La batalla de Pozo Almonte ocurrió en Chile el 6 de marzo de 1891, en el marco de la Guerra Civil de 1891.
El gobierno del Presidente José Manuel Balmaceda, con la intención de mantener el dominio de la zona norte de Chile, resolvió reforzar las fuerzas del coronel Eulogio Robles Pinochet en Tarapacá y organizar una nueva región de resistencia en la Provincia de Coquimbo. Para estos efectos, se realizaron diversos movimientos de tropas.
El Coronel Robles, al conocer que las fuerzas congresistas embarcadas en Pisagua se dirigían a Iquique por mar, decidió trasladar sus tropas a Pozo Almonte y mantener una unidad avanzada en Estación Central. Sin embargo, ante noticias del avance revolucionario desde Iquique a Estación San Juan, reunió a toda la división en Pozo Almonte en espera de refuerzos de la División Camus, para presentar una batalla de conjunto contra los adversarios.
El 27 de febrero, las fuerzas congresistas comandadas por el coronel Estanislao del Canto Arteaga y un total de 1700 hombres, desembarcaron en Iquique y se concentraron en Los Molles
El 2 de marzo avanzaron a la estación de San Juan, lugar desde donde se enviaron reconocimientos hacia el enemigo; ellos contrarrestaron.
Ante estas indicaciones el coronel Del Canto ordenó continuar la marcha, para ocupar una posición de apresto para el ataque, a tres kilómetros de las tropas gobiernistas. Estimo necesario actuar antes de la llegada de refuerzos, que marchaban de Antofagasta.
Al amanecer del 7 de marzo, la artillería congresista abrió fuego, poco después el coronel Del Canto ordenó el avance de la infantería, buscando envolver el ala sur del enemigo. El coronel Robles ordenó reforzar esa zona con fuerzas del centro y el ala norte, debilitando su centro, un error fatal.
A mediodía, tras 5 horas de combate, la situación de las tropas balmacedistas era desesperada; escaseaban las municiones, el cerco enemigo se estrechaba, provocando muchas deserciones. El coronel Robles, herido de cierta gravedad, ordenó la retirada a Tarapacá, entregando al mando al coronel Gana.
La retirada gobiernista fue muy difícil, por el fuego enemigo imposible de neutralizar: en el pueblo de Pozo Almonte se peleó en casas y calles de manera sangrienta.
Durante la tarde, no más de 500 soldados lograron marchar a Tarapacá. Las fuerzas del gobierno tuvieron más de 600 bajas, entre ellas, su comandante el coronel Robles, que fue ultimado y su cuerpo masacrado sin piedad por las tropas revolucionarias, estando aún bajo la protección de la Cruz Roja.
La derrota provocó la pérdida de la poca influencia del gobierno en el norte de Chile. La guarnición de Antofagasta en gran parte se sublevó, permitiendo a los congresistas ingresar a la ciudad el 19 de marzo; las tropas gobiernistas se retiraron a Calama. La división gobiernista Camus, se detuvieron en Quillagua al conocer la derrota.
En Valparaíso, un contingente militar se sublevó uniéndose a la causa congresista. Estos se apoderaron del transporte Maipo, llegando a Iquique con un gran contingente de civiles simpatizantes de la causa del congreso.
En el campo de batalla, quedaron los cuerpos de centenares de soldados, algunos como el teniente coronel del Batallón Angol, don Manuel Ruminot; el Sargento Mayor Maximo Cardemil segundo comandante del Pisagua, el coronel del regimiento Santiago 5º de Línea, comandante don Virgilio Méndez. Algunos de ellos, junto a los jefes Eulogio Robles y Estanislao del Canto son recordados dando nombres a calles que componen la Villa 2000 de Pozo Almonte.
Escribe un comentario o lo que quieras sobre Batalla de Pozo Almonte (directo, no tienes que registrarte)
Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)