x
1

Camelus dromedarius



El dromedario o camello arábigo (Camelus dromedarius) es una especie de mamífero artiodáctilo de la familia Camelidae.[1]​ Es similar al camello bactriano (Camelus bactrianus), del que se diferencia por su pelaje generalmente más corto, cuerpo menos robusto y presencia de una giba en lugar de dos. No se reconocen subespecies.[1]

Como su primo asiático, es un tilópodo sin cuernos, con los orificios nasales formando aberturas oblicuas, el labio superior es extensible dividido y movible por separado, el abdomen elevado y las patas largas y delgadas con pezuñas. Su anatomía muestra todo tipo de adaptaciones a la vida en los desiertos cálidos y arenosos donde vive: las rodillas y tobillos tienen callosidades que las hacen más resistentes al ardor de la arena cuando se sientan, sus pestañas largas y finas mantienen los ojos a salvo de que les entre arena, en la giba mantienen un depósito de grasa del que pueden nutrirse e incluso generar agua si es necesario. Su capacidad de resistencia ante la deshidratación los ha hecho unos animales muy valiosos en el desierto. El dromedario puede llegar a beber hasta ciento cincuenta litros de agua en muy poco tiempo.

Los dromedarios son originarios de la península arábiga, aunque han sido introducidos por el hombre en multitud de lugares, y no son raros los casos en que estos animales han escapado y formado poblaciones semisalvajes. A modo de ejemplo se pueden citar los camellos del Sáhara, introducidos por primera vez en la época romana, y los de Australia, que llegaron allí durante las exploraciones inglesas del siglo XVIII, a partir de ejemplares transportados desde las Islas Canarias.[2]​ El uso de este animal como motor de trabajo en las tareas agrícolas ha sido común en dicho archipiélago hasta la reciente industrialización, generándose términos propios como guelfo, para definir a la cría del dromedario.

En la Dinastía VI de Egipto está datado un grabado de Asuán, con la imagen de un dromedario y su jinete, desmintiendo la llegada de este animal al desierto del Sáhara, procedente de Oriente, en época cristiana.[3]

Se preservan numerosas referencias literarias, epigráficas y papirológicas de la presencia de los dromedarii en los ejércitos romanos, y se estima que la primera unidad que contó con ellos se formó en época del emperador Trajano,[4]​ aunque los propios romanos conocían su uso por parte de aliados y enemigos desde hacía mucho tiempo.[4]

El dromedario fue introducido por el hombre en Australia durante el siglo XIX.

La mayor parte de los ejemplares de la isla provienen de las islas Canarias (Lanzarote y Fuerteventura).[5]​ Fueron importados para funciones de transporte antes de la aparición del motor de combustión interna.

Con la introducción de camiones y automóviles en los años 1920, el dromedario perdió su lugar en la economía australiana, y un gran número de ejemplares fueron abandonados en el desierto.[6]

La población de dromedarios australianos se ha naturalizado, y aumenta de manera geométrica, doblando la población cada ocho a doce años. Actualmente, las fuentes del gobierno australiano estiman la población en un millón de cabezas.[7]



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Camelus dromedarius (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!