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Berberis vulgaris



Berberis vulgaris es una especie de vegetal de porte arbustivo perteneciente a la familia de las berberidáceas. Esta planta, que puede alcanzar hasta 3 metros de altura, se desarrolla en terrenos calizos abiertos entre los 300 y los 800 metros sobre el nivel del mar de Europa central y meridional, Asia occidental y norte de África.

Berberis vulgaris es un arbusto con tallos leñosos y erectos que pueden llegar a alcanzar hasta 3 metros de altura. La corteza de los tallos más jóvenes tienen un color púrpura a pajizo mientras que los tallos más viejos son grises. La epidermis de los tallos está densamente ocupada por espinas simples o trifurcadas con una espina central de mayor tamaño, hasta 35 mm de longitud. Posee hojas elípticas a obovadas, sésiles o pecioladas y con el margen entero o espinuloso. Las flores de Berberis vulgaris se agrupan en racimos pedunculados o sésiles con brácteas ovadotriangulares de margen entero o denticulado. Cada una de las 3 a 25 flores del racimo tiene entre 4 y 6 mm de diámetro. Poseen sépalos ovales y pétalos amarillentos oblanceolados de hasta 4,5 mm de longitud. Los frutos son unas bayas de color rojo a negro azulado de entre 5 y 9 mm de longitud y entre 3 y 4,5 mm de anchura productoras de semillas fusiformes de entre 4,5 y 6,5 mm de longitud.[1]​ La coloración amarillo dorado del tallo y la sección de la raíz se debe a la presencia de berberina. Los frutos maduros, desprovistos de toxicidad, son comestibles; pero se recomienda su consumo cocido.

Es un arbusto que se desarrolla comúnmente en los espinares, bosques aclarados y pastos semiáridos en terrenos calcáreos situados entre los 300 y 800 metros sobre el nivel del mar de Europa central y meridional, Asia occidental y norte de África.[1]​ También se ha naturalizado en los Estados Unidos.

En esta planta se puede desarrollar la fase acídica del peligroso hongo Puccinia graminis (óxido negro), que provoca la enfermedad de la roya de los cereales.[1]

La planta sirve de alimento a las larvas de la polilla Auchmis detersa.

En Europa, los frutos silvestres ya maduros (agracejos) de esta especie se utilizan tradicionalmente para hacer mermelada. En el suroeste de Asia, especialmente en Irán, donde se les llama zereshk (زرشک), las bayas maduras se utilizan para cocinar diferentes preparaciones, así como para hacer mermelada. Irán es un importante productor y consumidor de bayas de agracejo secas.

La corteza y las raíces se utilizaban anteriormente para teñir textiles, cuero y madera de amarillo . La madera dura se utiliza para trabajos de incrustación y torneado

Es muy utilizado en jardinería como planta ornamental.Destaca por su hermosa forma de copa redondeada, floración masiva durante casi tres semanas. Especialmente decorativo en otoño, en frutas. Adecuado para la creación de setos difíciles de pasar, incluidos los cortados.

Destaca su uso como flora apícola. La miel de agracejo es de color amarillo dorado, tiene un aroma agradable y un sabor dulce delicado.

Posee propiedades que podrían resultar de utilidad en el tratamiento de la diabetes tipo 2, la hiperlipidemia y la hipertensión, sin efectos secundarios graves. No obstante, las evidencias son limitadas debido a la baja calidad general de los estudios científicos realizados hasta la fecha.[2][3][4]​ Se estudia como posible tratamiento para el hígado graso no alcohólico.[5]

Su uso está contraindicado durante el embarazo, en niños, simultáneamente con la toma de determinados antibióticos (la combinación puede presentar cardiotoxicidad) y antidiabéticos (pueden producirse hipoglucemias).[cita requerida]

Todos órganos de Berberis vulgaris , incluido la fruta no madura, y especialmente las raíces contienen sustancias cuyo consumo puede provocar problemas en la salud humana, según el compendio publicado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria en 2012. En concreto se ha detectado la presencia de alcaloides de isoquinolina como la berberina, la palmatina y la jatrorrhizina y alcaloides derivados de la bisbenciltetrahidroisoquinolina como la berbamina, la oxiacantina y la isotetrandrina.[6][7]

Berberis vulgaris fue descrita por Carlos Linneo y publicado en Species Plantarum 1: 330–331. 1753.[8]

Berberis: nombre genérico que es la forma latinizada del nombre árabe de la fruta.[9]

vulgaris: epíteto latino que significa "común".[10]

Abrilla, acetín, agracejo, agracejo oficinal, agracillo, agracillos, agracio, agraciu, agranzón, agrazón, agreilla, agrito, agruzejo, alargiz, alarguez, alarguiz, alguese, alrera, alro, arlera, arlo, aspalato, azota-Cristos, azote burdo, berberiles, berbero, berberís, borrachín, bérberis, bérbero, bérberoles, bérberos, escabrión, espina ramosa, espina romaza, espino, espino berberino, espino cambrón, garbanzón, granado, guindillas ásperas, tapaculo, vinagrera, vinagreras.[13]



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