Abu Bakr al-Baghdadi (Samarra, Irak, 28 de julio de 1971-Barisha, Idlib, Siria, 27 de octubre de 2019), cuyo nombre secular era Ibrahim Awwad Ibrahim Ali al-Badri al-Samarrai (ابراهيم عواد ابراهيم علي البدري السامرائي ʔIbrāhīm ʕĀwad ʔIbrāhīm ʔal-Badrī ʔal-Sāmarrāʔī), fue el líder del grupo yihadista Estado Islámico que en 2014 se autoproclamó califa de todos los musulmanes, exigiendo obediencia a los musulmanes de todo el mundo.
Eligió su nombre de guerra en homenaje a Abu Bakr al-Siddiq, el primer califa del Islam, suegro de Mahoma y, a su vez, iniciador de la serie de los llamados califas ortodoxos. Desde 2015 se le dio por muerto en varias ocasiones. En abril de 2019, tras cinco años de silencio, reapareció en un vídeo felicitando a los autores de los atentados de Sri Lanka, verificando que seguía vivo. El 26 de octubre de 2019, el presidente de Estados Unidos Donald Trump afirmó que Al Baghdadi había muerto durante una operación militar de Estados Unidos en el noroeste de Siria, sosteniendo que se habría suicidado con un cinturón de explosivos durante la acción de los comandos estadounidenses. En su intervención, Trump agradeció la ayuda de Rusia, Turquía, Siria, Irak y los kurdos.
La revista estadounidense Time lo consideró el hombre más peligroso del mundo, y el diario francés Le Monde, como el sucesor de Osama Bin Laden. El diario británico The Guardian lo comparó con el pastor Jim Jones, que condujo a casi mil de sus seguidores a un suicidio colectivo en Guyana en 1978. En 2011, el Departamento de Estado de los Estados Unidos ofreció una recompensa de 10 millones de dólares por información viable que lleve a su captura o muerte. Se llegaron a ofrecer por él 25 millones de dólares, lo que lo convirtió en el terrorista más buscado del mundo, junto al líder de Al Qaeda, Aymán al-Zawahirí. En noviembre de 2014, la revista Forbes lo incluyó en el puesto 53 de las personas más poderosas del mundo.
Al-Baghdadi nació en Samarra en 1971. Obtuvo un doctorado en estudios islámicos por la Universidad de Bagdad. Empezó a interesarse por la yihad tras la ocupación estadounidense de Irak en el año 2003 año en el que se sumó a la insurgencia contra la invasión estadounidense en la que se derrocó a Saddam Hussein.
En 2004, estuvo detenido durante once meses por las fuerzas estadounidenses en el centro de detención Camp Bucca. Allí estableció relaciones con exgenerales del régimen de Saddam Hussein. En diciembre de 2004, fue liberado por una Junta de Revisión y Publicación.
De 2010 a 2013, el grupo Estado Islámico formó parte de Al Qaeda. La alianza se rompió tras el cuestionamiento a la autoridad del egipcio Aymán al-Zawahirí, sucesor de Osama Bin Laden. Un año después al-Baghdadi se convirtió en el líder de la organización después de que su antecesor fuera asesinado.
Según el diario The Guardian del 18 de marzo de 2015, Abu Bakr al-Baghdadi sufrió un ataque aéreo de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos que lo hirió gravemente mientras se trasladaba con su convoy por una ruta del autoproclamado califato, el vasto territorio que su milicia arrebató a Irak y Siria.[cita requerida]
Asimismo, The Guardian afirma que «las heridas de Al-Baghdadi motivaron reuniones de emergencia de los dirigentes del Estado Islámico, que, al principio, pensaban que moriría, e hicieron planes para nombrar a otro líder».[cita requerida]
Abu Bakr al-Baghdadi, junto a un grupo de hombres separados de al Qaeda, establecieron una suerte de colonias en los territorios de entre Iraq y Siria. En 2013, al-Baghdadi desafió abiertamente el liderazgo de Aymán al-Zawahirí, líder de al Qaeda, y el Estado Islámico de Irak y el Levante se separó de este grupo que había fundado el difunto Bin Laden, acción que hizo crecer aún más su fama entre los yihadistas. Algunos señalan que bajo el gobierno de Saddam Hussein ya era un radical, pero otros afirman que después de la invasión de Irak de 2003, al-Baghdadi asumió posturas propias del yihadismo.
