Buenos días, Isabel es una telenovela venezolana realizada en el año de 1980 por la cadena Venevisión. Original de la escritora cubana Delia Fiallo y protagonizada por Flor Núñez y José Bardina.
Isabel es esa clase de secretaria con el que todo ejecutivo sueña: eficiente, inteligente, dedicada y confiable. Pero como mujer, Isabel deja mucho que desear, es gris, monótona e insignificante. Esa timidez que derivaba en un trastorno de personalidad era debido a la influencia de Lucrecia, una madre dominante y sobreprotectora, que por mero fanatismo religioso hizo que su hija Isabel creciera con una autoestima muy baja y un desinterés por verse atractiva para los hombres.
Para su jefe José Manuel, un exitoso y apuesto empresario, Isabel es solo una empleada, que aunque indispensable, es solo una empleada y nada más. José Manuel había enviudado joven y criaba a su pequeña hija María Jesús con la ayuda de la madre de su difunta esposa, quien no veía con buenos ojos que él se relacionara con otras mujeres ya que pensaba que él debía rendir devoción a la memoria de su hija, pero pese a su actitud, debía soportar la presencia de Ligia, la novia de José Manuel, una mujer tan bella como frívola.
En la inmensa lealtad de Isabel para José Manuel, se ocultaba un profundo amor, y por eso verlo feliz era su único objetivo en la vida. José Manuel era feliz, se sentía pleno al lado de Ligia, y ella aunque lo amaba lo encontraba aburrido y esa situación hace que caiga en los brazos del mejor amigo de su novio; cuando José Manuel descubre esa traición se siente devastado, Ligia y su amante se ven obligados a huir ante el temor de una represalia por parte de José Manuel.
Él está sumido en una depresión, e Isabel triste de verlo así trata de consolarlo, es en esos instantes cuando José Manuel comprende que su mustia secretaria, a la que apenas saludaba con un Buenos días, Isabel, estaba enamorada de él, eso lo hace tomar la equivocada decisión de proponerle matrimonio, pero no movido por el amor sino para mitigar el despecho que le dejó Ligia. Isabel accede gustosa, en el fondo guarda la esperanza de que José Manuel la ame, y eso la hace revelarse a su madre y casarse.
José Manuel se casa con Isabel, en medio de una borrachera la hace suya, pero al día siguiente la desprecia; Isabel destrozada huye de su lado, va en busca de su madre y esta la atormenta, pero ya Isabel no es la misma mujer débil y eso Doña Lucrecia no puede soportarlo, cae enferma y muere.
Isabel aconsejada por una amiga, decide emprender un viaje. José Manuel ha comenzado a extrañarla y arrepentido decide buscarla, pero no la encuentra, su pesar va en amento pues se da cuenta de que esa gris secretaria significaba algo más para él de lo que pensaba y que Isabel con su belleza interior y la pureza de su alma se había ganado su amor. Ligia vuelve dispuesta a reconquistar a José Manuel, pero este la rechaza porque no la ama y está esperando a su esposa Isabel.
Cuando Isabel regresa de su viaje todos quedan impactados, ella es prácticamente una nueva mujer, muy bien arreglada y vestida, luciendo bellísima. Isabel no está dispuesta a perdonar a José Manuel, pero al cabo de un tiempo se da cuenta de que él la ama verdaderamente y quiere hacerla inmensamente feliz.
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