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Aníbal de Iturbide Preciat



¿Qué día cumple años Aníbal de Iturbide Preciat?

Aníbal de Iturbide Preciat cumple los años el 6 de agosto.


¿Qué día nació Aníbal de Iturbide Preciat?

Aníbal de Iturbide Preciat nació el día 6 de agosto de 1904.


¿Cuántos años tiene Aníbal de Iturbide Preciat?

La edad actual es 120 años. Aníbal de Iturbide Preciat cumplió 120 años el 6 de agosto de este año.


¿De qué signo es Aníbal de Iturbide Preciat?

Aníbal de Iturbide Preciat es del signo de Leo.


Aníbal de Iturbide Preciat (6 de agosto de 1904- 29 de diciembre de 1994) fue un banquero mexicano que se desempeñó en importantes posiciones dentro de las instituciones financieras. Sus anécdotas personales le granjearon el apodo de Enfant terrible de la banca, sobre todo por su afición al toreo y como buzo con habilidades profesionales.

Aníbal de Iturbide Preciat nació el 6 de agosto de 1904 en el puerto de Veracruz, y falleció en la Ciudad de México en 1994. Su padre fue Febronio de Iturbide Álvarez de la Cuadra proveniente de Morelos, México, y su madre fue la señora Adela Preciat Ramón. Estudió para Contador en el Colegio Francés. Contrajo matrimonio con la señorita Ana Maria Peláez y tuvieron 8 hijosː Alejandro, Fernando, Juana, Marcela, Inés, Joaquín, Ana y Aníbal.

Su carrera empezó cuando prestó sus servicios como mensajero en el Equitable Trust Co., de Nueva York en México, bajo las órdenes de Raúl Baillères Chávez, donde surgió una amistad que duró hasta el fallecimiento del Sr. Baillères. De ahí, ganó un concurso por lo que fue becado por Agustín Legorreta García del Banco Nacional de México (Banamex) para que estudiara en Francia y otros países europeos sobre los avances de la banca en el siglo XX.


En 1924 abandonó este programa con poco más de un año de haberlo empezado para viajar a España queriendo convertirse en torero, profesión que llevó a cabo no durante mucho tiempo pues regresó a la Ciudad de México a trabajar en la institución que lo había becado. Hizo dos innovacionesː abrió el puesto de cajera a las mujeres y quitó los barrotes que protegían a las ventanillas bancarias al hacer que se pusieran mostradores sin ellas para atender al público. En Banamex conoció a don Salvador Ugarte quien le ofreció una jefatura en el banco que fundó ese mismo año de 1932 para desafiar al sistema bancario del país con sus prácticaa modernas, por ejemploː visitar a los clientes. Este banco que fundó junto con Manuel Gómez Morín, Raúl Baillères Chávez, Mario Domínguez y Ernesto J. Amezcua se llamó el Banco de Comercio. Inició como contador general y más tarde, en 1945, de Iturbide pasó a ser gerente general de esa institución.[1]

Posteriormente fue invitado por Eloy S. Vallina, cabeza del Grupo Chihuahua, a trabajar en el Banco Comercial Mexicano (más tarde Comermex), pues planeaba en convertirlo en uno de los más grandes bancos del sistema financiero de México. Como director general de este banco ganó el prestigio suficiente para ser elegido en dos ocasiones, en 1948-1949 y 1955-1956, presidente de la Asociación de Banqueros de México. Desde esta posición censuró la devaluación de la moneda ocurrida en 1954. La prensa informóː

31 de julio de 1948. El presidente de la ABM, Aníbal de Iturbide, sustentó ayer una conferencia sobre la Devaluación del peso en la Escuela Nacional de Economía. En ella puso de relieve que abordaba un problema de tal modo nacionalmente grave que requería ser tratado técnica y objetivamente.

