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Carlos Manuel Rodríguez Santiago



Carlos Manuel Cecilio Rodríguez Santiago, beato (*Caguas (Puerto Rico); 22 de noviembre de 1919 – †Río Piedras (Puerto Rico) (Id.); 13 de julio de 1963), laico terciario benedictino y teólogo católico. Beato para Iglesia Católica desde el año 2001, siendo el primer beato de Puerto Rico y el Caribe.[1]

Empezó su vida religiosa a los 24 años de edad, siendo estudiante universitario y teólogo. A la edad de 38 años ingresó como laico benedictino, y fundó en 1944 el "Centro Universitario Católico" de Río Piedras, la cual dirigió hasta su deceso. Fue autor de muchos libros sobre temas religiosos, desde apologética hasta mariología.

Carlos Manuel o "Charlie", como lo llamaban sus amigos, se destacó no solo por su trayectoria académica, sino también por su amor a Cristo y la Santa Eucaristía.[2]

Murió de cáncer intestinal, en Río Piedras, en 1963, a la edad de 44 años.

Dirección Postal del Círculo Carlos Manuel Rodríguez: Círculo Carlos Manuel Rodríguez PO BOX 360748 SAN JUAN, PR 00936-0748 Para envío de cualquier Gracia concedida por el Beato Carlos Manuel Rodríguez o cualquier otra comunicación.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria


LA MISA Y LITURGIA DE LAS HORAS DEL BEATO

Del común de santos varones. Para la misa se usa la misma oración que la de la Liturgia de las Horas aquí incluida.


OFICIO DE LECTURA

Segunda Lectura De los escritos del beato Carlos Manuel Rodríguez Santiago ("Fe y vida: la liturgia, base de la vida católica" Liturgia, 15 XI 1959)

La Liturgia, fuente del verdadero espíritu cristiano.

¡Qué de esfuerzos hacen los católicos, sacerdotes y seglares, para organizar tantas obras en sí útiles, pero de segunda importancia! ¡Qué de tiempo, trabajo y afanes a ellas dedicados! ¡Cual no sería el resultado si se tomasen el mismo interés y dedicasen el mismo afán para promover el retorno a las cosas esenciales mediante un nuevo descubrimiento de la Liturgia! ¡Cuánto no lograrían si laborasen porque esta fuese comprendida, practicada, vivida y amada a plenitud por todo el pueblo cristiano! No se diga que el pueblo no puede entender, pues la Liturgia es para el Pueblo Santo de Dios y no para un grupo selecto de eruditos y estetas. En la Iglesia primitiva el pueblo entendía, ¿por qué?.. Si en la educación litúrgica del pueblo se hubiese empleado el mismo interés y afán que ordinariamente se emplea en la propaganda de tantas devociones y prácticas de piedad, algunas muy excelentes y otras no tanto, hoy la Liturgia sería la devoción popular, como lo fue en el pasado. Los fieles también forman parte del Cuerpo Místico y mora en ellos el Espíritu Santo, quien suplirá por lo que a ellos falte. Siendo la Liturgia la obra pastoral por excelencia, los sacerdotes deben ser los primeros en estar convencidos de su valor, no solo en cuanto a los fieles se refiere, sino para su propia vida espiritual y para su apostolado. Para emprender todo lo que envuelve la renovación litúrgica es necesario estudiar a fondo la materia, para ver realmente de qué se trata, pues es algo más profundo y santamente revolucionario de lo que aparece a primera vista. La Liturgia no es un detalle, aunque importante, sino el centro y, hasta cierto punto, el todo de la vida cristiana, por tanto, no es una utopía irreal, lo que proponemos; no es entusiasmo de exaltado lo que nos mueve al apostolado litúrgico. Lo que los documentos de la Iglesia ofrecen es algo muy deslumbrante y espiritual y supone una fe muy profunda, madura y muy asimilada. Ya es hora de que despertemos de nuestro letargo y entremos de lleno en esta renovación que el Espíritu Santo suscita en la Iglesia. No nos resistamos por ignorancia y terquedad. Retomemos a la fuente primaria e indispensable del verdadero espíritu cristiano. Sintamos con la Iglesia en todo. Hay que participar a plenitud, con la inteligencia y con el corazón, con el alma y con el cuerpo, con el rezo y con el canto, es decir, con todo nuestro ser. Hay que darle meditación seria y estudio a este asunto de tan vital importancia. Aquellos que tienen mayor preparación, sean sacerdotes o seglares, deben decidirse a estudiar seriamente los documentos que a este respecto han emitido los últimos pontífices y si es posible, leer y estudiar las obras de mayor importancia que sobre la materia han escrito los sabios y estudiosos en este campo de la Liturgia. Solamente así comprenderemos de qué se trata. Es algo más que cambio de prácticas, es el cambio de toda una mentalidad.

RESPONSORIO 1Cor 5, 7 8; Rom 4,25.

R. Quitad la levadura vieja para ser una masa nueva; porque ha sido inmolada nuestra víctima pascual Cristo.

V. Cristo murió por nuestros pecados y resucitó para nuestra justificación. *Así, pues, celebremos.

Oración

Oh Dios, que fortaleciste al beato Carlos Manuel con una gran constancia en la vida cristiana, te pedimos que por su intercesión, nos concedas seguir de tal modo las huellas de Cristo, tu Hijo, que merezcamos alcanzar la plenitud de la alegría pascual. Por nuestro Señor Jesucristo.



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