El basalioma, también llamado carcinoma de células basales y carcinoma basocelular, es la forma más frecuente de cáncer de piel, y se puede encontrar principalmente en cara, nariz y frente. El riesgo de la aparición de un carcinoma basocelular aumenta con antecedentes familiares de la enfermedad, con una exposición acumulativa de luz solar ultravioleta, o de sustancias químicas carcinogénicas (en especial el arsénico), o una dieta pobre en antioxidantes. El tratamiento se realiza con cirugía, cirugía micrográfica de Mohs, quimioterapia tópica, rayos X, criocirugía o terapia fotodinámica. Rara vez compromete la vida del paciente pero, de no ser tratada, puede llegar a ser desfigurante, causar sangrado y producir destrucción local en ojo, nariz, oreja y labios. El término basalioma procede de que el tumor se origina en las células del estrato germinativo basal, que es la última capa de la epidermis.
El basalioma es el tumor cutáneo de mayor frecuencia. Puede manifestarse en ambos sexos aunque se encuentra más frecuentemente en mujeres y personas que han entrado a la quinta (5.ª) década de su vida. Su comienzo generalmente es insidioso y se manifiesta con la aparición de uno o varios nódulos de tamaño pequeño que, lenta pero progresivamente, aumentan de volumen. A diferencia del espinalioma, que posee una mayor peligrosidad, el basalioma no tiende a diseminarse ni provocar metástasis.
El basalioma no produce metástasis, sin embargo puede resultar seriamente peligroso si penetra a los estratos más profundos de la piel donde puede provocar compresión de órganos importantes en el rostro. La malignidad del proceso es por lo regular localizada y puede propagarse hacia la periferia dejando en el centro una marca cicatrizal.
Aproximadamente dos tercios de los carcinomas basocelulares ocurren en regiones expuestas al sol, y el otro tercio en áreas no expuestas a la luz del sol, enfatizando la susceptibilidad genética de ciertos pacientes.
El enfoque de tratamiento para eliminar los basaliomas puede incluir desde una terapia quirúrgica para la extirpación de la tumoración, la crioterapia, la radioterapia, el empleo sistemático de radiaciones ionizantes, la plesioterapia (irradiación a poca distancia) y últimamente con la terapia quirúrgica con láser.
La cirugía Mohs, instituida por el doctor Frederick Mohs en 1938, es la técnica quirúrgica con mayor eficacia que se utiliza para eliminar completamente el área afectada respetando la piel sana que rodea la tumoración. Solo requiere anestesia local. La técnica fue modificada ligeramente en la década de 1970.
Imagen de un basalioma
Carcinoma basocelular en una mejilla
Carcinoma de células basales bajo el microscopio
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