El 29 de junio de 2014, Al-Baghdadi se autoproclamó califa (jefe de Estado y monarca absoluto) de Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS), realizando su primera aparición pública en la oración del viernes 4 de julio de 2014 en la Gran Mezquita de Mosul según un vídeo en Internet en el que aparece Al-Baghdadi durante una intervención en un púlpito.
Abu Bakr al-Baghdadi se consideraba califa del Estado Islámico y comandante en jefe. A su vez, le reportan dos lugartenientesː Abu Muslim al Turkmani (abatido en Mosul, en agosto de 2015, durante un bombardeo de un dron estadounidense), quien tenía a cargo el territorio de Estado Islámico en el norte de Irak y siete gobernadores bajo sus órdenes, y Abu Ali al-Anbari, que gestionó los territorios ocupados en Siria con cinco gobernadores a su cargo. Ambos antiguos generales del régimen de Saddam Hussein. En total este triunvirato gobernó a 8 millones de personas y contó con nueve consejos con carácter de ministerios: El Consejo Superior Islámico, el de la Sharia (compuesto por nueve especialistas en la Ley Islámica), el militar, el legal (disputas familiares e infracciones religiosas), el de seguridad, el de inteligencia, el financiero, el de asistencia a los yihadistas y el de medios de comunicación.
El 20 de enero de 2015, el primer ministro iraquí, Haider al Abadi, informó que al-Baghdadi habría sido herido de gravedad en la ciudad de Al Qaim como resultado de un bombardeo.
Como adherente a una rama radical del islam suní, Abu Bakr al-Baghdadi estableció todos sus decretos en consonancia con dicha ideología, no reconociendo la validez de otras escuelas islámicas. En general su política no distó mucho de la de otros líderes islamistas alrededor del mundo, solo distinguiéndose en el uso más radical de la fuerza y una mayor interacción con los medios de información y comunicación por parte de sus seguidores.
Al principio el grupo terrorista estuvo financiado por los reinos de la península arábiga en su enfrentamiento al régimen de Bashar al-Asad en Siria. Sin embargo, a medida que los militantes de Abu Bakr al-Baghdadi conquistaban territorios en Siria e Irak, empezaron a tener una mayor autonomía con altas posibilidades de autofinanciación merced a los dividendos obtenidos por medio del tráfico de combustible, al controlar de forma directa zonas geográficas ricas en petróleo, el tráfico de antigüedades, así como el dinero en efectivo obtenido de los bancos asaltados en las ciudades y pueblos que caen bajo su control. Además de sus recursos económicos, el Estado Islámico posee un considerable arsenal bélico arrebatado a las fuerzas armadas sirias e iraquíes.
Al-Baghdadi impuso inmediatamente la ley sharía como línea general de acción. En consecuencia con esto, una de sus primeras decisiones fue ordenar que las mujeres fueran obligadas a cubrir sus rostros, incluso los maniquíes en las tiendas, para no tentar a los hombres con ideas pecaminosas.
Se informó que una de sus primeras decisiones fue ordenar la mutilación genital femenina para todas las mujeres del califato. Algunos blogueros sugirieron que esta información podría ser falsa y un intento de desacreditar al Estado Islámico. Jenan Moussa, un corresponsal de la emisora Al AAan TV con sede en Dubái, publicó un tuit en el que aseguraba que sus contactos en Mosul no habían oído hablar de un edicto que impusiera dicha práctica.
