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Balneario El Cóndor



¿Dónde nació Balneario El Cóndor?

Balneario El Cóndor nació en Argentina.


El Cóndor es una localidad y balneario ubicada en la franja costera de la provincia de Río Negro, República Argentina, en la margen sur de la desembocadura del río Negro en el mar Argentino.

El balneario El Cóndor es una localidad del municipio de Viedma, se halla ubicado en el km 31 de la Ruta Provincial 1 de Río Negro ruta que comienza en la ya mencionada capital provincial, Viedma.

El balneario es el primero de una sucesión de playas de más de 150 km. Siguiendo por la ya nombrada RP 1 se recorre el Camino de la Costa denominado así ya que recorre las distintas playas del litoral rionegrino bordeando el mar.

Políticamente El Cóndor pertenece al Departamento Adolfo Alsina, en la provincia de Río Negro de la República Argentina.

El 26 de diciembre de 1881 el barco danés «Cóndor» naufragó cerca de donde hoy se ubica el balneario y sus ocupantes fueron hospedados en la única estancia que había cerca del lugar, cuyo administrador también era danés. El carpintero del barco, Peter Hansen Kruuse se casó con una de las hijas del danés que administraba la estancia y se afincó en la Patagonia.[1]​ Tiempo después el establecimiento ganadero tomó el nombre de «El Cóndor», en homenaje al barco naufragado tiempo atrás. A raíz del naufragio mencionado se construyó el faro Río Negro unos años más tarde y comenzó a funcionar en mayo de 1887.[2]

A principios de la década de 1910 la zona fue tomando interés como sitio de veraneo con el salesiano italiano Jacinto Massini como principal impulsor, quien se había afincado en Viedma tiempo atrás. Las tierras donde actualmente se asienta el balneario eran una propiedad privada y el acceso a las playas estaba clausurado, por lo que Massini comenzó una batalla judicial para obtener un permiso de acceso, mientras incitaba a la construcción de pequeñas viviendas de madera, realizándose las primeras construcciones entre 1913 y 1919. Finalmente, el 22 de junio de 1920 recibe autorización por parte del gobierno provincial para construir y la familia Harriet, propietaria de las tierras acceden a lotear.[3][4]

En un principio esta villa turística fue denominada como «Balneario Massini» en reconocimiento al propulsor del lugar. Sin embargo, en 1948 por decreto del entonces gobernador de Río Negro, Miguel Montenegro, se adoptó oficialmente el nombre de «Balneario El Cóndor», tomando el nombre del establecimiento que dio origen a la localidad, que a su vez había tomado el nombre del barco naufragado tiempo antes.[5]

El 24 de febrero de 1955 se creó oficialmente la primera Comisión de Fomento. Tras su creación ésta promovió la instalación del alumbrado, la limpieza y barrido de calles y playas. Poco tiempo después comenzó a circular una línea de colectivos entre el centro de Viedma y el balneario. Además se inauguró un destacamento policial.[6]

El balneario se rige como barrio de la ciudad municipal que lo engloba, la ciudad de Viedma. Posee una Junta Vecinal que gestiona con el municipio y la provincia para que sus ciudadanos permanentes y turistas tengan una mejor calidad de vida. Los miembros de la Junta son electos mediante voto directo de los habitantes y duran en su cargo dos años. [7]​ Las últimas elecciones se efectuaron el 4 de junio de 2017, siendo electa como presidenta Verónica Leonor Barrera.[8]

Al llegar al km 31 de la RP 1 e ingresar a la pequeña villa por la avenida de acceso, que termina en la Playa Grande, se observa a la izquierda de su larga costanera, la desembocadura del río Negro en el mar Argentino y a la derecha, donde comienzan los acantilados, el faro más antiguo de la Patagonia, que presta servicio desde 1887.

A lo largo de todo el recorrido, desde la desembocadura hasta El Faro pueden realizarse variadas actividades acuáticas, aéreas y terrestres. La playa es de arenas finas y el color del mar es terroso, por los sedimentos del río Negro. Como toda playa patagónica es ventosa, pero lo compensa muy bien la buena temperatura de sus aguas.

En la desembocadura, en una zona protegida por dunas, se encuentra el paraje El Pescadero, se llega al mismo por su calle homónima, lugar donde se practica todo tipo de pesca de costa y embarcados, windsurf, canotaje, fourtracks y otros.

Al Faro se observa una nutrida colonia de loros barranqueros única en su tipo, se llega por la Av Costanera bordeando el mar, caminando por la playa desde el balneario o bien continuando por la RP 1, donde comienza el denominado Camino de la Costa que recorre todo el litoral rionegrino, ascendiendo por un suave declive a la cuchilla sur que cierra el Valle Inferior; aquí tenemos una vista panorámica de la cuchilla norte y una postal típica del paisaje patagónico. Al trepar la cuchilla ingresamos en lo distintivo de la costa patagónica: los acantilados, que varían en su composición geológica, forma y altura. En general no sobrepasan los 60 m.

A partir de aquí y hasta las Playas del Puerto en San Antonio Este, andando la RP1, que bordea las costas del golfo San Matías, podemos visitar una serie de balnearios: Playa del Espigón y Playa Bonita (actualmente fuera de servicio) a las que se puede acceder por excavado del acantilado, La Lobería a través de una rampa escalonada o un sistema mecánico de transporte, donde hay guardavidas en los horarios de playa, confitería, sanitarios, camping y proveeduría en los meses de verano.

