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Biblioteca de la Universidad de Zaragoza



La Biblioteca de la Universidad de Zaragoza (BUZ) es un servicio perteneciente a la Universidad de Zaragoza, siendo la encargada de la gestión de los recursos de información destinados a los procesos de aprendizaje, docencia, investigación y formación continua. Su principal misión es la conservación, el incremento, el acceso y la difusión de los recursos de información, así como la colaboración en los procesos de creación del conocimiento.[1]

Su estructura, funcionamiento, valores y objetivos están definidos en sus Reglamento[2]​ y Carta de Servicios, así como en sus Planes Estratégicos, siendo el último el correspondiente al período 2021-2024.[3]

La BUZ cuenta con una estructura distribuida en 19 bibliotecas de centro y campus, además de la Dirección y los servicios centrales, y de una serie de bibliotecas adscritas por convenio con otras instituciones.

Aunque oficialmente la Biblioteca Universitaria de Zaragoza nace el 17 de noviembre de 1796 con la apertura solemne al público, los esfuerzos por su constitución son inherentes al desarrollo de la Ilustración y la política educativa de Carlos III, cuya Real Orden de 14 de marzo de 1759 ordenaba el establecimiento de bibliotecas en todas las Universidades del Reino.

Los primeros pasos sin embargo se vieron radicalmente cercenados cuando el 4 de agosto de 1809, en plena Guerra de la Independencia y durante el segundo Sitio de la ciudad por tropas francesas, los bombardeos acabaron sepultando la reciente creación. Acabado el conflicto, se inicia un largo período de reconstrucción, que si bien supone el considerable incremento de los fondos, marcará una de las señas de identidad de la Biblioteca: su carácter ambulante. Durante todo el Siglo XIX y buena parte del Siglo XX carecerá de una ubicación fija.

La reapertura se produce el año 1849. Hacia finales del Siglo XIX, la Biblioteca se dividirá en tres secciones: General o de la Universidad, Medicina y Ciencias y Archivo Histórico. Esta dispersión de fondos se agudizará en los primeros compases del Siglo XX.

La Guerra civil supondrá la realización de otras actividades más cercanas a la implantación de la ideología del bando franquista y la represión cultural que a las propiamente bibliotecarias. Así, se impulsa el Servicio de Lectura al Soldado y se organiza la Comisión Depuradora de Bibliotecas del Distrito Universitario de Zaragoza para retirar las obras consideradas nocivas por el Nuevo Estado. Durante el Franquismo, la construcción de la Ciudad Universitaria supuso el paulatino traslado de las Facultades de Filosofía y Letras, Ciencias, Derecho y Medicina con sus respectivas bibliotecas al nuevo complejo, así como la mayor parte de la colección histórica y del archivo histórico, en el edificio de la Facultad de Filosofía y Letras, quedando tan sólo fuera del mismo una parte del fondo antiguo, en el antiguo edificio de la Capilla Cerbuna (Siglo XVI), que se derrumbó el 6 de mayo de 1973, víctima del deterioro del edificio y la desidia institucional.

La Biblioteca inicia su recuperación con los primeros Estatutos democráticos, tras la aprobación de la LRU en 1984. A partir de este momento se inicia un período de cambios que contempla un destacable aumento de la plantilla, la construcción de nuevos edificios de biblioteca, como los de la Facultad de Economía y Empresa (1996), o el de Filosofía y Letras (2003). También se acomete una reorganización progresiva de las colecciones, que, aunque manteniendo la estructura descentralizada propia de la Universidad, rompe con la excesiva fragmentación de colecciones que la había caracterizado hasta entonces. La automatización del catálogo y el desarrollo de la biblioteca digital caracterizarán el período que va desde 1995 y el inicio del Siglo XXI.

En cuanto a la Biblioteca General, con ocasión de la Conmemoración del IV Centenario de la Universidad, en 1984, se trasladó al recién restaurado y acondicionado edificio que construyera el arquitecto Ricardo Magdalena para albergar las Facultades de Medicina y Ciencia. En 2011, tras una nueva rehabilitación integral que comenzó en el año 2006, la Biblioteca General junto con los servicios centrales y el Centro de Documentación Europea han vuelto al Paraninfo, acondicionándose la antigua sala de lectura como espacio para la exposición del patrimonio bibliográfico.

La BUZ se estructura a través de un sistema bibliotecario único, descentralizado en bibliotecas de centros y coordinado a través de la Dirección de la Biblioteca:[4]

La Biblioteca de la Universidad de Zaragoza alberga el fondo bibliográfico más importante de Aragón. Consta de más de 1.000.000 de volúmenes en diversos formatos y soportes, al mismo tiempo que posibilita el acceso, a través de 24 puntos de conexión ubicados en los centros docentes de la Universidad, a más de 20.000 revistas electrónicas y diversas bases de datos relacionadas con las diferentes disciplinas científicas impartidas.

El catálogo Roble permite conocer el contenido de la Biblioteca, y desde él se oferta un Boletín de Novedades Bibliográficas, en el que se incluyen los títulos incorporados recientemente a la Biblioteca. Desde 2013, la herramienta Alcorze permite lanzar búsquedas de forma simultánea al catálogo, el repositorio y los recursos electrónicos suscritos por la Biblioteca.

La importante colección documental de obras especialmente significadas, bien por su antigüedad o su valor añadido, conforman el patrimonio bibliográfico de la Universidad. La Biblioteca General es la que conserva la mayor parte. Debido a sus especiales características, estas obras mantienen unas condiciones de consulta específicas, aunque muchas de ellas son accesibles a través de la Biblioteca Digital de Fondo Antiguo de la Universidad de Zaragoza.[5]

Deben destacarse 416 manuscritos, cuyas fechas oscilan entre el S. XV y el S. XIX; 406 incunables; y un importante corpus de obras impresas publicadas entre los siglos XVI al XVIII, al mismo tiempo que una amplia muestra de publicaciones emanadas de todas las instituciones científicas y culturales aragonesas.[6]

El proyecto BIVIDA (Biblioteca Virtual de Derecho Aragonés) aporta copias digitalizadas de buena parte de las obras de derecho aragonés de la Biblioteca Universitaria de Zaragoza.

La biblioteca cuenta con diferentes servicios entre los que se encuentran el uso de sus colecciones, espacios para docencia, aprendizaje e investigación, acciones de comunicación, resolución de consultas y formación entre otros.[7]

Acciones que desarrolla la biblioteca para ofrecer la información de interés para los usuarios sobre la biblioteca, sus servicios, recursos y actividades y para canalizar las opiniones y demandas de los usuarios. Vertebra la comunicación a través de los siguientes canales:

Desde 2008, la Biblioteca de la Universidad de Zaragoza participa activamente de la filosofía del acceso abierto a través del repositorio institucional Zaguán. En la actualidad se compone de una amplia colección de copias digitales del fondo antiguo de la Biblioteca de la Universidad, trabajos académicos, libros, tesis, informes, pre-prints artículos, y fondos personales recibidos por legado o donación, como el del poeta Miguel Labordeta.

La biblioteca obtuvo en 2011 el Sello de la Excelencia Europea 400+ por su Sistema de Gestión, de acuerdo con los criterios del Modelo EFQM de Excelencia, siendo renovado en 2013,[8]​ en 2015 y en 2018.[9]​ Asimismo, en 2012 obtuvo el reconocimiento del Club Empresa 400 por parte del Instituto Aragonés de Fomento, y en 2013 el Sello de Excelencia Aragón Empresa.



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