shirazí en Teherán.
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