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Arturo Posnansky



Arthur Posnansky (Viena, 1 de enero de 1873 - La Paz, 13 de abril de 1946), también conocido como Arturo Posnansky, fue un militar, ingeniero naval, héroe de guerra, constructor, urbanista, cineasta, fotógrafo, investigador, escritor, historiador, minero, explorador, empresario, aventurero, paleontólogo, antropólogo y arqueólogo de origen austro-húngaro; legaba sus casas como museos mientras ofrecía el estilo Neo-Tiwanacota a la arquitectura. Escribió un libro clásico de la arqueología universal: Tihuanacu, la cuna del hombre americano.

Fue el impulsor de museos, centros de investigación científica y de parques nacionales en Bolivia, exploró la Amazonía boliviano-brasileña, fue uno de los primeros en estudiar seriamente las ruinas de Tiwanaku e introdujo el primer automóvil en la ciudad de La Paz.

Arthur Posnansky nació en la ciudad de Viena el año 1873, entonces capital del Imperio Austrohúngaro.

Después de completar sus estudios en Baviera y culminar su primera profesión en la Academia Real e Imperial de Pola (en Pula) como Ingeniero Militar Naval de la Armada Austrohúngara, a los 18 años en Austria, se despierta su espíritu aventurero e investigador y sus sueños se centralizan en el continente americano.

Arthur Posnansky decidió emigrar a Sudamérica el año 1896 a los 23 años cuando era Teniente de la Marina Real Austrohúngara, a su arribo a tierras americanas es donde empezó su exploración de la Amazonía boliviano-brasileña.

Cuando estalló la Guerra del Acre, Posnansky tomó las armas para unirse al Ejército de Bolivia; su lancha particular de nombre Anni, a la que rebautizaría con el nombre de guerra: Iris, la cual fue vital en batalla, ya que el diseño estatégico y personal del joven ingeniero naval la hacía muy versátil y práctica en combate. Hoy se la puede ver en la localidad de Riberalta, Beni en Bolivia como una reliquia bajo el nombre popular de Tahuamanu.

El capitán Posnansky fue destacado Héroe de Guerra, ya que cuando fue tomado preso por el ejército brasilero llega a escapar de sus captores de manera por demás brillante, ir a Europa para reconfigurar su nave y volver al frente de guerra; es histórico que en esa época bélica su cabeza tenía precio en el Brasil. Hasta hoy también ostenta el grado de «Héroe del Acre y capitán de las Fuerzas Armadas de Bolivia»¹.

Sin lugar a dudas, las cualidades de su padre como guerrero e investigador, así como la característica de Pola, lugar donde estudió y que por la gran actividad marítima de este puerto, es que tuvo un gran roce cultural, que influyeron en la personalidad de Arthur Posnansky que recibió de su padre y de la Academia Imperial, los deseos de incursionar en la cultura y de ser un guerrero de vocación y acción, más allá de los criterios aventureros que pudieran expresar sus detractores.

La influencia genética de su padre y la telúrica de una ciudad multicultural, se asentaron con fuerza en la personalidad del joven austríaco que migrará a Latinoamérica, para precisamente, a lo largo de su vida, en etapas bien marcadas y equilibradas, se manifestaran las condiciones guerreras y valerosas del combatiente incansable que en los hechos participó en forma directa y decidida en la Guerra del Acre que sostuvo Bolivia con el Brasil; y por otro lado, llegar a ser un científico y sabio que lanzó teorías culturales innovadoras y revolucionarias sobre el origen del hombre, como un incansable estudioso de las expresiones culturales que encontró en Tihuanacu y en la región de los Andes Bolivianos.

Por estas cualidades de su vida y como no podía ser de otra manera, el año 1895, a muy temprana edad, teniendo 22 años, para ostentar el grado de teniente de la Marina del Real Imperio Austro-Húngaro, presentó un estudio como trabajo de graduación, Un Ensayo Comparativo Entre la Arquitectura de la Isla de Pascua y Tihuanacu.

Esto demuestra las dos facetas planteadas e identificadas en el flamante oficial naval e ingeniero: Su vocación militar y su talento de investigador científico.

Lo que permite inferir sus condiciones de militar y su espíritu de investigador, a partir del egreso de la Academia Imperial y Real de Pola junto con el ensayo comparativo presentado, fueran estos los cimientos de su existencia, particularmente como militar en una guerra internacional entre Bolivia y Brasil, donde tuvo un protagonismo excepcional, y como investigador, con los aportes investigativos sobre el imperio tihuanacota.

Mientras esto sucedía en el centro de Europa, en el multicultural puerto de Pola, en la región de la Amazonia ubicada en Sud América, surgía el auge del caucho que generó una fuerte migración europea a ese sector geográfico siendo la ciudad de Manaos el epicentro del desarrollo vertiginoso y a donde se trasladó el Capitán Naval para trabajar en una compañía de transporte fluvial.

