Camiones es un relato corto de terror y acción escrito por Stephen King. Fue publicado en la colección El umbral de la noche. La trama relata a un grupo de sobrevivientes que son acorralados por un grupo de camiones que se conducen por sí mismos.
"Camiones" se lleva a cabo en una parada de camiones en los Estados Unidos. La parada de camiones está ubicada junto a una autopista y cuenta con un restaurante, una gasolinera y una tienda de conveniencia.
El narrador de la historia y un puñado de extraños se encuentran atrapados en una parada de camiones en la autopista después de que los camiones de semirremolques y otros vehículos grandes de repente cobran vida independiente por una fuerza desconocida y proceden a matar a cada humano a la vista. Los seis sobrevivientes que se esconden en el restaurante incluyen al narrador, así como a un anciano contador, un camionero, un joven llamado Jerry, su novia y un vendedor llamado Snodgrass.
Cuando comienza la historia, el contador y el camionero intentan llamar por radio a otros sobrevivientes, pero la radio de dos vías falla por razones desconocidas. Snodgrass, rompiendo bajo la tensión, intenta huir a través del estacionamiento de la parada y es golpeado por un camión. Snodgrass se propulsa en una zanja de drenaje, tomando horas para morir por sangrado interno. La situación empeora cuando la energía del comensal se apaga. El contador le indica a los sobrevivientes que necesitarán consumir las carnes perecederas y recolectar buena agua potable de los baños. Mientras que el baño de los empleados está dentro del comedor, el de hombres y mujeres está junto a la gasolinera al aire libre, y el narrador.
Algún tiempo después, un rayo de esperanza aparece cuando los camiones comienzan a quedarse sin combustible y algunos literalmente se quedan quietos por falta de combustible. Un enorme camión semirremolques se dirige hacia el comensal y comienza a activar su claxon de forma errática. Jerry recuerda de su tiempo en Boy Scouts que los sonidos del claxon son el código Morse, y traduce que los camiones están exigiendo que los humanos comiencen a bombear combustible. Los camiones aseguran que no atacarán a las personas que los reposten. El narrador es rechazado cuando él sugiere que cumplan con esto, y llega una excavadora y procede a atacar al comensal. El narrador y Jerry destruyen el dormilón con bombas mólotov improvisados, pero el comensal está medio destruido y Jerry y el camionero son asesinados.
Los tres humanos restantes se rinden y, turnándose, comienzan a bombear el gas a la cadena de camiones que esperan una milla de largo. Cuando el narrador agota la reserva de combustible de la estación de servicio de la parada de camiones, un petrolero llega para llenar las cisternas de combustible. Cuando el narrador está en un punto de colapso, es relevado por el contador, que comienza a bombear gas para su "cambio". El narrador dice que tendrá que mostrarle a la chica cómo manejar una bomba de combustible, y que es mejor que deje de ser tan delicada. El narrador piensa para sí mismo que tal vez esto solo durará hasta que los camiones se oxiden y se deshagan, pero luego tiene una visión sombría de las líneas de ensamblaje forzadas produciendo nuevas generaciones de camiones, y los camiones hacen grandes esfuerzos, como drenar el pantano de Okefenokee y pavimentando gran parte del paisaje salvaje, donde gran parte del mundo, tal vez incluso los océanos, serán aplanados y rehechos en la imagen de sus nuevos maestros. La historia termina cuando un par de aviones vuelan por encima, y el narrador se lamenta: "Me gustaría poder creer que hay gente en ellos".
La historia ha sido adaptada en dos películas.
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