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Avispas



El término avispa se aplica de diversas maneras a distintos taxones de insectos del orden Hymenoptera. La definición más extensa es la que considera avispa a todo himenóptero no clasificado como hormiga o abeja.[1]​ Más estricta es la definición de la RAE, según la cual «avispa» es el insecto himenóptero de tamaño moderado (1-1,5 cm para la mayoría, pero de hasta 5 cm en el caso del avispón gigante de Asia Vespa mandarinia), de color amarillo con bandas negras, dotado de aguijón venenoso y que vive en sociedad.[2]​ La alusión al comportamiento social puede hacer esta definición excesivamente limitada respecto al uso común del término, ya que usualmente se emplea basándose únicamente en la apariencia y sin distinguir el comportamiento social. La definición taxonómicamente más ajustada se refiere a los insectos de la familia Vespidae.

Términos derivados usualmente empleados son «avispilla» y «avispón». El primero se emplea para los himenópteros de pequeño tamaño (excluidas las hormigas), mientras que el segundo se aplica a los de gran tamaño (principalmente al género Vespa, y más concretamente a Vespa crabro). También puede aplicarse al género Vespula.

Los himenópteros constituyen uno de los órdenes más numerosos de insectos, con unas 200 000 especies. Además de las avispas, este orden comprende a las abejas, abejorros y hormigas, entre otros. El nombre proviene de sus alas membranosas (del griego υμεν hymen, "membrana" y πτερος pteros, "ala").

Se dividen en dos subórdenes: Symphyta y Apocrita.

El suborden Apocrita incluye a las avispas más clásicas, abejas, y hormigas. Se divide tradicionalmente en dos infraórdenes, Aculeata y Parasitica. El suborden Symphyta, más primitivo, también incluye numerosas especies cuyo nombre común incluye el término avispa (fam. Orussidae, Siricidae, etc.)

Los miembros de Aculeata tienen el ovipositor de las hembras transformado en un aguijón, es decir que el órgano cuya función original era la de poner huevos ha sido modificado en un órgano con el cual pueden picar para inyectar veneno. Este suborden se divide en varias superfamilias entre las que se pueden destacar Vespoidea y Apoidea. Dentro de Vespoidea se incluye la familia Vespidae, que representa una larga y diversa familia de avispas cosmopolitas.

La mayor parte de ellas son solitarias mientras que unas pocas son eusociales, como por ejemplo Polistes fuscatus, Vespa orientalis, y Vespula germanica.

Este término hace referencia al mayor nivel de organización que puede poseer una sociedad animal. Sus características más importantes son el cuidado de las crías (propias o de otros individuos), la coexistencia en un mismo nido de varias generaciones juntas y una división del trabajo entre una casta reproductora y una no reproductora (obreras). La eusocialidad está favorecida por el inusual sistema de reproducción haplodiploide donde el sexo queda determinado según o no la fecundación de los huevos en los Himenópteros.

En las especies solitarias cada hembra adulta vive y se reproduce independientemente. Algunas de las avispas solitarias son parasitoides, es decir parasitan a varias especies de animales, sobre todo artrópodos. Muchas de ellas son consideradas beneficiosas para los humanos ya que sirven de control de plagas en especies agrícolas y de horticultura. Unas pocas especies de avispa no son bienvenidas ya que atacan a otros insectos beneficiosos.

La picadura de la avispa se produce por la introducción del aguijón, que está formado por tres elementos articulares, un estilete y dos lancetas entre las que se encierra el conducto del veneno. Las lancetas tienen como fin aumentar el tamaño de la herida con movimientos repetitivos permitiendo que el veneno fluya con mayor facilidad. El aguijón va conectado a una vesícula localizada en la parte posterior del abdomen del animal y que contiene el veneno.

El índice de Schmidt de dolor por picadura nos muestra el relativo dolor causado y el tiempo que persiste el efecto del veneno producido por la picadura de himenópteros.

dolor

Avispa del papel occidental

Avispa girasol

Abejorro sonorense

Avispa de papel septentrional

Chaquetas amarillas

Abeja de la miel asiática

Abejas de la miel occidentales Abejas de la miel gigantes

Tabla 1. Índice de dolor de Schmidt

La composición exacta del veneno de avispas y avispones no se conoce tan bien como el de las abejas, aunque se tiene un conocimiento importante.

A diferencia del veneno de las picaduras de abejas, que tiene una componente mayoritaria ácida, en las avispas y avispones es básico.[3]

Otra característica única de las avispas y avispones sociales es que el veneno contiene una feromona que llama la atención de otros individuos de la misma especie y les anima a picar de nuevo a la víctima.[4]​ Las abejas vuelan en enjambres y atacan de esta forma, mientras que las avispas lo hacen de manera individual, aunque estas pueden clavar el aguijón más de una vez y siempre hay otros individuos cercanos para ayudar.

