Nazareno sección Cristo: Capirote de raso y túnica de terciopelo rojo (escapulario en cargos) Cíngulo dorado Capa de damasco blanco en cargos Portadores sección Cristo: Túnica crema Cíngulo rojo Nazareno sección Virgen: Capirote de raso y túnica de terciopelo malva (escapulario en cargos) Cíngulo dorado Capa de damasco blanco en cargos
La Archicofradía de la Sangre, cuya denominación oficial es Pontificia, Real, Muy Ilustre y Venerable Archicofradía del Santísimo Cristo de la Sangre, María Santísima de Consolación y Lágrimas; y del Santo Sudario, es una Cofradía de Málaga, miembro cofundador de la Agrupación de Cofradías, que participa en la Semana Santa de Málaga.
La heráldica que representa a esta Archicofradía se compone por dos escudos acolados, en flanco diestro, de oro, una ese de gules diapreada de plata a una cruz, borduras de gules entallada de plata, timbrado de la corona real de España; que es la Sangre, y el flanco siniestro de la Merced, mantelado de plata un calvario, cinco llagas de gules puestos en aspa, timbrado de la corona ducal, que es la Sangre antigua. Jefe dos llaves colocadas en aspa, una de oro y otra de plata, liadas de azur y timbrada por la tiara pontificia.
En la Edad Media, el culto a la Preciosísima Sangre de Jesucristo alcanzó un gran arraigo, expandiéndose por Europa y España, llegando a Málaga de la mano de la Orden de la Merced, que se estableció en la ciudad en 1499. La Orden asentó su primer convento en una ermita situado entre los cerros de Gibralfaro y de San Cristóbal (lo cual enlaza con la leyenda del Santísimo Cristo), poco después de la reconquista por los Reyes Católicos. Entre 1507 y 1509, la Orden construye iglesia propia, años en los que la Cofradía de la Sangre de Málaga fue fundada, estando unida a la comunidad mercedaria hasta la exclaustración de la orden.
Las primitivas constituciones de la Archicofradía son de 1507, conocidas gracias a la transcripción de estas en la reforma de las constituciones del año 1789, depositadas en el Archivo Histórico Nacional, en Madrid. No obstante, la Cofradía habría nacido antes, correspondiendo la fecha a su instalación en la iglesia conventual de la Merced, siendo las constituciones de 1578 las que se formalizan. Por tanto, la fundación debe ubicarse en torno a finales del siglo XV o inicios del siglo XVI, siendo de las Cofradías más antiguas de la ciudad.
La Corporación rendía culto a la primitiva talla del Santísimo Cristo de la Sangre, de autor anónimo, aunque se podría fechar hacia el siglo XV por sus características, siendo concebido con la cabeza desplomada hacia la derecha, coronado de espinas, faldellín de tejido y fijado a la cruz con tres clavos, con el pie derecho montado sobre el izquierdo.
Durante el siglo XVII, la Cofradía recibe numerosos privilegios que le fueron concedidos por diferentes Pontífices.
Uno de ellos fue la agregación a diferentes hermandades de los Estados Pontificios, por lo que adquiere el carácter de Pontificia como, por ejemplo, la agregación por Urbano VIII a la Cofradía romana del Santísimo Crucifijo y Preciosísima Sangre, radicada en San Marcelo de Urbe de Roma, en 1626. Posteriormente, también fue agregada a la Cofradía de San Jorge de Roma y Sangre de San Juan de Letrán.
En 1633, recibió también, por Breve Pontificio, el privilegio de que fuera el Guion de la Sangre (insignia representativa y más importante de la Cofradía) el que presidiera todas las procesiones de Semana Santa de las hermandades de la iglesia de la Merced, muchas de ellas, filiales de la propia Archicofradía de la Sangre.
A finales del siglo XVIII, la Orden edificó un nuevo templo. La Archicofradía construye además, por cuenta propia, una capilla en la nave del Evangelio a la altura del crucero.
