La palabra conductus se deriva del verbo latino conducere, 'conducir, acompañar, llevar'; pl. conductus, cunducti. El conductus, junto con el órganum y el motete, son las formas musicales más importantes del Ars antiqua.
En música medieval, conductus es un tipo de composición vocal de una a cuatro voces en verso latino, usado en su forma inicial, monódica, en la liturgia cristiana.
Según algunos autores, su origen se encuentra en los tropos del Introito de la Misa, cuando en el Norte de España y Sur de Francia, buscando el paralelismo neuma-sílaba en el siglo XI, se comenzó a asociar un sonido a cada sílaba del texto de los melismas del canto gregoriano; otros sostienen que su antecesor son los himnos procesionales.
Inicialmente, antes del siglo XII, se lo conocía como versus; era la etapa del conductus monofónico, como Beata viscera, en los que la misma melodía se repite en cada estrofa. En el siglo XII, el conductus era habitual en Santiago de Compostela, donde aparece en el Códice Calixtino (1140). Otra fuente importante de esta forma musical se encuentra en el manuscrito de San Marcial, París, Biblioteca Nacional, Lat. (1154).
Primitivamente, eran cánticos que se entonaban en la procesión que se efectuaba en el templo cristiano durante las ceremonias religiosas, cuando se desplazaba el Leccionario, libro que se leía en el oficio, desde el lugar donde se conservaba hasta el ambón o al lugar donde iba a leerse en voz alta.
Surgido inicialmente en el entorno litúrgico, al evolucionar se adaptó al entorno profano. No es música litúrgica, aunque se desarrolla a partir de fuentes muy cercanas a la liturgia. Se componía para celebrar actos históricos religiosos o profanos.
Las canciones procesionales se ejecutaban en cantus firmus, siendo también conocidas como conducti y versus procesionales.
En el siglo XII perdió su carácter monódico bajo la influencia del motete y al igual que éste, acabará orientándose hacia el dominio profano. Una de sus aportaciones más importantes a la música, junto al discanto, fue dar salida a la creatividad e inventiva de los compositores al separarse del repertorio litúrgico tradicional, el canto gregoriano, que no permitía ninguna creatividad musical.
En la segunda mitad del siglo XII, incorporó las técnicas del órganum avanzado, convirtiéndose en conductus polifónico, en el que la vox principalis, el tenor, apoya otras voces que simultáneamente interpretan el mismo texto y ritmo. A finales del siglo XII, encontramos conductus a dos voces, y a comienzos del XIII, conductus de tres y cuatro voces, como Salvatoris hodie de Perotin para la Circuncisión.
Alcanzó su máximo desarrollo entre mediados del siglo XII y mediados del XIII en la Escuela de Notre Dame de París, donde los compositores más destacados fueron los magister Leoninus, 1135–†1201, y Perotinus, 1183–†1238.
Franco de Colonia, en su Ars cantus mensurabilis (1260), describe el conductus; aproximadamente:
e indica cómo componerlo:
Está documentado por el Anónimo IV, siglo XIII, que menciona fuentes que contenían conductus sin caudae y conductus a dos y tres voces con caudae. También se han conservados conductus alemanes del siglo XIV e ingleses de los siglos XII al XV. Jacobo de Lieja, teórico del siglo XIV y defensor del Ars antiqua frente al «inmoral y lascivo» Ars nova, en su Speculum musice, se quejaba del desinterés por el conductus. Entre los teóricos musicales que estudiaron el conductus, figuran Johannes de Garlandia y Franco de Colonia que mencionaba la belleza de la melodía del tenor.
La iglesia fue perdiendo interés en esta forma musical, utilizándose principalmente en composiciones para- litúrgicas y de entorno profano. Un ejemplo conocido de su evolución, es el conductus Veris ad imperia, danza popular en el que las exclamaciones Eia evocan la Naturaleza y la Primavera. A lo largo del siglo XIII, incorporó las técnicas del organum florido, dando lugar al motete, una forma musical que finalmente le reemplazó en la segunda mitad del siglo XIII.
La forma del conductus es similar a la de los himnos, forma estrófica en la que cada estrofa lleva la misma melodía. Normalmente cada verso lleva una melodía distinta, aunque puede repetirse. A veces podemos encontrar las siguientes formas:
Algunos conductus tienen estribillo, siendo así su forma más parecida a la de la canción profana.
