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Buceo profesional



El buceo profesional hace referencia a las actividades de buceo con fines no recreativos. Los buzos profesionales deben seguir una formación y un entrenamiento específico, pues su actividad implica alto riesgo.

En este tipo de buceo, a diferencia del recreativo es habitual el uso de mezclas de gases, escafandras o sistemas de respiración profesionales (máscaras faciales, cascos integrales de buceo, etc.) y equipos de apoyo como embarcaciones auxiliares, buques DP, y otros técnicos determinados por el trabajo a realizar.

Las principales categorías de buceo profesional son:

Algunas de las actividades realizadas por buzos profesionales son:


Han existido algunos modelos de "equipos de buzo" que eran autónomos y por tanto no se les suministraba aire desde la superficie; por ejemplo, los equipos de Rouquayrol - Denayrouze (alimentados por una reserva de aire comprimido y fabricados en Francia en 1864)[1]​ o los trajes espaciales Dräger (recicladores alimentados con oxígeno y fabricados en Alemania en 1912).[2]

Hoy en día los buzos que trabajan en el mantenimiento de puertos (instalación y mantenimiento de cables submarinos, boyas de superficie, redes, contención). Utilizan escafandra autónoma con chaleco estabilizador, que les permite subir o bajar de acuerdo a diferentes profundidades a las que tienen que trabajar (a poca profundidad, por lo general menos de 10 metros). Mientras los buzos deben trabajar sólo en el lecho marino a profundidades donde el contenido de oxígeno en el aire comprimido no llega a ser tóxico, incluso por hiperoxia, aunque pueden respirar el aire de la superficie, y el límite queda acotado a una profundidad de aproximadamente 66 metros.

Más allá de esta profundidad, limitada por los peligros de la hiperoxia del aire comprimido, el buceador se puede sumergir respirando mezclas de gases que reducen el contenido de oxígeno, tales como Trimix o hydreliox. Si se controlan estrictamente y se preparan con antelación y suficiente cuidado las inmersiones con mezclas de gases, permiten a buzos trabajar a profundidades de cerca de 200 o 300 metros, o incluso 500 metros, como los realizados en la década de 1970 por el fundador de Comex. Los medios técnicos actuales desarrollados para aumentar la seguridad del buzo permiten realizar trabajos a estos fondos usando el sistema de saturación o bien utilizando robots subacuáticos operados desde superficie, R.O.V. (Remote Operated Vehicle).

El buzo comercial, civil o militar también puede bucear a profundidades de cerca de cien metros utilizando una escafandra rígida, pero este tipo de equipo está diseñado para trabajos especiales y caros de realizar. La escafandra rígida Newtsuit es un modelo canadiense que puede trabajar hasta 300 metros de profundidad. Sus derivados, comercializados bajo la marca Hardsuit, pueden funcionar hasta 600 metros.

En la actualidad los buzos comerciales son trabajadores generalmente polivalentes, con conocimientos en soldadura, corte, explosivos, carpintería, hormigón, compuesto de inyección, las herramientas neumáticas e hidráulicas, el funcionamiento de las cámaras hiperbáricas, vídeo y fotografía submarina, maniobra de barcos, aparte de la utilización y mantenimiento de una amplia variedad de equipos de buceo. Para realizar descubrimientos importantes como, por ejemplo, el de ciudades en el fondo del mar

En la legislación de otros países, la formación, las titulaciones y especialidades difieren sustancialmente.

En España, para cualquier trabajo remunerado realizado bajo el agua (incluso el científico) o en ambiente hiperbárico (tuneladoras) se debe obtener una titulación oficial de buceo profesional. El certificado médico oficial debe renovarse cada año y su precio puede variar dependiendo del centro médico hiperbárico, o puede ser gratuito a través del ISM si el buzo está enrolado en una embarcación.[cita requerida]

Sus atribuciones son:[3]

Realización de trabajos subacuáticos básicos con métodos y procedimientos establecidos, utilizando equipos de buceo autónomos y de suministro desde superficie con aire. Efectuar inmersiones hasta una profundidad de 30 metros..

Realizar inmersiones aplicando los protocolos de descompresión y normas de seguridad, manejando equipos e instalaciones hiperbáricas simples para efectuar trabajos subacuáticos básicos con aire/nitrox hasta 50 m.c.a con buceo autónomo o 60 m.c.a con suministro desde superficie .

Existe la posibilidad de realizar el curso de Formación Profesional de Grado Medio, el curso de Técnico de Buceo a Media Profundidad (1400 horas). Con las correspondientes especialidades:

Hay dos:

Profundidad operativa de hasta 90 metros, dependiendo de la técnica. Permite buceo autónomo, suministro desde superficie y campana húmeda.

Profundidad operativa limitada únicamente por la técnica de buceo empleada. Permite buceo autónomo, suministro desde superficie, campana húmeda, y torreta de inmersión. Habilita para el buceo en saturación (letra Z en las tablas U.S. Navy).

Según la legislación vigente, para ejercer en Francia o en las aguas francesas del buzo comercial debe tener un título expedido por el INPP (Instituto Nacional de Buceo Profesional), Escuela de Formación Profesional sesión de buceo en Marsella.[4]

Buzo moderno caminando por el fondo del mar

Buzo moderno completamente equipado con equipo de suministro de superficie

Una plataforma para bajar y subir a los buzos

Buzo en un ambiente contaminado, con el casco Aquadyne AH3.

Buzos que se preparan para colocar un sistema de posicionamiento acústico submarino (foto 1995).

Antiguo equipo de buzo conservado (Museo de Seabee)

Buzo tradicional, con suministro de aire de la superficie (grabado del siglo XIX, London News).

Casco de buzo Draeger; es un modelo DM20 de aire reciclado de 1915. Esta copia se hizo en 1936 y se exhibe en el museo Oceanópolis de Brest, Francia.

Zapatos viejos de plomo para caminar sobre el fondo del mar (Museo Sjøfart, en Noruega).




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