En 1835, el convento fue desamortizado, iniciando una grave crisis para las cofradías que radicaban en la iglesia, entre ellas la de la Sangre. A mediados de este siglo, vuelve a alcanzar pujanza. Entre los actos de caridad de la Archicofradía en esta época se encontraba el dar alimento a los presos de la cárcel cada tercer viernes de cada mes y todos los viernes de cuaresma.
En 1858, Antonio Gutiérrez de León y Martínez, escultor malagueño que era hermano de la archicofradía, talló y donó la imagen de Nuestra Madre Dolorosa, efectuando su primera salida procesional en la Semana Santa de este año, siendo la única talla que en la actualidad sigue formando parte del grupo escultórico del trono del Cristo.
La salida procesional del Jueves Santo de 1867 fue la última que realizó la Archicofradía en el siglo XIX, debido a una nueva etapa de crisis y a las circunstancias políticas de finales de siglo, que impedían el culto externo.
En 1909, varios hermanos hacen que se retome el culto al Santísimo Cristo aunque sin procesionar de nuevo hasta el año 1919. Al año siguiente, en 1920, es nombrado Hermano Mayor Antonio Baena Gómez (Málaga, 1873-1936).
Bajo su mandato se logró el título de Real, en 1921, además de la aceptación por los Reyes de España, Alfonso XIII y Victoria Eugenia, de los nombramientos como Hermano Mayor Honorario y Camarera de Honor. También se hicieron nuevos todos los enseres procesionales y se incorporan al trono las imágenes del misterio de la Sagrada Lanzada en 1922, realizadas por el escultor valenciano Francisco Marco Díaz-Pintado. Ese mismo año, el Rey Alfonso XIII otorga el privilegio del uso del Pendón Morado de Castilla a la Corporación, entregándolo a la Archicofradía el infante Jaime de Borbón. En 1929, procesiona el segundo trono con la talla de María Santísima de Consolación y Lágrimas, imagen bendecida por el Obispo de la Diócesis, San Manuel González García.
En los sucesos del 12 de mayo de 1931, la Archicofradía perdió la práctica totalidad de su patrimonio y la iglesia que la cobijaba, salvándose solo la talla de Nuestra Madre Dolorosa, la cabeza de la Virgen de Consolación y Lágrimas y algunos enseres. Sin embargo, la Archicofradía, sumida en la decadencia, siguió celebrando sus cultos cada Miércoles Santo en honor a los Titulares entre los años 1932 y 1940, año en que comienza la reorganización, trasladando su sede canónica a la iglesia parroquial de San Felipe Neri.
En 1941, el imaginero malagueño Francisco Palma Burgos (Málaga,1918 - Úbeda,1985) talla la actual imagen del Cristo, procesionando ese mismo Miércoles Santo, acompañado tan solo por la Virgen Dolorosa de Gutiérrez de León. En 1945, volvería a procesionar la Virgen de Consolación y Lágrimas con el manto que estrenó en 1929 y que se salvó de la quema. Así, entre 1942 y 1963, la Archicofradía renovó y completó los enseres de la procesión, así como sus tronos.
En la última década del siglo XX, la Archicofradía construye la Casa Hermandad, que se inauguró en 1990.
En 1991, se celebró el cincuentenario de la bendición del Santísimo Cristo de la Sangre, siendo uno de los actos centrales de la efeméride el Pregón del Cincuentenario, pronunciado por el archicofrade Adolfo de Clemente Martínez, quien fuera presentado por Alberto Jiménez Herrera (pregonero de la Semana Santa de Málaga en ese mismo año). El acto tuvo lugar en la sede canónica de la Corporación, la Iglesia parroquial de San Felipe Neri.
Entre 1995 y 1997, estrenó el trono y el misterio del Santísimo Cristo, realizados por el tallista y escultor malagueño, Rafael Ruiz Liébana.
