Los inicios del balonmano en Pozoblanco (Córdoba) España. Se remiten a 1965. Todo comenzó en el colegio público Ginés de Sepúlveda donde se empezó a practicar este deporte. El club no se fundó hasta doce años después. Fue exactamente en julio de 1987 cuando nació el Club Balonmano Pozoblanco, con Ángel Salamanca como cabeza visible de esa primera directiva.
En su primera temporada, el equipo, que estaba compuesto en su totalidad por jugadores naturales de Pozoblanco, compite en Segunda Territorial. El siete habitual era el formado por: Pecas; Guillermo, Ariza, LLergo, Escribano, Salamanca (que años más tarde se convertiría en presidente) y Poleo. Con un total de ocho equipos, el nuestro consiguió la cuarta posición.
Ya en su segunda temporada de vida, el Club Balonmano Pozoblanco no pierde ni un solo partido, es campeón y consigue el ascenso a la Primera Territorial. El equipo fue entrenado por Joaquín Revert y dispuso en sus filas de un hombre que años más tarde sería clave en el exitoso camino del equipo por las diferentes categorías del balonmano español, Paco Castillo.
El equipo pozoalbense debuta en la Primera Territorial. Y por segundo año consecutivo es campeón invicto. De poco sirvió el logro porque la categoría desaparece y el equipo se ve obligado a formar parte de nuevo de una categoría inferior, la Primera Territorial.
Después de un año fuera, Paco Castillo vuelve al equipo, esta vez como jugador-entrenador. Ya con el nombre de Grapesa Pozoblanco, se conforma un equipo muy competitivo con la intención de conseguir el ascenso a la Segunda Nacional. La plantilla era la formada por Pepito y Diego como porteros, Hermes, Pedro Cabrera y Dalman fueron los centrales, los extremos Poleo, Guillermo, Ariza, Suanes, Martín, Gisbert y Calero, y el mismo Paco Castillo y Escribano jugaban de laterales, y Sancho y Llergo los pivotes. El equipo fue campeón por tercer año consecutivo y la afición al balonmano en Pozoblanco alcanzó límites insospechados. A ello ayudó en gran medida que los partidos pasasen a disputarse en el Pabellón Don Bosco del Colegio Salesiano. La directiva del Grapesa Pozoblanco no dejó pasar la oportunidad de aprovechar las nuevas instalaciones deportivas y propuso a la Federación Andaluza de Balonmano Pozoblanco como sede de la Fase de Ascenso a la Segunda División Nacional. Los equipos participantes fueron: Proingarsa Motril, Barbate, Alfonso X (Sevilla), Galaico-Andújar, Los Pacos (Málaga), Valverde del Camino y Vicar Uberay (Almería). El equipo pozoalbense, arropado por su público, no perdió ni un solo partido y consiguió el ascenso.
El balonmano pozoalbense sigue su camino ascendente y en su primera temporada en Segunda Nacional consigue ocupar el tercer puesto de la clasificación. Volvió a jugar la fase de ascenso, esta vez para militar en Primera Nacional, pero en esta ocasión no fue posible conseguirlo, a pesar de que sólo perdió un solo encuentro.
Un año más el equipo pozoalbense vuelve a ser campeón de la liga regular. Disputó la fase de ascenso con el resto de campeones y subcampeones andaluces que fueron: Torcal, Sagrada Familia, Puerto Sol, Gades, Coín, Moguer y Seragua. Suben Moguer y Gades. Junto al Coín fuimos el equipo que más puntos consiguió, pero la desventaja de contar con peor gol average (diferencia de goles) que el equipo granadino, nos privó del sueño de ser equipo de Primera Nacional.
Ésta fue la primera de varias temporadas en las que el Club Balonmano Pozoblanco consiguió el ascenso a superior categoría, el último a la cima, la liga ASOBAL. En esta campaña 93/94 el equipo consigue un nuevo patrocinador y pasa a llamarse Inpecuarias Pozoblanco. El siete titular era estaba formado por Velasco, Esteban, Bem, Marín, Gabi, Lubián y Cabrera. Se convirtió en una alineación difícil de olvidar para los cientos de aficionados pozoalbenses que ya colmaban las gradas del Polideportivo Municipal. El equipo "tarugo" volvió a quedar campeón. La fase de ascenso se jugó esta vez en Burela (Lugo) en abril de 1994. Los pozoalbenses fueron denominados por sus adversarios, Imperio de Ceuta, Urdaneta (Vizcaya), Suministros A Mariña y Burela, como grandes favoritos y no se equivocaron. El Inpecuarias Pozoblanco era ya equipo de Primera Nacional.
Ya bajo el patrocinio de Prasa y con el actual nombre de Prasa Pozoblanco, el equipo pozoalbense hace una campaña inmejorable en su primer año en Primera Nacional y consigue el ascenso a la liga de plata del balonmano español, División de Honor B. Habría que destacar como hecho reseñable por primera vez en su corta vida, el equipo cuenta en sus filas con un jugador extranjero, se trataba del yugoslavo Zoran Sekularac.
