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Bothrops insularis



Bothrops insularis o también conocida como serpiente cabeza de lanza dorada es una especie de serpiente de la familia Viperidae endémica de la pequeña isla de Queimada Grande, frente al estado de Sao Paulo, Brasil.[2]​ Es de color beige-amarillento y su cabeza es triangular, lo que es característico del género Bothrops.

Puede llegar a crecer hasta 1200 mm de largo, presenta un color marrón amarillento pálido con un patrón de manchas a lo largo del cuerpo que pueden ser triangulares o cuadrangulares. En cautiverio, este color amarillento a menudo se vuelve mucho más oscuro, este puede ser el resultado de la mala circulación causada por la termorregulación ineficaz.[3]B. insularis también tiene una cola más larga que su pariente más cercano, B. yarara, que es más probable una adaptación para ayudar a maniobrar a la serpiente a través de los árboles.

Debido a la aislada zona en la que vive, no ha habido ningún informe oficial de un ser humano que haya sido mordido por B. insularis. Pero el género Bothrops, es el que causa más accidentes ofídicos en América. Los síntomas por el envenenamiento de Bothrops incluyen: dolor local, náuseas y vómito, ampollas de sangre, moretones , sangre en el vómito y la orina, sangrado intestinal, insuficiencia renal, hemorragia en el cerebro y necrosis grave del tejido muscular, etc.[4]​ Los análisis químicos del veneno de B. insularis sugieren que es cinco veces más potente que el de B. jararaca y que es el que actúa más rápido entre las especies del género.[3]

Es endémica de la isla Queimada Grande, esta isla contiene solo 43 hectáreas,[1]​ que tienen diferentes hábitats como: bosques, claros y arbustos, etc. La temperatura de la isla es suave, no pasa de 18 grados centígrados, aunque por el amplio terreno rocoso, no es muy accesible para los seres humanos. Estas serpientes prefieren los árboles para cazar a sus presas, o también en la hojarasca y entre las grietas de las rocas donde digiere a sus presas tranquilamente. Pero su hábitat sigue disminuyendo, debido a la constante eliminación de la vegetación.

Se alimentan principalmente de aves , y pequeños lagartos, e incluso pueden recurrir al canibalismo. Las crías recién nacidas y los juveniles se alimentan de invertebrados.[5]

Esta especie se encuentra en peligro crítico de extinción, debido a que en la isla el espacio es pequeño, solo puede ofrecer una pequeña población; lo que hace a la especie sensible a cualquier otro problema. Su principal amenaza es la pérdida de hábitat debido a los incendios provocados, entre otros motivos por parte la Marina de Brasil con el fin de construir un faro en la isla.[1][3]

B. insularis puede ser arbórea y terrestre, a pesar de que no tiene una verdadera cola prensil, se encuentran en los árboles para cazar a sus presas, ya que su dieta está compuesta principalmente por aves.[6]​ A diferencia de otras serpientes que muerden a su presa, la dejan ir y luego la siguen, esta serpiente mantiene a su presa aferrada a su boca después del envenenamiento.[6]​ Durante el periodo reproductivo, que es entre agosto y septiembre, se aparean tanto en los árboles como en el suelo;[3]​ una hembra de B. insularis tiene de media 6,5 crías.[7]



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