x
1

Batalla de Vindalium



La batalla de Vindalium[4]​ fue un enfrentamiento militar librado en 120 a. C. entre las legiones de la República romana y los guerreros de las tribus celtas de los alóbroges y arvernos, con victoria de las primeras.

En 121 a. C. el procónsul Cneo Domicio Enobarbo, derrotó a los saluvios del rey Teutomalio, que huyeron con los alóbroges.[5][6]​ Estos habían atacado a la ciudad de Massalia (Marsella), foederati de la República.[12]​ Cuando estaba en territorio de los vencidos se entrevistó con Bituito, rey de los alóbroges[9]​ o los arvernos,[6][11][13]​ pero el intento de negociación fracasó.[9]

Posteriormente, los alóbroges y arvernos atacaron a los eduos, aliados de Roma, provocando una campaña de castigo de la República.[14]​ La mayoría de los autores dan a entender que estuvo a cargo de Enobarbo,[6][7][8]​ mientras que Apiano sostiene que fue el sucesor del gobernador, Quinto Fabio Máximo, quien dirigió la campaña y Enobarbo sólo la guerra contra los saluvios.[2]Tito Livio indica que la batalla de Vindalium y la derrota de Bituito fueron dos combates distintos,[15]​ pero Estrabón que son el mismo enfrentamiento.[7]Veleyo Patérculo sostiene que Enobarbo venció a los arvernos y Fabio a los alóbroges.[3]

Los romanos avanzaron por el valle del Rhodanus (Ródano) hacia los Alpes, un territorio de estrechos desfiladeros y densos bosques, hasta llegar al punto donde el río Sulgas (Sorgue) afluye en el otro río antes mencionado, cerca del oppidum de Vindalium.[7]​ El Rhodanus era atravesado por un pequeño puente, insuficiente para el enorme ejército celta, así que Bituito hizo construir otro con botes.[16]​ Sin embargo, los guerreros eran demasiados y estaban muy apurados, llevando a las cadenas que unían a las balsas a romperse. Tras esto los botes se hundieron.[17]​ El general romano sufrió una herida en la batalla, pero igualmente dirigió a sus tropas en el momento crítico para hacerlas resistir,[2]​ pues los celtas eran feroces; el factor decisivo fueron los elefantes de guerra, que atemorizaron a los locales.[18]

Para celebrar la victoria, en el lugar de la batalla se erigió un altar blanco y un templo a Marte y otro a Hércules.[7]​ El general vencedor hizo una procesión triunfal por el territorio conquistado montando un elefante y atendido pomposamente por sus soldados.[8]

Valerio Máximo dice que fue Enobarbo quien lograría capturar al rey arverno y llevarlo prisionero a Alba. Posteriormente, Fabio continuaría las campañas hasta someter a los celtas.[6]​ En cambio, Livio dice que fue Fabio el que lo capturó y llevó a Alba para hacerlo firmar la paz.[11]

Los Fastos triumphales Romanorum, un listado de las columnas de los Fastos Capitolinos, menciona que tanto Enobarbo como Fabio celebraron triunfos en 120 a. C. en calidad de procónsules; el primero por vencer a los alóbroges y a Bituitos y el segundo por vencer a los arvernos.[19]​ Ambos erigieron monumentos de piedra en los sitios de sus victorias, decorándolos con los brazos de los enemigos muertos, práctica inusual entre los romanos.[20]

Bituito fue exhibido en uno de los triunfos,[11][6]​ con el carro de guerra y los adornos que había usado en la batalla.[18]​ Fabio recibió el cognomen ex virtute de Alobrógico.[3]​ El hijo del monarca, Congonetiaco, permaneció como rehén en Roma.[11]​ Así nació la provincia romana de la Galia Transalpina.[21]



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Batalla de Vindalium (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!