Finalizada la guerra en 1903, Posnansky, ya con nacionalidad boliviana, es condecorado como Héroe Nacional. Además dirige el Museo Nacional de Bolivia, funda la Sociedad Arqueológica y el Instituto de Folkclore de Bolivia. También escribe muchos textos y publica libros en varios campos de investigación, viaja por Estados Unidos y Europa brindando conferencias en diferentes universidades e institutos científicos.

Su fascinación por la arqueología es despertada cuando conoce las ruinas de la ancestral y mítica civilización de nombre Tiwanaku (también conocida como Tiahuanacu o Tihuanacu) que se encuentra a 70 km al oeste de la ciudad de La Paz, (Bolivia).

Es el investigador más dedicado, el más tenaz y el más acertado sobre Tiwanaku y es quien de manera increíble no realizó ninguna excavación directa en el terreno; pero sí edificó museos y construyó una réplica del Templete Semi-Subterráneo de Tiwanaku en una plaza pública (La Plaza del Hombre Americano, Miraflores, La Paz) la cual se convertiría en el primer museo al aire libre donde exhibiría el monolito gigante o estela Bennett de 7,3 metros de altura y 20 toneladas de peso (lito trasladado el año 1933 y devuelto a su origen el 2002).

Posnansky hoy es reconocido también como Arquitecto-Urbanista Honoris Causa por el Colegio de Arquitectos en virtud de sus aportes a esas ciencias.

Posnansky viajaba por los países desarrollados mediatizando y divulgando sus descubrimientos y teorías sobre Tiwanaku influye considerablemente en el mundo científico-cultural de su época.

Un año antes de su muerte termina de publicar su libro estrella denominado: Tihuanacu, La Cuna del Hombre Americano. Este libro consta de cuatro volúmenes los cuales se publicaron en dos tomos. El Tomo I fue lanzado en (1945) por la editorial estadounidense J.J. Augustin de Nueva York y contenía los volúmenes I y II. El Tomo II se publicó en forma póstuma en (1957) por la editorial boliviana Don Bosco del Ministerio de Educación de la República de Bolivia y posee los tomos III y IV. En 2012, el gobierno de La Paz, Bolivia, publicó una edición facsimilar del Tomo I (de 600 páginas)[2]​ y a inicios de 2014 una editorial boliviana reeditó el Tomo II (de 300 páginas) también en edición facsimilar, ya que la versión original de 1957 tuvo muy poca difusión.[3]

Originalmente, y sobre la base de sus teorías, el libro debía llamarse "Tihuanacu, La Cuna de la Humanidad", pero las discrepancias que encontró con la editorial estadounidense le obligaron a aceptar el título con el que salió al público.

Tihuanacu, La Cuna del Hombre Americano es un clásico de la arqueología universal y sirvió de base para el libro Las Huellas de los Dioses de Graham Hancock, donde se expone una teoría arqueológica diferente a la ampliamente aceptada en la cual Hancock señala que la humanidad tiene miles de años más que lo aceptado por los expertos. Asimismo su obra es fuente de inspiración para arqueólogos con amplia visión y de destacadas investigaciones en todo el mundo.

Posnansky decía durante sus giras y exposiciones así como en sus escritos que Tiwanaku habría sido construido mucho antes que cualquier otra civilización en el mundo y que su cultura fue la base de todas las civilizaciones posteriores.

Sus estudios sobre la base de las posiciones astronómicas y la más pura deducción científica databan a Tiwanaku dentro de los 15.000 a 17.000 años en el pasado (13 000 a 15.000 años a.C.); logrando con ello una terrible oposición por parte de muchos letrados y adhesiones por parte de otros.

Posnansky de manera real gozaba de relaciones con lo mejor del mundo científico de su tiempo, es comprobada la amistad de Posnansky con el científico Albert Einstein con quien a partir de 1913 departía largas tertulias en su casa de Berlín, Alemania, cuando Posnansky estaba en esa ciudad.

Escribió Einstein y su Nueva Verdad en el Boletín Nacional de Ingenieros No. 1, en la ciudad de La Paz en el año (1923) y luego en (1945) expuso ante la Conferencia de la Sociedad Geográfica: Bolivia, Estados Unidos y la Era Atómica.

Arthur Posnansky falleció en el mes de julio del año 1946 en la ciudad de La Paz a la edad de 73 años.

Sus allegados de la Sociedad Científica de Bolivia aseguraban que entre sus legados estarían documentos originales con las pruebas científicas sobre los misterios de Tiwanaku los cuales sorprenderían a la humanidad. Estos documentos habrían sido colocados en el sitio de la Estela Bennett, en La Plaza del Hombre Americano de La Paz, Bolivia. Más tarde cuando esta pieza arqueológica se trasladó a La Paz y luego retornó a Tiwanaku estos documentos raramente se extraviaron.

La arqueología simple y ortodoxa considera que la cultura tiwanacota posee unos 3500 años de antigüedad. Surgida alrededor del lago Titicaca luego se habría expandido hasta cubrir la región occidental de Bolivia y el sur del Perú.



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