El Bloque Nacional fue una coalición de derecha monárquica de la Segunda República Española creada en 1934 por José Calvo Sotelo que coaligó el sector más radical seguidor de Calvo Sotelo dentro de los alfonsinos de Renovación Española con tradicionalistas del sector próximo al conde de Rodezno y a Víctor Pradera.
En mayo de 1934 Pedro Sainz Rodríguez ya había lanzado la idea de conformación de un «Bloque Nacional», que aglutinara a las derechas antirrepublicanas.
El 8 de diciembre de 1934 apareció, aunque fue censurado, el manifiesto fundacional, en la línea de la doctrina contrarrevolucionaria de Acción Española; defendía una vuelta a los valores tradicionales con una monarquía autoritaria y el ejército como el agente contrarrevolucionario (el ejército como «columna vertebral de la patria», concepto que recuperaría el franquismo). Se proponía un Estado fuerte e integrador de tipo antiparlamentario, más cercano al modelo de poder propugnado desde el fascismo que a las corrientes ultraconservadoras vigentes hasta entonces en España.
A pesar de pretender constituir un polo de la derecha, ni José Antonio Primo de Rivera (líder de la Falange Española de las JONS) ni José María Gil Robles (líder de la CEDA) dieron su apoyo al proyecto; ambos mantenían una fuerte rivalidad y albergaban diferencias personales con Calvo Sotelo. Al grueso constituido por alfonsinos y carlistas también se sumó el Partido Nacionalista Español del doctor Albiñana. El nuevo proyecto encontró incluso cierta resistencia en los sectores oficialistas de las formaciones a las que acogió principalmente en su seno; pese al propósito pretendidamente electoral del proyecto, llegó a ser visto por los sectores de Manuel Fal Conde (Comunión Tradicionalista) y de Antonio Goicoechea (Renovación Española) como una amenaza al propio futuro de sus formaciones.
La primera ejecutiva del Bloque estuvo compuesta por José Calvo Sotelo, Pedro Sainz Rodríguez, Víctor Pradera, Juan Antonio Ansaldo y José María Lamamié de Clairac.
La obra El Estado Nuevo (1935) de Víctor Pradera, en la que sistematizó la forma política del Estado enraizado al corporativismo católico inspirado en las encíclicas de León XIII, con el foralismo de Vázquez de Mella y la tradición española, serviría de programa al Bloque Nacional.
En 1935 Ansaldo creó las llamadas «Guerrillas de España», un grupo paramilitar de limitado alcance, sobre los elementos juveniles del Bloque.
La opción del Bloque Nacional obtuvo un fracaso electoral en las elecciones de 1936, haciéndose patente el escaso apoyo popular al alfonsismo autoritario, aunque paradójicamente reforzó a los calvosotelistas dentro del espectro de la derecha radical. Tras conocer los resultados Calvo Sotelo trató de que se declarara el estado de excepción y no vaciló posteriormente en volver a reclamar dentro de un clima de creciente inestabilidad política y social la instauración de una dictadura militar; no obstante, tras las elecciones de febrero el bloque se precipitaría a una dinámica de disolución.
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