El cabezón de La Aldea (Cheirolophus falcisectus), es una especie de la familia de las asteráceas, endémica de la isla de Gran Canaria, Canarias.
Se trata de un subarbusto de hasta metro y medio de altura. La planta goza de un gran valor ornamental debido a sus flores, de color púrpura y algo olorosas. Florece entre junio y julio, y da frutos de agosto a septiembre. Se reproduce por semillas. Su cultivo ‘ex situ’ requiere las debidas precauciones dada su costumbre a hibridar con otras especies afines.:)
Es un endemismo exclusivo de Gran Canaria localizado en la zona suroeste de la isla, en el macizo del Cedro-Hogarzales, formación montañosa que se encuentra en el interior de la Reserva natural especial de Güigüi (o Guguy), entre La Aldea y Veneguera (Mogán), dentro de un área de protección mayor como es el parque rural del Nublo.
En el Jardín Botánico Viera y Clavijo se cultiva de forma sencilla y allí sus semillas son muy apetecidas por los jilgueros.
El macizo del Cedro-Hogarzales es la única población conocida, de alrededor de un centenar de ejemplares y se encuentra en acantilados sombríos a unos 600 metros sobre el nivel del mar. Se distribuye en cuatro localizaciones, comprendiendo éstas, siete subpoblaciones: Altos de Los Molinos, Cañada de José Valencia, Cañada del Pino, Morro del Saltadero, Degollada de Aguasabina, Montaña de Hogarzales (Caidero de Tocodomán) y Andén del Pino.
Cheirolophus falcisectus está clasificada como en peligro de extinción en la Lista Roja de la UICN, debido a su área de ocupación de 9 km² y sus patrones de regeneración irregulares. La presencia del pastoreo de cabras y otros animales en ese paraje, ha provocado que la especie se presente solamente en áreas restringidas y de difícil acceso dentro de su hábitat sumamente potencial.
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