La notación de la música anterior a 1200, no aporta indicaciones sobre el ritmo, aunque en el cantus firmus se acepta un ritmo ternario lento. No se ha determinado con precisión el modo que se utilizaba en los conductus simples. En los polifónicos y en especial en las caudae es habitual que el ritmo varíe entre repeticiones.
Los conductus se interpretaban durante los desplazamientos procesionales que se realizaban durante la ceremonia religiosa en los templos cristianos. Se podían acompañar con instrumentos musicales, el órgano, cimbal o tymtinabulum, citharas, liras, organistrum, etc. en los litúrgicos y en entorno profano con instrumentos como tambores, tibias, fidulas, etc.
En el Codex Bamberg (Ba, 105), el conductus In seculum viellatoris (en el siglo de los tañedores de vielas), hace mención expresa a la viela.
El texto de Ludus Danielis, aprox. 1140, conductus silábico coral a dos voces, menciona el uso del timbal y la cítara con esta forma musical.
Según el autor consultado, existen varios tipos: monofónicos, polifónicos, simples, melismáticos, silábicos, conductus sine caudae, conductus cum caudae, etc. Musicalmente, existen dos tipos principales: monofónicos y polifónicos; ambos pueden incluir diversas características, ser o no melismáticos, tener o no cauda, etc.
El conductus monofónico o monódico es la forma primitiva del conductus; entre 900 y 1100 fue conocido como versus. Está formado por estrofas iguales; su melodía se repite en cada estrofa. Ejemplo: O Maria o Felix, conductus monofónico dedicado a la Virgen María.
El conductus simple o simplex es una composición a una sola voz descrita por Bury de St. Edmundo en su copia del Anónimo IV, al comentar el conductus Beata viscera. Características:
Ejemplo.: Beata viscera Maria virginis, un bello ejemplo de conductus monofónico, con música de Perotin (ed. Thurson, pág. 124-125) y texto con estrofas de Walter de Chatillon (s. XII), Manusc. Wolfenbüttel 1099 (W2).
El conductus silábico por su estilo literario podría considerársele como un tropo, aunque musicalmente se diferencia de esta forma musical y de la secuencia en que utiliza melodías de nueva creación. Ejemplo: Ludus Danielis, aprox. 1140, conductus silábico coral a dos voces; en su texto se menciona el uso simultáneo de voces de hombres, niños e instrumentos musicales.
Es el tipo del que más ejemplos se han conservado, puede estar compuesto para dos, tres o cuatro voces. Los conducti polifónicos se diferencian de los primitivos, monofónicos, en que el cantus firmus incorpora texto litúrgico o profano de nueva creación, no uno ya existente, constituyendo el primer ejemplo en la música occidental de una composición original en su texto y melodía. Los conducti a dos voces son abundantes; ejemplos de los más antiguos y conocidos, son Congaudeant catholici del Códice Calixtino y Casta Catholica del Códice de Las Huelgas. Características:
Son conductus evolucionados que incluyen características comunes que pueden aparecer en los tipos principales.
El conductus melismático: frecuentemente los conductus incluyen melismas, generalmente largos, añadidos normalmente al final o en la última sílaba del conductus para embellecerlo. Estructuras más habituales:
Ejemplos:
El conductus prosula: los conductus con una prosula que comparte la melodía con la cauda final del conductus, son conocidos como cunductus prosula.
El conductus embellecido o conductus con caudae: se conocen con este nombre conductus a los que se añaden secciones melismáticas sin texto, llamados cauda. La caudae se inserta habitualmente al comienzo o final del conductus, aunque pueden incorporarse en cualquier punto de su interior. Con esta característica, el conductus polifónico alcanza su máxima evolución y desarrollo. Ejemplos:
La mayoría de los compositores de conductus eran anónimos.
Ejemplos típicos, algunos de ellos del Códice Calixtinux (siglo XII), son:
Además de los conductus litúrgicos, nos ha llegado un amplio repertorio de conductus de contenido social, que comentan las costumbres de la sociedad de la época y los abusos de los clérigos.
Conductus monofónicos
Conductus silábico
Conductus melismático
Conductus polifónicos
Conductus a dos voces o conductus doble
Conductus a tres voces
Conductus a cuatro voces
Conductus sin cauda
Conductus con cauda
Conductus de procesión
Conductus para ensalzar Las Cruzadas
Conductus lamento
Otros
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