Más adelante y bifurcándose hacia la izquierda de la RP 1, a 5 km está el apostadero natural de lobos marinos que por un sistema de pasarelas ubicadas estratégicamente sobre el acantilado, permite ver la colonia y el comportamiento de sus integrantes.

Desandando estos últimos km y retomando la RP1 luego de cruzar montes y médanos, ya en una ruta de ripio consolidada, que por momentos se aleja del borde del acantilado y por momento se acerca permitiendo verse el amplio mar, se llega a Bahía Rosas, con una bellísima vista panorámica a su entrada desde la que puede observarse su totalidad; aquí el camino vuelve a estar al nivel del mar.

Continuando por la ruta hallamos Bajada de Echandi, por escalinatas talladas en la roca de la barranca (por su estado no recomendamos el acceso), Bahía Creek, por excavado del acantilado, adonde a los costados de la ruta hay casillas de veraneo, proveeduría y club de pescadores. Unos kilómetros adelante el camino vuelve al nivel del mar y a su derecha un conjunto de grandes médano y dunas que en épocas anteriores eran un picadero de indios. Así llegamos a Caleta de los Loros, prominente entrada del mar por dos canales que en bajante se convierte en un espejo de agua y deja visible un ecosistema de flora y fauna que se puede recorre cuidadosamente o con el asesoramiento del guardafaunas o baqueanos de la zona.

Si se continúa por la RP 1 se llega a Pozo Salado en donde hay un puesto de guardafaunas, casillas de veraneo y camping libre hasta culminar en las Playas del Puerto en San Antonio Este, puerto natural de aguas profundas desde el que se exporta la producción agrícola ganadera de la zona.

En la Villa Marítima El Cóndor y en toda la zona de influencia son muchas y variadas las actividades que se pueden realizar, tanto por la geografía como por el clima que la naturaleza le ha dado. Desde el descanso en las apacibles playas patagónicas hasta los más variados deportes de aventura es la oferta que tiene para dar esta plaza turística en constante crecimiento. Algunos de los deportes a realizar son: el Surf, Kitesurf, Windsurf, Bodyboard, y además se puede realizar la práctica de Parapente. Algunas de las playas escogidas para estos deportes son: la bajada de picoto, el espigón, bajada de Cailotto y el faro

Algunos de los atractivos a tener en cuenta son la visita al primer faro patagónico que se encuentra en las inmediaciones de la villa, a la colonia de loros barranqueros, única en su tipo, como también a la de lobos marinos de Punta Bermeja.

Toda el área costera desde la desembocadura del río Negro hasta el puerto de San Antonio Este, recorriendo el denominado Camino de la Costa, es propicia para la pesca de todo tipo de especies como por ejemplo: corvina negra y dorada, pejerrey y pescadilla, lenguado y róbalo, cazón como también la recolección de mariscos: vieira, mejillón, cholga , ostras o púlpitos.

Zona ideal para realizar caminatas por sus playas amplias y seguras como por los médanos que las protegen, cabalgatas a lo largo de la costa, mountain bike atravesando rutas y playas o motocross y fourtracks practicado en las dunas y médanos de la región. Además también todos los meses de enero en las extensas playas de El Cóndor se desarrolla el evento deportivo Circuito Patagónico de Beach Handball que se realiza ya hace 20 años en el país por diferentes playas de la Patagonia. Por la temperatura de las aguas y la calidad de los vientos el windsurf, el windskate, el carrovelismo o el kitebuggy son actividades de amplia repercusión.

Los amantes de la naturaleza encontrarán otras ofertas como son el safari fotográfico o el avistaje de mamíferos marinos y de aves marítimas, ribereñas y continentales estables o que visitan la zona en determinadas épocas del año.

La pesca deportiva en el litoral atlántico rionegrino cuenta con variadas zonas de características bien diferenciadas. Las mismas están vinculadas a través de la RP 1 o el también llamado Camino de la Costa teniendo su "km Cero" en la ciudad de Viedma, capital de la provincia. Así tenemos una sucesión de balnearios y playas a los que podemos acceder por esta ruta. En el primero de ellos El Cóndor, que cuenta con infraestructura hotelera, gastronómica y servicios de primera necesidad, encontramos El Pescadero en la desembocadura del río Negro en el Atlántico, le siguen Playa Grande, Playa del Faro y Segunda Bajada del Faro. Continuando por la RP1 hallamos Bajada del Espigón, Playa Bonita, La Lobería, Bahía Rosas, Bajada de Echandi, Bahía Creek, Caleta de los Loros y Pozo Salado.

La ciudad de Viedma ofrece un río majestuoso libre de toda contaminación con un recorrido de más de 600 km en el que encontramos especies como Pejerrey Patagónico, Truchas Percas y la recientemente sembrada Trucha Arco Iris. El Pejerrey Patagónico por su gran porte (llega a alcanzar más de 45 cm de largo y más 1 kg de peso) es una de las especies más buscadas por los pescadores deportivos de todo el país. Las carnadas predilectas a la hora de la captura son lombriz, lamprea y anchoa. La pesca del mismo puede realizarse en todo su recorrido, pero existen zonas preferenciales donde se obtienen los ejemplares de mayor tamaño, como en los alrededores de la localidad de Guardia Mitre, de Sauce Blanco o de China Muerta.

Cuenta con 746 habitantes (Indec, 2010), lo que representa un incremento del 74% frente a los 428 habitantes (Indec, 2001) del censo anterior.

Fuente de los Censos Nacionales del INDEC



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