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Carcoma



Carcoma o quera, es el nombre común de larvas de varias especies de coleópteros que perforan madera (vigas, muebles, artesonados, etc.) y la dañan en ese proceso al crear galerías, dejando un característico polvo llamado serrín o también quera. Comen madera en su fase larval (Xilófagos), y hay diferentes tipos de carcoma.

En un sentido estricto, el término carcoma está reservado a los miembros de la familia Ptinidae, pero suele aplicarse a especies de otras varias familias (como Hylotrupes bajulus, un Cerambycidae; Anobium punctatum, un Anobiidae).

La plaga de carcoma en edificios y muebles es fácil de reconocer, pero más por sus huellas y sonido al comer la madera (orificios y serrín) que por la visión del insecto en sí, ya que su aspecto mucha gente lo desconoce. La carcoma coloniza y daña la madera en estado de larva (oruga), pero justo antes de salir al exterior sufre una metamorfosis a coleóptero con capacidad de volar. Su vida al exterior es de pocos días: deposita sus huevos y muere.

Viven en todo el mundo. El tamaño va de 1.5 a 9 mm de largo. Tienen cuerpo de color pardo o negro, con ojos grandes muy separados. Los adultos viven poco y dejan sus huevos en cualquier grieta.

La carcoma escasea en la naturaleza, y está muy ligada al ser humano. Prefiere lugares a resguardo del agua y el frío, y así su mejor entorno son las construcciones humanas donde haya madera.

Las larvas prefieren la madera seca a la fresca (recién cortada), y raramente atacan árboles vivos. Sus preferencias son los muebles y construcciones antiguas.

La carcoma del pan también vive cercana al ser humano y se alimenta de productos como el pan o el tabaco, y tiene nada que ver con la carcoma de la madera.

La carcoma es la plaga más común en construcciones de madera o con elementos hechos de ella: mobiliario, puertas, etc. Su efecto puede ser muy dañino en obras de arte, no solo tallas y retablos sino también pinturas sobre lienzo al atacar sus marcos y bastidores.

Su presencia se reconoce fácil por los orificios vistos en la superficie y por el serrín que sale de ellos, pero el animal que causa el daño ya salió y habrá muerto, dejando huevos que reanudan el ciclo.

Durante la mayor parte de su vida la larva excava galerías por dentro de la madera y en su última etapa se transforma en coleóptero; es entonces cuando para salir practica un orificio hasta la superficie. Ello suele ser en los meses cálidos del año, entre abril y septiembre. Tiene cierta capacidad de vuelo, por lo que puede depositar sus huevos en otros lugares, ampliando la plaga. Los huevos eclosionan y las diminutas larvas acceden al interior de la madera por fisuras o juntas. En ocasiones, la plaga parece estar latente porque no se ven agujeros nuevos, pero en realidad las larvas siguen royendo el interior, por lo que cualquier tratamiento de erradicación no puede darse por definitivo en el primer año. Para la eliminación de la carcoma común existen diversos tratamientos y remedios, tanto profesionales (mediante químicos y gases) como caseros. Algunos son pintorescos, pero parecen efectivos y de hecho se citan en múltiples páginas web.

Zahradník, J., 1990. Guía de los Coleópteros de España y de Europa. Omega, Barcelona, 570 pp. ISBN 84-282-0781-X.



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