Otro lineamiento es la intolerancia radical en contra de otros grupos religiosos y comunidades, como los cristianos, chiitas, yazidíes, turcomanos y mandeos. Todo aquel considerado infiel que no opta por convertirse al islam, es presa de ejecuciones sumarias y la trata de personas, lo que ha desencadenado un auténtico genocidio de tipo religioso en las zonas bajo su control. Sus casas fueron marcadas, sus bienes robados, las mujeres violadas y los niños asesinados. Se han denunciado decapitaciones de personas, incluyendo niños, que se niegan a la conversión, y la exposición de sus cadáveres en las plazas públicas. Por razones como estas se ha generado un fenómeno de desplazamiento masivo hacia países vecinos, lo que ha desencadenado una grave crisis humanitaria.
Los tribunales islámicos del califato han impuesto la pena capital a diferentes prácticas criminales como la violación a mujeres musulmanas y el robo. De la misma manera han condenado a muerte a las personas señaladas como homosexuales, adúlteras o que han incurrido en blasfemia, situaciones que bajo su óptica también son consideradas como crímenes.
El grupo de Abu Bakr al-Baghdadi ha propiciado un uso extensivo y sofisticado de las redes sociales donde se muestran avances de los logros de la organización, se hacen invitaciones a sumarse a la causa del Estado Islámico, se da una imagen de la cotidianidad de la vida en el califato y se difunden vídeos con ejecuciones de rehenes en respuesta a lo que ellos consideran agresiones de Occidente.James Foley y el periodista Steven Sotloff y Peter Kassig, todos estadounidenses; dos ciudadanos británicos, uno de ellos David Haines, que realizaba tareas para la organización de ayuda humanitaria francesa Acted, y el taxista Alan Henning, que cumplía labores humanitarias para una ONG, así como los fusilamientos en masa de 250 prisioneros del ejército sirio y 300 combatientes kurdos.
Casos mundialmente conocidos fueron las decapitaciones de rehenes occidentales como el fotógrafoEn un nuevo acto de barbarie, también quemaron vivo dentro de una jaula a un piloto jordano que había sido hecho prisionero cuando derribaron su caza F-16 durante los bombardeos efectuados por la coalición. Fue insólito que para esta ejecución utilizaran la red social Twitter para que los usuarios pudieran elegir diferentes formas de ejecución.[cita requerida]
A su vez, por la prohibición en Facebook y otras redes sociales, los yihadistas crearon y lanzaron recientemente el sitio CalifaceBook para difundir sus acciones militares y la propaganda del grupo.
Además del uso de Internet, el Estado Islámico emplea métodos propagandísticos tradicionales para sociedades con menos acceso a las tecnologías de la comunicación digital; tal es el caso de la campaña a través de panfletos de doce páginas escritos en darí y pashtún distribuidos en el norte de Pakistán y Afganistán, que busca sumar nuevos reclutas a las filas del Estado Islámico.
Al igual que otros grupos yihadistas, el Estado Islámico hace llamados a sus simpatizantes alrededor del mundo para perpetrar acciones individuales y aisladas tras las líneas enemigas. A raíz de la ofensiva en su contra de los aliados occidentales, se ha hecho un llamamiento público a atentar contra la vida de ciudadanos de los países que forman parte de esta coalición.Argelia, Canadá y Francia, donde individuos y pequeñas células extremistas han perpetrado ataques terroristas para luego reivindicarlos como obedientes a las órdenes de Baghdadi.
Ecos a este llamado han repercutido en países comoDurante la ofensiva iraquí en Mosul en marzo de 2017, el primer ministro de Irak Haider al Abadi dijo que al-Baghdadi se escapó de dicha ciudad dejándola en manos de jerarcas militares yihadistas con órdenes para actuar contra la ofensiva llevada a cabo. Además expresó que actualmente se encuentra solo en Siria entre los límites de Irak y Siria, pero dentro de Siria prácticamente solo y sin nadie en quien confiar.
El 9 de noviembre de 2014, la aviación estadounidense bombardeó la zona donde supuestamente el Estado Islámico mantenía una reunión, y se especulaba la posibilidad de que se encontrara al-Baghdadi entre los asistentes. Por su parte, el Gobierno iraquí aseguró que su aviación había bombardeado el día anterior esta región, y que fue su ataque el que alcanzó a Al-Baghdadi. Además, «destrozaron» un convoy de diez vehículos armados en los alrededores de la ciudad de Mosul en lo que EE. UU. consideró un “encuentro” de líderes de la milicia yihadista wahabita. Asimismo alcanzaron la ciudad de Al Qaim, 290 km al oeste, junto a la frontera con Siria.
