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Cabezabellosa



Panorámica de Cabezabellosa

Término municipal en la provincia de Cáceres

Cabezabellosa es un municipio español de la provincia de Cáceres, Extremadura.

Está situado en los Montes de Tras la Sierra, entre el valle del Jerte y el valle del Ambroz, al norte de Plasencia.

El nombre de Cabezabellosa se repite aplicado a distintos parajes y pueblos; por ejemplo, en el pueblo salmantino Cabezabellosa de la Calzada. Riesco Chueca sitúa su origen en metáforas capilares, del tipo del francés pelouse ‘césped’, partiendo del latín VILLŌSUS 'velludo, hirsuto'. En tales denominaciones puede haber tenido influencia el frecuente hecho de que los accidentes del relieve o del roquedo vayan acompañados de una cubierta vegetal diferenciada: pequeños o grandes parches de matorral aislado, o de vegetación herbácea densa pueden haber suscitado la comparación con barbas, cabellos o vellos.[4]

Similar origen tendrán topónimos como Peñavellosa y Valvellosa (Molinaferrera, León) y también el cerro de Capeloso (La Faba, León) o el pueblo de Capileira (Granada). Puede compararse también el topónimo, frecuente en Portugal, Barbosa, que sin duda tiene un referente vegetal, a la vista de su sufijo.[5]​ El árabe vulgar ŠA‛RA, del que procede el castellano jara, es el femenino de un adjetivo que significa ‘velloso, peludo’, pero pasó a significar en el norte de África y Al-Andalus ‘bosque, bosquecillo’ y luego ‘matorral, mata’.[6]​ El uso metafórico en Cabezavellosa se basa en una coordinación de símiles: un altozano es equiparado a una cabeza y su vegetación, al vello de ésta (entendido como pelo hirsuto, crespo o rizado).[4]​ Tal hipótesis, que implica una coordinación o refuerzo metafórico, parece darse también en el abundante topónimo Cabezamesada (en Toledo y otras partes), que habrá de entenderse como 'cabeza cuyo pelaje parece arrancado'; ello siempre aludiendo a la cubierta vegetal del altozano en cuestión, y sobre la base del antiguo mesar 'arrancar[se] los pelos'.

En el campo de la etimología popular, se han citado varias interpretaciones. Los primeros escritos donde consta lo nombran como Cabeza Vellosa o Cabezavellosa, se cree que fue cambiado a Cabezabellosa para evitar conceptos peyorativos, y consiguiendo todo lo contrario.

Existen diversas teorías para su origen, una leyenda de tradición oral dice que los habitantes acudían a Cáparra, para cortarse el pelo pues en el pueblo no había barbero, al encontrarse a cierta distancia acudían de mucho en mucho, cuando las gentes los veía aproximarse decían: "Ahí vienen los Vellosos, ahí vienen". El término "cabeza" parece hacer referencia al cerro, al abrigo del que se encuentra, pues en castellano "cerro" es también "cabezo" o "cabeza". Así Cabezabellosa sería "el cerro de los bellosos".

Otras teorías señalan que se refería a una antigua cabeza de ganado llamada Los Vellos o a un carácter belicoso de este pueblo, del latín Capus Belicosa, también "vellosa" podría hacer referencia al tipo de vegetación del cerro. La más acertada parece ser la primera, sustentada por la leyenda de tradición oral y el gentilicio que parece dar el nombre al sitio, no viceversa.

El término municipal de Cabezabellosa limita con:[7]

Su climatología es benigna; con veranos menos calurosos, al situarse en la montaña; e inviernos templados, por localizarse geográficamente al abrigo que configura la diferencia altitudinal entre submesetas frente a los vientos del norte.

El paisaje más inmediato consiste, en prados y bosques caducifolios de robles, fresnos y castaños, regados por pequeñas gargantas y con promontorios y páramos donde afloran formaciones graníticas. Aquí y allá, se distribuyen pequeñas huertas y cultivos de frutales. El conjunto se enmarca en extraordinarias vistas a los valles Ambroz y Jerte.

Debido a la estratificación altitudinal a altas cotas predomina el bioma estepario y el matorral de Lavandula sp., Cytisus sp. o Erica sp., según la zonación. Hacia cotas bajas hay una transgresión por bosque mixto de perennes y caducifolios que conduce a dehesas de encina y/o alcornoque a orillas del Jerte y a matorral mediterráneo en el valle Ambroz. Esta diversidad de ecosistemas se traduce en una rica flora y fauna.

