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Asociación de Academias de la Lengua Española



La Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) es la entidad encargada de reunir a las distintas Academias de la Lengua Española con el fin de impulsar la unidad, integridad y desarrollo del idioma español.[1]​ Se conformó en México en 1951, originariamente integrada por las veinte Academias ya existentes en los países soberanos donde el español es lengua tanto oficial como vehicular (más Filipinas, que ya contaba con una Academia propia). Actualmente son veinticuatro las Academias de la Lengua Española que la conforman, con incorporaciones de instituciones fundadas posteriormente en países con fuerte presencia de la comunidad hispanohablante y vínculos históricos con España.

Su comisión permanente se encuentra en Madrid, España,[2]​ ciudad en la que también se encuentran la sede de la Real Academia Española (RAE) y la sede central del Instituto Cervantes. El lema de la ASALE es «Una estirpe, una lengua y un destino».[3]

En abril de 1951, por iniciativa del entonces presidente de México, Miguel Alemán Valdés, se convocó el I Congreso de Academias en lo que sería el primero de los dieciséis congresos ordinarios de la ASALE hasta la fecha. Precisamente la Real Academia Española, por motivos políticos, no estuvo presente en esa primera convocatoria. Celebrado entre el 23 de abril y el 6 de mayo de 1951, se creó en el marco del congreso la Asociación y la Comisión Permanente de la ASALE, en la que España sí participó en aquel año. Desde el II Congreso, celebrado en 1956 en Madrid, sede permanente de la ASALE, la RAE ha participado regularmente en sus congresos y sesiones.

Dicha colaboración entre la RAE y las academias de la lengua se expresa en la coautoría, a partir de la XXII edición (2001), del Diccionario de la lengua española, la Ortografía en sus ediciones de 1999 y 2010, considerada una obra panhispánica, y el Diccionario panhispánico de dudas (2005).

Obras conjuntas son la redacción por parte de la Asociación de la Gramática y la elaboración de un Diccionario de americanismos. Desde 2000 organiza la Escuela de Lexicografía Hispánica, que cuenta con becas otorgadas por un convenio entre la RAE y la Fundación Carolina para la formación de expertos en lexicografía del español.[4]

La Asociación, junto a la Real Academia Española, fue galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2000 con motivo de sus esfuerzos de colaboración y consenso.

La Asociación realiza un Congreso cada seis años. La dirección de la Asociación corresponde a la Comisión Permanente, integrada por un presidente (cargo ocupado por el Director de la RAE), un secretario general (que recae en un académico de cualquiera de las academias asociadas, excepto la RAE, elegido por el Congreso), el tesorero designado por la RAE y cuatro vocales de las academias asociadas que se turnan anualmente. Desde 1970, en el III Congreso de Academias celebrado en Bogotá, Colombia, se aprueba un convenio multilateral por el cual los gobiernos de los países que cuentan con una academia de la lengua se comprometen a apoyarla y dotarla de los medios físicos y financieros para la realización de sus actividades. Estas medidas también se aplican a la Asociación de Academias de la Lengua Española.

Sede de la RAE en Madrid.

Sede de la AFLE en Manila.

Sede de la ACL en Bogotá.

Sede de la APL en Lima.

Sede de la APL en Panamá.

Interior de la AAL en Buenos Aires.

Sede de la AVL en Caracas, Venezuela.

Sede de la ASL en San Salvador.

Sede de la ACL en San José.

Sede de la AEGLE en Malabo.

Las siguientes Academias de la Lengua Española integran la Asociación (ordenadas por año de creación):

A partir de los estatutos de 1859[5]​ se regula que la Real Academia Española pueda designar como académicos correspondientes a personalidades extranjeras de países vinculados de una u otra manera con la lengua española. Estos académicos, al llegar a cierta masa crítica, se coordinarán para ir dando lugar a partir de 1871 a la aparición de nuevas Academias, primero en países donde era lengua oficial y más tarde, a partir de la segunda mitad del siglo xx, en países con fuerte presencia de la lengua española, en todas sus variedades, como la fundación en 1973 de la Academia Norteamericana de la Lengua Española y su incorporación a la ASALE en 1980.

En 2009, la Real Academia Española incluyó en el plantel de académicos a cinco miembros de Guinea Ecuatorial,[6]​ república africana que formaba parte del grupo de países que, pese a su estrecha vinculación histórica con España y tener una importante porción de su población integrada en un entorno cultural hispanohablante, no cuentan con una institución académica propia de la lengua española. Consecuentemente, a finales de 2013, el presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, inauguró la Academia Ecuatoguineana de la Lengua Española, anunciada oficialmente por el entonces director de la Real Academia Española, José Manuel Blecua Perdices.[7]​ Desde el 19 de marzo de 2016 pertenece a la Asociación de Academias de la Lengua Española,[8]​ habiendo iniciado los trámites oficiales para su ingreso un año antes.

La última academia reconocida por la ASALE ha sido la Academia Nacional del Judeoespañol (propio: Academia Nasionala del Ladino), con sede en Jerusalén, si bien está academia no está integrada en la ASALE. La fundación de una academia judeoespañola se consideraba un tema pendiente desde hacía años, considerado prioritario e impulsado por personalidades como el presidente de la ASALE, Santiago Muñoz Machado, a la vez que por la propia comunidad judeoespañola que manifestaba su interés por la formalización de tales relaciones. El instituto sefardí se fundó en febrero de 2018.[9]​ En enero de 2020 tuvo lugar la primera asamblea plenaria de los 22 académicos de la institución, en octubre del mismo año fue reconocida formalmente por la ASALE,[10]​ y en diciembre,[11][12]​ en plena segunda oleada de la pandemia de COVID-19, se presentó oficialmente la Academia Nacional del Judeoespañol, acordando el nombre oficial del instituto en ambas lenguas, ladino y español. En enero de 2021 fue confirmada como primera presidenta de la Academia la lingüista y catedrática Ora Schwarzwald.[10]

Visto por cierta parte de la comunidad lingüística como un habla propia con rasgos propios (y heterogéneos), el judeoespañol es considerado por la ASALE una variedad de la lengua española, que conserva muchos rasgos del castellano anterior al siglo XVI.[13][12]​ Su incorporación a la familia de academias de la lengua es, ciertamente, interesante desde el punto de vista regulatorio, siendo la primera Academia que sería exenta de las recomendaciones de la ASALE referentes al desarrollo de la lengua española moderna. Tampoco está claro cuál sería la posición de variantes como la haquetía dentro de esta institución, que se han alejado del ladino, y por tanto del español (con fuertes influencias de hablas locales, como el árabe), pero que sin embargo siguen siendo lenguas judeoespañolas.

Más allá de las Academias de la Lengua Española, que son las entidades reguladoras pertenecientes a la ASALE en cada país, y el Instituto Cervantes, una entidad española con sedes en distintos países, existen otras entidades con carácter oficial en sus respectivos países que forman parte de la red de instituciones cuya misión es conservar y divulgar el idioma español. Dichas instituciones, reconocidas por la ASALE como entidades divulgadoras de la lengua española, son:



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