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Cardellina versicolor



Ergaticus versicolor

La reinita rosada[2]​ (Cardellina versicolor), también conocido como chipe rosado y chipe cabeza rosada,[3]​ es una especie de ave paseriforme de la familia Parulidae que habita el altiplano del sudoeste de Guatemala y las tierras altas del centro y sudeste del estado mexicano de Chiapas.[1]​ Es bastante común en los bosques de pino-encino húmedos a semi-húmedos y bosques perennes, en altitudes que van desde 1800 hasta 3500 msnm. El plumaje del ave adulto es principalmente rojo, con la cabeza y el pecho de color rosa-plateado. No tiene subespecies reconocidas.[3]

Fue descrita por primera vez por Osbert Salvin en 1864, y se le asignó al género Cardellina. También fue brevemente asignado a Setophaga, antes de ser trasladado al género Ergaticus en 1881.[4]​ En 2011 fue nuevamente trasladado al género Cardellina. Es monotípico a lo largo su área de distribución, aunque forma una superespecie con Cardellina ruber, que se distribuye en las tierras altas de México al norte del istmo de Tehuantepec. A pesar de tener una distribución disjunta y plumajes diferentes, las dos especies se consideraron a veces como conespecíficas.[5]

El nombre de género, Cardellina, viene del italiano y es el diminutivo de cardella, un nombre regional para el jilguero.[6]​ Su nombre específico, versicolor, es latín para "de colores cambiantes o diferentes".[7]​ El último es una referencia al color cambiante de la cabeza, la cual, dependiendo del ángulo de vista, puede tener una aparencia rosada o roja oscura.[8]

Tiene una longitud de 12,5 – 13,5 cm,[9][nb 1]​ y pesa aproximadamente 10 gramos. Ambos sexos tienen un plumaje semejante, aunque por lo general las hembras tienen colores ligeramente más apagados.[5]​ En el ave adulto las partes superiores son de color rojo profundo, el pecho es rosa plateado, y las partes inferiores rojo-rosado. Su cabeza es de color rosa plateado, con una frente rojiza, lores oscuros[9]​ y el iris marrón oscuro.[11]​ Su pico es negruzco, a veces con un poco de color cuerno en la mandíbula inferior, y las patas son de color carne.[9]

El plumaje de las aves juveniles es de color marrón con la parte ventral ligeramente más pálida.[9]​ Sin embargo, su plumaje muda rápidamente y a finales del verano los juveniles son prácticamente indistinguibles de los adultos. Solo se distinguen por sus cráneos no osificados.[12]

Su llamada es alta, delgada y algo metálica, y se transcibió de forma variable como tsiu, ssing o tseeip.[5][9]​ También produce un chip bajo y débil que utiliza para mantenerse en contacto con su pareja.[8]​ Su canto se compone de una serie de chips y trinos cortos,[9]​ que se describe como "claro y alegre", algo parecido a la canción de la reinita de manglar,[8]​ así como más lento y menos variado que el de Cardellina ruber.[5]​ Solo los machos cantan.[8]​ Aunque sus llamadas se escuchan durante todo el año, canta principalmente entre febrero y mayo, y no canta durante la temporada de lluvia en el mes de junio.[8]

Es endémico del altiplano occidental de Guatemala y de las tierras altas del centro y del este de Chiapas en México.[1][13]​ Es bastante común en los bosques de pino-encino húmedos y semi-húmedos, bosques de pino-perenne y bosques perennes, en altitudes que van desde 1800 hasta 3500 msnm.[9]​ Prefiere los bosques densos con sotobosque sin perturbaciones, pero en sus bastiones en Guatemala también se encuentra en bosque perturbado con sotobosque dañado, el cual es considerado un hábitat subóptimo.[5]​ A pesar de que es una de las especies que se puede esperar en El Salvador, su presencia no fue registrada en ese país.[14]

Parejas apareadas suelen permanecer juntos durante todo el año. Es raro encontrar más de dos aves juntos, excepto cuando están buscando alimentos para sus crías.[8]

Es un ave insectívoro, que espiga insectos y otros invertebrados de la vegetación (principalmente en el sotobosque denso)[5]​ y que se lanza persiguiendo presas que vuelan.[15]​ Por lo general busca alimento entre los 2 - 5 m del suelo, rara vez por encima de 7 m, excepto durante la época del apareamiento, cuando el macho puede cazar cerca de las copas de los árboles, tan alto como 15 m, donde suele cantar.[15]​ A menudo se une a bandadas de especies mixtas que pasan forajeando por su territorio.[5]​ Existe alguna evidencia de que las erupciones volcánicas, que pueden cubrir la vegetación de una capa de ceniza y que tienen un impacto sobre las poblaciones de insectos, causan una disminución de la población de C. versicolor.[9][15]

En la primavera, el macho comienza a cantar durante los días de buen tiempo desde principios de febrero y continúa durante los meses siguientes, registrándose la mayor frecuencia de cantos entre marzo y mayo.[8]​ La hembra construye un nido de forma esférica de agujas de pino. Construye el nido en el suelo en un lugar que cuenta con una capa de agujas de pino caídas, a menudo en un despeñadero. Recoge las agujas de pino a una distancia de más de 15 m del nido, comprobando cuidadosamente la presencia de depredadores antes de regresar al nido.[8]​ Al completar el exterior del nido, cubre la parte interior con una capa de materiales fibrosos blandos,[8]​ revestidos de musgo.[5]​ Pone 2-4 huevos blancos con una corona de manchas de color marrón pálido en el extremo grande y moteado de marrón pálido en otros lugares.[9]​ Los huevos tienen un tamaño promedio de 17,1 x 13,3 mm.[8]​ La hembra incuba la puesta sola durante 16 días,[16]​ sentada en el nido abovedado con su cola sobresaliendo de la abertura y la cabeza vuelta para poder ver al exterior. Está inquieta mientras incuba, cambiando su posición regularmente.[8]​ Durante la incubación pasa un 71% del tiempo en el nido, en períodos de 13-35 minutos (media de 20,1 minutos), con descansos de 4-13 minutos (promedio de 8,3 minutos).[17]​ A diferencia de muchas otras especies que anidan en el suelo, no tiene exhibiciones de distracción frente a depredadores.[8]

El pico de las aves juveniles está demarcado por una franja roja, una característica que ha sido utilizada por los taxónomos para entender la sistemática taxonómica de la familia Parulidae.[18]​ Polluelos pasan unos 10-12 días en el nido antes de salir del nido. Suelen emparejarse durante su primer otoño.[8]

A lo largo de su área de distribución, las poblaciones de C. versicolor están disminuyendo, principalmente debido a la destrucción y fragmentación de los bosques nubosos de los cuales dependen.[1]​ La especie está clasificada como vulnerable por la UICN,[1]​ mientras que el gobierno de México la clasifica como en peligro en ese país.[19]​ En 1898, se la describió como "común en las tierras altas del centro de Chiapas".[20]​ Sin embargo, en años recientes se ha convertida en la especie menos común de todas los parulidos residentes y migrantes de las tierras altas del norte de Chiapas, con base en los puntos de conteo realizados en esta región.[21]



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