El Pitolero es la cota más alta de la Sierra de Cabezabellosa, desde su vértice geodésico se domina gran parte de la llanura cacereña, en días claros es posible divisar la capital. Algunos parapentistas han logrado sobrevolar la ciudad de Salamanca partiendo de este punto, tras superar el puerto de Béjar.

El pueblo ya se conocía por el nombre de Cabezavellosa en el siglo XV según el censo de Plasencia de 1494, que dictaminaba una población de cincuenta vecinos. Durante el siglo XVI el agua que recogía el Acueducto de Plasencia procedía de la sierra de Cabezabellosa y El Torno.

A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional en la región de Extremadura, entonces conocido como Cabeza Vellosa o Cabezavellosa. Desde 1834 quedó integrado en el Partido Judicial de Plasencia.[8]​ En el censo de 1842 contaba con 175 hogares y 959 vecinos.[9]

El municipio ha tenido la siguiente evolución demográfica desde 1900:[10][11]

Fuente: Instituto Nacional de Estadística de España - Elaboración gráfica por Wikipedia.

Cuenta con un pasado eminentemente pastoril y ganadero, habiendo sido conocido en toda la provincia por su gran cabaña caprina. El régimen de explotación agraria era el de minifundios diversificados con el objetivo de suplir las necesidades de una economía de subsistencia, así la diversificación consistía en huertas, cultivos de leguminosas, cereales y patatas, olivos, frutales y explotaciones de castaños para el fruto y madera.

Las explotaciones caprinas y porcinas han sufrido un gran declive en las últimas décadas, conservándose prácticamente solo las explotaciones de vacuno. El culto a San Antonio denota el gran carácter ganadero de este pueblo. Las explotaciones de vacuno se extendían más allá de su término para el aprovechamiento de pastos de invierno en las inmediaciones de Monfragüe y otras fincas.

Hoy en día ha cobrado gran significancia las explotaciones de frutales, cerezo y ciruelo, con las denominaciones de origen Picota del Jerte y Claudia del Ambroz, respectivamente.

El sector de la construcción ha sido siempre de gran importancia y lo es aún en la actualidad.

Con el auge del turismo se han desarrollado algunos nuevos negocios en los últimos años, que vienen a completar el sector servicios que pueda tener cualquier otra población con las mismas características. En la localidad existe aún algunos artesanos, pero no desarrollan actividad comercial alguna.

Diversas condiciones están haciendo de Cabezabellosa destino turístico y de vacaciones, ya sea en régimen de alojamiento o de segunda residencia.

Su localización y proximidad a lugares de interés ha sido notablemente potenciada por la mejora de las comunicaciones, que por otro lado han facilitado el acceso desde los grandes núcleos de población.

Algunas de estas condiciones han hecho a Cabezabellosa partícipe del gran auge que ha sufrido el turismo rural durante los últimos años en la zona, aunque aún está lejos de copar todo su potencial. En la actualidad, hay en la localidad tres casas rurales, un hostal que también oferta apartamentos y varios bares-restaurentes; las únicas actividades locales ofertadas son la observación de aves y el alquiler de bicicletas. Por otro lado, está aumentando notablemente el número de segundas residencias. Cabe mencionar que el turismo no es ninguna novedad en la población, ya acogía a visitantes en régimen de pensión o alquiler, muchas décadas atrás.

El escudo de Cabezabellosa fue aprobado mediante la "Orden de 25 de mayo de 2004, por la que se aprueba el Escudo Heráldico, para el Ayuntamiento de Cabezabellosa", publicada en el Diario Oficial de Extremadura de 22 de junio de 2004 luego de haber aprobado el escudo el pleno municipal el 26 de septiembre de 2003 y haber emitido informe el Consejo Asesor de Honores y Distinciones de la Junta de Extremadura el 29 de abril de 2004. El escudo se define oficialmente así:

Existen numerosos senderos para realizar rutas a pie o en mountain bike. Otra actividad con gran relevancia es el vuelo libre, en parapente y ala delta, la Sierra de Cabezabellosa configura una serie de condiciones que ha llevado a que sea un lugar asiduo para los practicantes de este deporte, habiéndose celebrado varios campeonatos de carácter nacional. Existen dos zonas para el despegue, hacia el Sureste, en la ladera de Romanejos; y hacia el Noroeste, desde El Pitolero. En el Cancho del Búho, en el que encontramos la Ermita de Nuestra Señora del Castillo, hay 6 vías de escalada deportiva equipadas. Sus dificultades van del III+ al 6b con unos atardeceres increíbles. Es evidente que se exige respeto y evitar molestias. No beber del pilón entre el pueblo y la zona de escalada.



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