Dopamina

Noradrenalina

Acetilcolina

Serotonina

Dopamina

Noradrenalina

Serotonina

Dopamina

Noradrenalina

Proteasas

Melitina

Proteasas

Mastoparan

Proteasas

Mastoparan

Fosfolipasa A2

Fosfatasa ácida

Fosfolipasa A

Fosfolipasa B

Antígeno 5

Fosfolipasa A

Fosfolipasa B

Antígeno 5

Tabla 2. Diferencias entre los componentes de veneno entre himenópteros (familias Apidae y Vespidae)[5][6]

El veneno de las avispas contiene una mezcla de sustancias que afecta fuertemente a las terminaciones nerviosas y causa una rápida respuesta inmune del cuerpo. A continuación se encuentran los principales componentes.

El veneno también contiene un factor hiperglucémico, que contribuye al aumento de los niveles de azúcar en sangre.

En los avispones, el veneno contiene también toxinas específicas de los mastoparanes, las cuales tienen un poderoso efecto destructivo sobre las células.

Las propiedades de estos venenos están siendo estudiadas con el objetivo de diseñar y desarrollar nuevas drogas terapéuticas. El mastoparan, uno de los péptidos principales que conforman el veneno de las avispas, ha demostrado tener varias aplicaciones en medicina.

El Mastoparan solo o en combinación con otros antibióticos podría ser una alternativa para combatir múltiples bacterias resistentes a antibióticos en prácticas clínicas (se ha demostrado la actividad in vitro del mastoparan-AF solo y en combinación con antibióticos usado contra múltiples cepas de Escherichia coli resistentes a antibióticos aisladas de animales)

También puede tener utilidad antiviral, pues un estudio reciente hecho in vitro ha demostrado que un derivado del mastoparan presenta actividad antiviral de amplio espectro contra cinco familias de virus con envoltura por medio de la alteración de la estructura de su envoltura lipídica.[6]

El mastoparan llega a la membrana mitocondrial y causa un aumento de la permeabilidad de la mitocondria para regular la citotoxicidad de células tumorales. Varios estudios han demostrado la actividad antitumoral del mastoparan y sus análogos in vitro, por lo que también podría ser utilizado en la lucha contra el cáncer.[6]

En el momento de la picadura, el efecto del veneno introducido bajo la piel causa un dolor intenso, y casi inmediatamente deriva en la aparición de un pequeño edema blanquecino en el lugar de la picadura. Unos minutos después la picadura se inflama más, puede volverse roja, se endurece y una sensación de fuerte picor aparece en la piel en el área. En ese momento los primeros síntomas de alergia pueden aparecer.

Los siguientes son los síntomas de una picadura de avispa en diferentes partes del cuerpo. (Los síntomas marcados con un asterisco * se originan de la reacción alérgica provocada por el veneno, no de la acción en sí mismo del veneno).[8]

La consecuencia más grave de una picadura de avispa es el shock anafiláctico, un grado extremo de reacción alérgica. Ocurre raras veces y solamente en personas que son hipersensibles al veneno de Hymenoptera, pero este shock anafiláctico es la causa de que haya muertes por picaduras de avispas y avispones. Esta reacción se desarrolla muy rápido, literalmente unos minutos después de la picadura, y a veces el herido ni siquiera tiene tiempo de ser llevado a un hospital.[9]

Son las más frecuentes y están en relación con los efectos locales de las proteínas y aminas localizadas en los venenos de los himenópteros. De ellas, es fundamental la acción de la histamina, que origina vasodilatación y edema.

La sintomatología, producida por la reacción local a la picadura de himenóptero, se caracteriza por dolor intenso en la zona de la picadura con formación de una máculo-pápula de unos 2 cm. que suele ir cediendo en unas horas.

Las llamadas reacciones locales aumentadas presentan una reacción inflamatoria mayor de 10 cm e incluso de toda una extremidad y la sintomatología persiste durante más de veinticuatro horas. Este tipo de reacciones no provocan sin embargo un mayor riesgo de reacciones sistémicas ante nuevas picaduras.

Especial referencia debe hacerse a las picaduras localizadas en la zona del cuello o faringe (p. ej. al tragar una avispa) dado que el edema local puede llegar a originar compromiso obstructivo de la vía respiratoria sin que se trate de una reacción anafiláctica. Asimismo, las picaduras en la zona ocular pueden originar queratopatía bullosa, opacidades corneales, cataratas, etc.[3]

Se trata de reacciones generalizadas no inmunológicas originadas por la gran cantidad de veneno inoculado (picaduras múltiples por el ataque de un enjambre o colmena); no requieren por tanto sensibilización previa.

En función de la cantidad liberada al torrente circulatorio de aminas biógenas (adrenalina, noradrenalina, serotonina, acetilcolina) y fundamentalmente de la inoculación de cantidades significativas de histamina.[3]

Es similar a la reacción anafiláctica pero suele presentar algunos síntomas característicos y un mayor predominio de síntomas gastrointestinales.

Así se puede encontrar:



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