En el año 2000, el Santísimo Cristo de la Sangre con el misterio de la Sagrada Lanzada participó en el Vía Crucis del Jubileo por el Segundo Milenio del Nacimiento de Cristo, organizado por la Agrupación de Cofradías y en el que participaron otras trece Corporaciones. Se celebró el día 25 de marzo de aquel año. El evento se anunció con un cartel de José Palma Santander, hermano de la Archicofradía de la Sangre.
En el año 2004, la Cofradía celebró el 75 Aniversario de la bendición de la talla de María Santísima de Consolación y Lágrimas. Destacan, entre los actos realizados, el pregón de dicha efeméride pronunciado por Juan Rosén, la acuñación de la Medalla Conmemorativa con diseño de Concepción Jiménez, el Cartel del pintor José Palma o la procesión extraordinaria de la Virgen hasta la Catedral malacitana para presidir una Solemne Celebración Litúrgica, que recorrió enclaves como la plaza de la Merced, para después, volver hasta San Felipe Neri.
El trono de la Virgen, también de Rafael Ruiz Liébana, fue renovado en 2008, aunque muy reformado por Raúl Trillo y Salvador Lamas
. Ese mismo año, la Corporación celebró el 150 Aniversario de la hechura de la Dolorosa que acompaña al Santísimo Cristo de la Sangre cada Miércoles Santo con diversos actos, entre los que destacan la edición de un cartel para anunciar tal efeméride, un besamanos y una Función Litúrgica . En el 2012, se estrenan los bordados del palio, con diseño de Eloy Téllez Carrión y ejecución de Juan Rosén .Entre los años 2015 y 2016, la Corporación celebró el 75 Aniversario de la bendición de la talla del Santísimo Cristo de la Sangre. Entre los diversos actos que se celebraron destacan el Pregón realizado el 13 de junio de 2015 en la sede canónica de la Archicofradía y que pronunció D. Francisco García Muñoz, el Triduo Extraordinario Conmemorativo celebrado entre el 2 y el 5 de junio de 2015 al Señor de la Sangre
, el concierto ofrecido por la Asociación Músico-Cultural de Nuestra Señora de la Paz de Málaga el 30 de enero de 2016 en el auditorio Edgar Neville o el Vía Crucis Oficial de la Agrupación de Cofradías de ese año 2016 y que presidió el Santísimo Cristo de la Sangre con motivo de tal efeméride .En 2016, la Archicofradía estrena el manto procesional de la Santísima Virgen, de Salvador Oliver Urdiales, manteniendo el diseño del manto de 1929.
Al año siguiente, en 2017, la Archicofradía elige en cabildo de elecciones a Laura Berrocal, que sería la primera Hermana Mayor de la corporación en sus más de 500 años de historia
. Como Hermana Mayor han logrado diversos hitos importantes para la Archicofradía. Entre ellos, destaca la restauración de la Virgen Titular, María Santísima de Consolación y Lágrimas, que recuperaba la policromía original con que fuera realizada . Igualmente, tuvo que abordar los años de suspensión de la salida procesional por la pandemia originada por el COVID-19, incentivando el empleo de los medios digitales para mantener el contacto con los hermanos y devotos .El grupo escultórico de la Archicofradía de la Sangre desarrolla el momento de la Sagrada Lanzada y para ello se centra en el relato del Evangelio de San Juan; el único de los evangelistas que recoge el momento de la lanzada cuando Cristo ya estaba muerto.
La escena la contemplan las tallas de Nuestra Madre Dolorosa, San Juan, María Magdalena, María Cleofás y María Salomé. Aparece también el centurión romano, Longinos, montado a caballo, cuyas bridas sujeta un sayón.
La Archicofradía de la Sangre presenta su desfile procesional compuesto por 400 hermanos nazarenos además de tres bandas, como la Banda de Cornetas y Tambores del Real Cuerpo de Bomberos de Málaga que abre el cortejo procesional.
El Cortejo se divide en dos secciones:
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