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Apolítico



El término apolítico hace referencia a la apatía, antipatía o desinterés hacia todas las afiliaciones o posturas políticas. Ser apolítico también puede referirse a situaciones en las que las personas toman una posición imparcial con respecto a los asuntos políticos.[1][2]

La RAE lo define como "ajeno a la política o que se desentiende de ella".[3]​ El Diccionario Collins define apolítico como "políticamente neutral; sin actitudes políticas, contenido o sesgo".[4]

La praxis apolítica, entendida como un disenso o ruptura del pensamiento político clásico es una actitud que se adopta, de forma individual y unilateral, como una resolución derivada de abstracciones sobre la política o tras un proceso de crisis que se resuelve en un estadio que desembocaría en criterios de incredulidad y en una percepción final des-valorizada de la política en general.

La actitud apolítica reconoce implícitamente (igual que no se puede evitar que llueva) la imposibilidad de sustraerse prácticamente de las acciones o efectos derivados de las actividades políticas clásicas de terceros, procedan estas de individuos, grupos o entidades, e interactúa mediante la disidencia negando la utilidad personal de la participación sistémica en la política clásica. En las democracias, la utilidad personal esperada de toda política, se sustituye por una omisión de voto (abstención).

El apoliticismo no es una actitud asocial, ni es equivalente a una desafección puntual o transitoria hacia la política o a una actitud antipolítica. Figuradamente y en su extremo, es una actitud análoga al ateísmo, contextualizado como este, se significaría en un «ateísmo político» (a-política).

Por apartidario se entiende a aquella persona física o jurídica que, siendo política, lo es desde un punto de vista independiente respecto a los partidos políticos.

Una persona puede ser Apolítica, según la RAE: Que carece de una ideología política definida o no muestra interés por los asuntos relacionados con la política.

Contemporáneamente, apolítico, es una palabra antonímica o antónimo de «política» mediante el prefijo a (usado con valor privativo).

Fig. Poli literalmente, es lo que versa o se relaciona con una multitud, pluralidad o muchedumbre. Política, del griego πολιτικος (pronunciación figurada: politikós. Significado figurado: «relativo al ordenamiento de la ciudad o de la pluralidad», «ciudadano», «civil»).

En occidente se admiten culturalmente a las populosas ciudades griegas (polis) como un escenario de referencia histórica de la política clásica, donde residían multitudes con derechos políticos. En la Grecia antigua de Aristóteles, la «Política» era también llamada «Policía» y esto era decir literalmente «el Pueblo». De las tres formas griegas clásicas de gobierno, monarquía, aristocracia y policía, esta última, era la única forma de gobierno que se constituía mediante las elecciones de la «muchedumbre popular» o democracia. El «pueblo político» llamado «gobierno de policía» vigilaba la conducta de todos los cargos elegidos por ellos, pues en esta forma de gobierno, consideraban que eran ellos, así constituidos, su superioridad o soberanía.

Fig. Apolítico es quien desea omitir u omitirse de la política, absteniéndose o negando los usos y costumbres de la política clásica, fuese esta, «monarquía», «aristocracia» o «policía» (el pueblo o la democracia).

Apolítico, es una especie de terminación de las principales partes del oficio divino en la Iglesia griega. Varia según los tiempos. La voz apolítico está compuesta de apo y de lyo (yo desato, yo concluyo etc.).

(De a- y político).

Una aproximación formal, jurídica, filosófica o ética hacia un sustrato de la actitud denominada apoliticismo sería considerar que los derechos políticos son humanos y que son naturales, individuales, personales (personalísimos) y en consecuencia teóricamente intransferibles a terceros (inalienables), bien sean estos, otros individuos, grupos o entidades.

A lo largo de la historia (con frecuencia en las épocas de gobiernos y políticas constitucionales) ha habido personas y personalidades que en algún momento de su existencia se declararon como apolíticas aunque luego se desdijeran. Otras expresaron un pensamiento creciente muy crítico hacia la política clásica que llegaba a exceder un desencanto o des-afección puntual aunque no llegasen a declararse como apolíticos.



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