Comenzó su exposición y análisis de los hechos en relación con la moneda, desde el año de 1932 con el fin de enfocar de modo especial algunos de los problemas que el Estado originó y en relación con los mismos, enumeró los siguientes: desarrollo intensivo del agrarismo con la correspondiente destrucción de la propiedad agrícola; reducción creciente de la producción de los campos y la consiguiente alza de precios; inflación de los medios de pago con la respectiva repercusión en el encarecimiento de la vida; expropiación petrolera y fuga de capitales al extranjero y efectos generales de la segunda guerra mundial sobre nuestra economía.

Dejó claro que la reciente desvalorización es consecuencia de una serie de complicados factores cuya influencia adversa se agravó por un cúmulo de circunstancias tampoco imputables a los funcionarios del régimen actual, a quienes les tronó el cohete. Entre esos elementos destacó alzas de precios, aumento de población y de los salarios, que se aunaron a la circulación desproporcionadamente alta en relación con la necesidad de numerario. La guerra acentuó estos problemas a pesar de la aparente bonanza.

Recomendó para México en sus conclusiones una economía fuerte sin desconectarla de la economía mundial, pero luchando porque nuestra propia producción satisfaga nuestras necesidades a la vez que una explotación racional de los recursos petroleros permita la adquisición de los productos extranjeros indispensables para el desarrollo económico. Rechazó la idea de un control de cambios que destruiría toda posibilidad de progreso económico, y propugnó por un régimen de libertad que es el único que podrá crear confianza para que nuevos capitales hallen como campo honrado esta tierra mexicana.[2]

El Sr. de Iturbide defendió sus puntos de vista con tal pasión que en la Convención de Banqueros se enfrentó con el Lic. Ramón Beteta Quintana, secretario de Hacienda. Posteriormente, limaron asperezas. El sobrino de éste, también secretario de Hacienda, Mario Ramón Beteta, afirmó: Los Beteta admiramos y respetamos mucho a don Aníbal porque es muy congruente con sus ideas, siempre actúa conforme a ellas, las cuales manifiesta sin dificultad, con gran transparencia.[3]

De su etapa en el Banco Comercial Mexicano surgió una profunda amistad con Carlos Trouyet y Eloy S. Vallina. En el medio los describían como un trío de hombres de negocio extraordinario: Don Eloy es el comerciante, don Carlos el emprendedor y don Aníbal el banquero.[4]

Como buzo hizo historia. A principios de la década de los 50s, se realiza la primera inmersión en aguas mexicanas,. Corresponde llevarla a cabo en la Bahía de Acapulco al banquero Aníbal de Iturbide, Apolonio Castillo y Genaro Hurtado, utilizando un equipo de los denominados Acualónes (derivado del anglicismo Aqua Lung) cuyo funcionamiento a base de aire comprimido a alta presión, recibe el actual nombre de SCUBA. (Siglas que corresponden a Self Container Underwater Berathing Apparatus) o Aparato de Respiración Autónoma Bajo el Agua.[5]

El 12 de diciembre de 1959 junto con el arquitecto Héctor Mestre, el ingeniero Enrique Conti; el teniente de Navío Mario Cano, los hermanos Reginaldo y Alfonso Arnild, así como expertos de la Base de Icacos colocó a la Virgen de Guadalupe sumergida en el mar entre la Playa Caleta y la isla La Roqueta de Acapulco y tomó parte de la ceremonia en la que se le declaró “Guadalupana, Reina de los Mares”.[6]

Fue miembro fundador de la Fundación Miguel Alemán y de la Asociación Mexicana de Cultura, que dio origen al ITAM. Perteneció al Consejo Mexicano de Hombres de Negocios.

En 1966, escribió y publicó 300 ejemplares de su libro La Banca Breve Ojeada Histórica.

Cuando se retiró de los negocios se fue a Cozumel, Quintana Roo a bucear. Entonces Cancún era aún una isla prácticamente desconocida y la entidad estaba tan despoblada que era territorio federal.



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