Ni mucho menos se comportó el Prasa Pozoblanco como un equipo novato en su primer año en División de Honor B, ya que durante gran parte de la temporada ocupó el primer puesto de la tabla. Llegó la última jornada de la Liga y los pozoalbenses necesitaban al menos un empate para conseguir la segunda posición de la clasificación y ascender así a la máxima categoría nacional. Aunque no lo conseguimos, perdimos por una diferencia de nueve goles, la suerte se alió con nosotros y un tercer resultado nos dio el ascenso. El Toledo perdió contra el Altea.
Eramos equipo de ASOBAL.
El Prasa Pozoblanco era uno más de los equipos que formaban parte de la mejor Liga de balonmano del mundo. Con el objetivo de ser el equipo revelación de ASOBAL, el equipo se reforzó con nombres tan reconocidos como el de Alex Franch, Nacho Vico, Blazo, Peg, Dani Santos y Zafra. Una primera parte impresionante del equipo pozoalbense sorprendió a El Prasa se convirtió en el equipo revelación de la primera vuelta de la Liga, pero posiblemente la inexperiencia hizo que una segunda vuelta muy irregular terminase con el equipo pozoalbense en lo más bajo de la clasificación y fuese irremediable su vuelta a División de Honor B.
En la mente de todos estaba volver a ASOBAL y para ello se realizan los fichajes de Martín Domínguez, Bago, Bravo, Forcada, Andrade y Stojkovic. Aunque estos dos últimos al igual que Álex Franch, que permaneció en el club a pesar del descenso, abandonaron la plantilla antes incluso de que finalizase la temporada.
Tras una regular temporada, se juega la fase de ascenso, pero una derrota ante el Cangas del Morrazo terminó con todas las esperanzas.
En esta temporada 98/99 una nueva directiva, a cuyo frente estaba Juan Garrido, se hace cargo del club. Dani García, Sasha, Conde, López, Lorenzo Martínez y Gámez fueron los fichajes de la temporada. Precisamente Gámez sustituyó a Castillo como técnico del PRASA cuando el cordobés fue destituido en mitad de la campaña. Ese mismo año conseguimos alzarnos como Campeones de Andalucía.
Gámez continúa como técnico. Aunque se hicieron muchos fichajes, Escobedo, Paterna Celes, Humbert, Jordi y Buján, la plantilla no consiguió buenos resultados.
Tras los malos resultados de la campaña anterior, se decide dar un cambio drástico. Un nuevo entrenador, procedente de Zaragoza, y Fandiño, García Maza, César Manrique (concejal de deportes de Ciudad Real desde 2003), Javi Santos, Fran Cano, Carbonell, Ramos y Llamazares son las nuevas caras del PRASA. Aunque este nuevo proyecto no tiene mucho éxito y el equipo bate un récord negativo, la peor clasificación del PRASA Pozoblanco en División de Honor B.
Con un grave problema económico, la directiva decide reducir el presupuesto y reducir la deuda que arrastra el club desde hace varios años. Así las cosas, se decidió por fichar a jugadores jóvenes como Montilla y Andrés Pérez, Masip, Aguilar, Oriol, Joaquín, Sergi, Mata, Quirós, Espigol y Cabañas. La grata sorpresa fue que este equipo, confeccionado en un principio con la idea de la permanencia, estuvo muy cerca de conseguir el ascenso a la máxima categoría del balonmano en España.
Al igual que la temporada anterior, el PRASA se quedó muy cerca de conseguir promocionar. Otra vez se consiguió la tercera posición. Pero esta vez con una plantilla con jugadores más veteranos y experimentados como De Hita, Jaume, Pedersen, el japonés Miyazaki y Bago, Esteban y César Manrique.
Fue la última campaña de Juan Garrido como presidente y Rafa Moreno como entrenador. Lubián, Montiel, Damont, Milosevic, Gabi, Josemi, Bago y De las Heras reforzaron una plantilla que comenzó mal y llegó, incluso, a temer por la permanencia.
Fue un año "horribilis" plagado de lesiones, aunque el equipo, entrenado nuevamente por Paco Castillo, consiguió desplegar un buen juego, que trataron de tú a tú a los millonarios Zaragoza y Algeciras. Jensen, Cortés, Miguel Agustín, Guerrero y Domínguez, que llegó a mitad de temporada, fueron los refuerzos de esta temporada.
En esta temporada el Prasa Pozoblanco contó con las incorporaciones de Nacho Serrano, Manolo Vilches, Juan Ruano, Ángel Pérez de Inestrosa y Mikel Redondo, aunque estos dos últimos no llegaron a concluir la temporada. Tras un comienzo espectacular, el PRASA acabó la primera vuelta como líder en solitario de la categoría, pero de nuevo las lesiones privaron al equipo del ansiado ascenso.+
Tras una gran temporada cosechada, el Espectáculos Doble A Balonmano Pozoblanco, con Mario Ortiz en el banquillo, logran el ansiado ascenso a Primera Nacional, tras quedar primeros en liga y ganar la fase de ascenso a dicha categoría, empatando 21-21 con el A.D. Carballal, en el último partido de la fase de ascenso disputada en el Pabellón Juan Manuel Sepúlveda. La temporada 2019/2020 la jugarán en el grupo F de la Primera Nacional de Balonmano
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