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Bromuro de glicopirronio



El bromuro de glicopirronio es un medicamento broncodilatador, pertenece al grupo farmacológico de los anticolinérgicos inhalados de acción larga (LAMA). Esta autorizado como tratamiento broncodilatador de mantenimiento, para el alivio de los síntomas en pacientes adultos con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), que afecta sobre todo a fumadores.[1][2]

El bromuro de glicopirronio se administra por inhalación, causando una broncodilatación que puede mejorar la sintomatología de las patologías obstructivas pulmonares. Sus efectos broncodilatadores son locales debido a su baja capacidad para atravesar barreras biológicas y dependen del tono vagal bronquial,[3]​ que en los pacientes con EPOC está incrementdo produciendo la obstrucción de los bronquios. Los efectos aparecen aproximadamente 5 minutos de la administración y se mantienen durante 24 horas, mejorando la funcionalidad pulmonar, la capacidad inspiratoria, la sintomatología de la enfermedad y la calidad de vida de los pacientes, y reduciendo la disnea (dificultad para respirar) y la necesidad de medicación de rescate. Por el momento no se han detectado efectos significativos sobre la frecuencia cardíaca.

Es de rápida absorción (tiempo máximo cinco minutos) y se llega al estado estacionario tras siete días de tratamiento para una dosis de 44 mcg/24h. Se metaboliza de manera parcial en el hígado dando lugar a múltiples metabolitos que posteriormente se conjugan con el ácido glucorónico y son detectables en la orina. Su eliminación es lenta (debido a la acumulación pulmonar y la lenta liberación sistemática tras la inhalación) y se produce de forma parcial por metabolismo y en la excreción de la orina.

En caso de insuficiencia renal leve-moderada no se requiere reajuste posológico y en caso de ser grave-terminal usar solo si los beneficios superan los posibles riesgos. En caso de insuficiencia hepática no se requiere reajuste posológico.

Para la correcta administración el paciente debe ser previamente instruido por el personal sanitario.

Hipersensibilidad al glicopirronio o cualquier otro componente del medicamento.

La administración junto con otros fármacos anticolinérgicos podría potenciar los efectos antimuscarínicos en cuyo caso no se recomienda su utilización.

No se conocen efectos específicos de este fármaco sobre la capacidad de conducción, sin embargo en todos los fármacos anticolinérgicos se presenta la posibilidad de producir alteraciones visuales, visión borrosa o cefalea.

La mayoría son de carácter leve, presentándose como las más comunes: sequedad de la boca (a causa de los efectos anticolinérgicos) y reacciones locales fruto de la propia administración.

Síntomas: sequedad de boca, midriasis, taquicardia o alteraciones de la acomodación entre otros. El riesgo de intoxicación grave parece limitado debido a la administración en dosis bajas.



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