La Biblioteca Apostólica Vaticana (Bibliotheca Apostolica Vaticana, en latín) es la biblioteca de la Santa Sede, ubicada en Ciudad del Vaticano. Lleva el nombre de "apostólica", porque es una institución que desde su fundación se considera la "Biblioteca del papa", ya que le pertenece directamente. Es una de las más antiguas bibliotecas del mundo y custodia una muy importante colección de textos históricos.
Los expertos dividen en cinco etapas la historia de la biblioteca:
El papa Nicolás V fundó la biblioteca en 1448 reuniendo unos 350 códices griegos, latinos y hebreos heredados de sus antecesores con sus propias adquisiciones, entre las que estaban varios manuscritos de la biblioteca imperial de Constantinopla. La fundación propiamente dicha tuvo lugar cuando Sixto IV, con la bula Ad decorem militantis Ecclesiae (15 de junio de 1475), le asignó un presupuesto y nombró bibliotecario a Bartolomeo Platina, quien elaboró un primer catálogo en 1481. La biblioteca poseía entonces más de 3500 manuscritos, lo que la convertía de lejos en la mayor del mundo occidental. Hacia 1587, el papa Sixto V encargó al arquitecto Domenico Fontana que construyera un nuevo edificio para albergar la biblioteca, el que se utiliza todavía.
A comienzos del siglo XVII se segregó de la biblioteca el Archivo Apostólico Vaticano. En 1623, la Biblioteca Palatina de Heidelberg, que contenía unos 3500 manuscritos, fue donada a la Biblioteca Vaticana por Maximiliano I, duque de Baviera, en agradecimiento por el apoyo que le había prestado el papa Gregorio XV durante la Guerra de los Treinta Años. En 1657 se adquirieron también los manuscritos de la casa ducal de Urbino.
En 1661 el intelectual griego León Alacio se convirtió en bibliotecario. En 1689 se incorporaron a la biblioteca las colecciones de la reina Cristina de Suecia.
Durante el siglo XVIII, la biblioteca se enriqueció también con nuevas adquisiciones y surgió el primer proyecto de publicar un catálogo completo de los manuscritos de la biblioteca. Sin embargo, solo llegaron a publicarse tres de los veinte volúmenes proyectados. A finales del siglo algunos libros debieron ser entregados como tributo de guerra a la Francia napoleónica, si bien la mayoría fueron restituidos con la derrota de Napoleón, en 1815.
Hoy la biblioteca custodia más de 1.600.000 libros antiguos y modernos, de los cuales 8.300 son incunables, más de 150.000 manuscritos y documentos de archivos sin contar 100.000 documentos impresos y fragmentos, 300.000 monedas y medallas y 20.000 objetos de arte.
El Archivo Apostólico Vaticano, que fue separado de la biblioteca a comienzos del XVII, contiene unos 150.000 volúmenes.
Entre los más importantes manuscritos de la biblioteca está el Codex Vaticanus, el más antiguo manuscrito completo de la Biblia. La Historia Secreta de Procopio se descubrió en esta biblioteca, y se publicó en 1623. También se encontró en ella uno de los tres cancioneros conocidos de la lírica galaicoportuguesa, el llamado Cancionero de la Biblioteca Vaticana. Custodia asimismo las actas originales del proceso de Galileo, un manuscrito autógrafo de santo Tomás de Aquino y las cartas originales del caso de Martín Lutero.
Desde el 20 de septiembre de 2010 y tras distintas reparaciones que la mantuvieron cerrada al público durante tres años, la Biblioteca reabrió al público.
En la Biblioteca Vaticana se conserva el Codex Vaticanus (Códice Vaticano 1209), uno de los más antiguos manuscritos griegos de la Biblia, que se encuentra allí al menos desde el siglo XV. Es un códice del siglo IV que contiene casi en su totalidad el texto bíblico.
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