El 20 de enero de 2015, el primer ministro iraquí, Haider al Abadi, afirmó que al-Baghdadi había sido herido de gravedad en la ciudad de Al Qaim como resultado de un bombardeo, y añadió que se salvó «por casualidad y de milagro».
El 23 de abril de 2015, el Estado Islámico aparentemente confirmó que al-Baghdadi había fallecido a causa de sus graves heridas, infligidas por un bombardeo el 18 de marzo, según la agencia de noticias iraquí Waradana, citada por RIA Novosti. Según esta fuente los terroristas juraron de inmediato lealtad al supuesto su nuevo líder, Abu Alaa Afri, en la ciudad de Tal Afar.
El 16 de junio de 2017, Rusia anunció haber matado a al-Baghdadi en un bombardeo a las afueras de Raqqa la noche del 26 al 27 de mayo de 2017, aunque no ofreció pruebas concluyentes que lo confirmaran. Abú al-Hadji, el jefe de seguridad del Estado Islámico, Suleiman al Shauakh, y el emir Ibrahim al-Naef la Hadj, que controlaba una de las zonas colindantes con Raqqa.
Supuestamente Al-Baghdadi se encontraba con 300 militantes y 30 líderes del ISIS en los suburbios de Al Raqqa. Rusia señaló que no podía afirmar su muerte pero creía que al-Baghdadi falleció en dicho bombardeo. Sí confirmó que treinta mandos intermedios murieron, entre ellos el emir de Raqa,Posteriormente el Observatorio Sirio de Derechos Humanos declaró muerto al califa al-Baghdadi en la ciudad de Deir Ezzor. Sin embargo, El Pentágono señaló que no podía confirmar ni negar su muerte según el secretario de Defensa norteamericano James Mattis, estableciendo que no se puede afirmar ni negar la muerte de Al-Baghdadi. En julio de 2017 el Ministerio del Interior de Irak afirmó que al-Baghdadi permanece vivo, pero no en Raqqa. El 21 de julio de 2017, el Secretario de Defensa de EE.UU. señaló que al-Baghdadi seguía vivo: “Hasta que lo hayamos matado nosotros seguiré asumiendo que está con vida”, afirmó Jim Mattis.
Tras cinco años en el que sólo se habían difundido grabaciones de audio y en al menos dos ocasiones se le había dado por muerto en bombardeos de la coalición occidental contra el Estado Islámico, al-Baghdadi reapareció en una grabación de abril de 2019 en un vídeo de propaganda del Estado Islámico, en el que clama venganza por el asesinato y el encarcelamiento de sus militantes y hace referencia acciones militares realizadas en marzo de 2019, lo que confirmaría la autenticidad del vídeo.
En la grabación se muestra a al-Baghdadi departiendo con otros líderes terroristas que aparecen con el rostro pixelado, y se refiere a la guerra contra los cruzados, a la batalla de Baghdouz, lo que indicaría que se ha grabado recientemente, felicita a los autores de los atentados en Sri Lanka y sostiene que es una venganza por lo ocurrido en Baghdouz.
El 26 de octubre de 2019, unidades de la Fuerza Delta del Comando Conjunto de Operaciones Especiales de los EE. UU, junto unidades del 75.⁰ Regimiento de Rangers realizaron una incursión en la provincia de Idlib de Siria, en la frontera con Turquía, que resultó en la muerte de al-Baghdadi. La redada fue lanzada con base en un esfuerzo de inteligencia de la División de Actividades Especiales de la CIA que había localizado al líder de ISIS.
Para el gobierno de la República Árabe Siria el anuncio de la muerte del líder de Estado Islámico por parte de Estados Unidos en la gobernación de Idlib (parte del territorio sirio) no es fiable.
Escribe un comentario o lo que quieras sobre Califa Ibrahim (directo, no tienes que registrarte)
Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)