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Brian De Palma



Brian Russell De Palma (Newark, Nueva Jersey; 11 de septiembre de 1940) es un director de cine y guionista estadounidense.

De Palma nació el 11 de septiembre de 1940 en Newark, Nueva Jersey, el más joven de tres hermanos, hijo del cirujano ortopédico Anthony Federico De Palma, de origen italiano, y de Viviene De Palma.[1]​ Desde muy temprana edad se interesó sobre todo por las ciencias y la técnica; en dos ocasiones ganó la "National Science Fair Competition" (Concurso Nacional de Ciencias). Cuando estudiaba en el instituto, se encargaba de construir ordenadores.[2]

Mientras estudiaba la carrera de física, descubrió su pasión por el séptimo arte, interesándose especialmente por el trabajo de Alfred Hitchcock, Roman Polanski y Jean-Luc Godard. De 1962 a 1964 estudió arte dramático en el Sarah Lawrence College de Nueva York y dirigió varios cortometrajes.

Tras seis producciones independientes, en las que destaca su primera mirada hacia los conflictos bélicos y en especial a la guerra en Vietnam, Saludos (1968) y su secuela Hola, mamá (1969), con un joven y desconocido Robert De Niro, salta a la fama con la película Hermanas (1973) y usa por primera vez las pantallas divididas, que después serán, junto con el estilo voyeurista que ya había mostrado en sus películas anteriores, una característica en su estilo.

El éxito de esta película le llevaría a hacer un cine donde el thriller de marcada influencia hitchcockiana sería su estandarte, aunque serían dos obras de género fantástico, El fantasma del paraíso (1974) y sobre todo el descomunal éxito de la primera adaptación de una novela de Stephen King, Carrie (1976), las que le situarían como uno de los más interesantes autores del nuevo cine de Hollywood que despuntó en los años 1970. Como curiosidad cabe señalar que George Lucas y él, grandes amigos entonces, hicieron un casting conjunto para Carrie y La guerra de las galaxias. También ayudó a redactar el texto que aparece en la primera escena de esta película.

Ya en los 80 encadenaría éxitos y fracasos a partes iguales. Siempre que volvía al thriller al estilo Hitchcock triunfaba (Vestida para matar y Doble cuerpo), pero sus inquietudes le llevaron a aceptar el encargo de rodar una nueva versión del clásico Scarface (1932), con Al Pacino como gran estrella. A pesar de haber sido una de las películas más taquilleras de 1983 (recaudó 65 millones de dólares) y que hoy en día es un clásico de culto, en su época fue destrozada por la crítica y supuso un enorme fracaso comercial que hizo que Pacino sólo rodase una única película desde ahí hasta 1989.

Tras rodar una inocente comedia de mafiosos donde la personalidad del director no se deja ver por ninguna parte, Dos tipos geniales, llega al cénit de su carrera con otro trabajo de encargo, Los Intocables de Eliot Ness. Pionera en la adaptación de series televisivas a la gran pantalla, tanto la crítica como el público la respaldaron. En la cinta se reúne un magnífico plantel de actores donde se ven a unos despuntantes Kevin Costner y Andy García, y a unos espléndidos Sean Connery, quien ganaría el Óscar al Mejor Actor de Reparto por su rol en la cinta, y Robert De Niro, deslumbrante en el papel de Al Capone. Cabe mencionar que Al Capone fue la inspiración del tándem Howard Hawks/Howard Hughes para el antihéroe Tony Camonte en la Scarface original.

Tras este sensacional éxito, De Palma vuelve los ojos a su vieja obsesión sobre Vietnam aprovechando la estela de premios de Platoon (1986) de Oliver Stone. En esta ocasión rememora una noticia que le marcó en su juventud, la violación de una joven vietnamita a manos de unos soldados estadounidenses, en Corazones de hierro (1989). La cinta, a pesar de sus buenas intenciones, se hundió en la taquilla y fue ignorada a pesar (o quizás por culpa) de contar con el emergente Michael J. Fox como protagonista. Cabe reseñar que esta historia la retomaría años después en Redacted (2007), pero enmarcándola en la Guerra del Golfo.

Su mayor fracaso fue sin embargo su siguiente película, La hoguera de las vanidades (1990), destrozada y denostada a partes iguales; el intento de sacarle de la condición de "artesano" para ser un autor acabó como si hubiese sido un espejismo, aunque todavía haría una última intentona con la notable Atrapado por su pasado (1993), donde reúne a Al Pacino y a Sean Penn en un intenso duelo actoral que sigue la estela de El precio del poder. Al igual que ésta, en su momento pasó desapercibida para posteriormente convertirse en un clásico del cine.

En la filmografía pendular de De Palma no podía faltar otra nueva adaptación por encargo de una serie de TV. Misión: Imposible (1996) es un vehículo para lucimiento de su productor y protagonista Tom Cruise. No se sabe si por las constantes peleas entre estrella y director, el trabajo de De Palma fue eficaz pero sin chispa, lo cual desgraciadamente se ha convertido desde entonces en moneda común en su cine. A pesar de esto se saldó con una taquilla arrolladora que dio al neoyorquino vida tras las pobres recepciones de sus últimas películas.

Ojos de serpiente (1998) y Misión a Marte (2000) intentaron ser, igual que la anterior, vehículos de lucimiento de Nicolas Cage; la primera, intentó consolidar la posición de los emergentes Gary Sinise, Don Cheadle, Connie Nielsen y Jerry O'Connell, mientras que la segunda trató de afianzar el estatus de Tim Robbins, pero en ambos casos las cifras no fueron lo suficiente como para llamar la atención a pesar de ser películas esforzadas, aunque no notables.

Después de Misión a Marte, y tras una serie de problemas con la industria estadounidense, se traslada a Francia, donde reside, y encuentra una serie de productores, con los que consigue filmar Femme Fatale (2002). Esta película, a pesar de recibir críticas negativas, es considerada por críticos de renombre como Roger Ebert como una excelente película. Unos años más tarde, se reencuentra con el productor Art Linson (productor de Los intocables de Eliot Ness y Corazones de Hierro) y regresa a los Estados Unidos para dirigir La Dalia Negra (2006), también con pobres resultados.

Tras este último fracaso, vuelve a sus orígenes, al cine de pequeño formato, a la obsesión sobre la guerra y a la ruptura visual a la que acostumbró al público con Redacted (2007), pero, como todas las películas bélicas ambientadas en el conflicto del golfo, esta también pasó desapercibida.

En 2017 Brian De Palma empezó el rodaje del thriller Domino en Málaga,[3]​ y luego se trasladó a Almería para rodar en el aeropuerto, la plaza de toros y el puerto.[4]​ La película estaría protagonizada por Nikolaj Coster-Waldau, y la selección de figurantes tuvo lugar en el Estadio de los Juegos Mediterráneos.[5]​ Tras la primera toma, que se rodó en la plaza de toros,[6]​ el rodaje tuvo problemas debido a las exigencias, a los pocos figurantes y el cambio de protagonista de Christina Hendricks a Carice van Houten.[7]​ Al terminar el rodaje en Almería, De Palma se marchó a rodar en Dinamarca.[8]Finalmente Brian De Palma no continuó con la película debido al bajo presupuesto que tenía[cita requerida].

Por motivo de su llegada a Almería por el rodaje de Domino, Brian De Palma recibió una miniatura de la estrella que luciría en el Paseo de la Fama de Almería,[9]​ al igual que sucedió con el protagonista Nikolaj Coster-Waldau.[10]



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