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Consejo Nacional de Producción Limpia



Profesora Amanda Labarca 124 Piso 2.

El Consejo de Producción Limpia es un Comité CORFO de carácter público-privado que posee tiene como fin el impulso de la producción limpia como estrategia que promueva el uso eficiente de los recursos, la innovación en tecnologías limpias y la responsabilidad socio ambiental contribuyendo a la competitividad de las empresas chilenas. Todos los acuerdos entre el CPL y las empresas son voluntarios y promovidos tanto en el sector público como privado. El enfoque de sostenibilidad del consejo es el siguiente:

A la fecha el CPL ha firmado 91 Acuerdos de Producción Limpia (APL) con más de 6.000 empresas que a su vez cuentan con 8.500 plantas productivas adheridas. Producto del reconocimiento realizado por la ONU, realizado el año 2012, de los APL como Acción Nacional Apropiada de Mitigación (NAMA),[1]Chile validó la reducción de más de 4.000.000 de toneladas de gases efecto invernadero.

El 2013 el Consejo Nacional de Producción Limpia ha lanzado un nuevo instrumento, los Núcleos para la Sustentabilidad Territorial (NEST).[2]​ Son alianzas estratégicas constituidas voluntariamente por empresas de distintos sectores productivos y de servicios en torno a objetivos comunes, para compartir experiencias y encontrar soluciones en conjunto en una zona o territorio geográfico determinado, teniendo como objetivo primordial la satisfacción de las necesidades de las comunidades involucradas.

Bajo el gobierno de Ricardo Lagos, el 25 de julio de 2000, por acuerdo N°2091/2000 del Consejo de la CORFO se crea el Comité de Fomento a la Producción Limpia, hoy Consejo Nacional de Producción Limpia.[3]​ Este Comité se crea para dar continuidad al trabajo realizado por la Secretaria Ejecutiva de Producción Limpia del Ministerio de Economía, creada a su vez como parte de la Política de Fomento a la Producción limpia elaborada el año 1998 por Comité Interministerial de Desarrollo Productivo.[4]

Recogiendo las recomendaciones del Programa 21 acordado en la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro, los lineamientos de la política ambiental y los acuerdos del Tercer Foro de Desarrollo Productivo realizado en 1997, el Gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle decide, a través del Comité Interministerial de Desarrollo Productivo impulsar una política de fomento a la producción limpia.

Esta política, entre sus acciones, incluye la creación de un Comité Público Privado de producción Limpia con la misión de facilitar la articulación entre gremios empresariales, instituciones públicas y otras entidades, para efectos de impulsar, catalizar y facilitar la difusión de la gestión ambiental preventiva y las tecnologías de producción limpia en el sistema productivo. Para operativizar dicho comité se crea la Secretaria Ejecutiva de Producción Limpia, organismo que dos años más tarde se convertiría en el Actual Consejo Nacional de Producción Limpia.

La Producción limpia es definida como una estrategia de gestión empresarial preventiva aplicada a productos, procesos y organización del trabajo, cuyo objetivo es minimizar emisiones y/o descargas en la fuente, reduciendo riesgos para la salud humana y ambiental, y elevando simultáneamente la competitividad. Ello resulta de 5 acciones, sean estas combinadas o no: (i) la minimización y el consumo eficiente de insumos, agua y energía; (ii) la minimización del uso de insumos tóxicos; (iii) la minimización del volumen y toxicidad de todas las emisiones que genere el proceso productivo; (iv) el reciclaje de la máxima proporción de residuos en la planta y si no, fuera de ella; (v) y la reducción del impacto ambiental de los productos en su ciclo de vida (desde la planta hasta su disposición final).[4]

Una Mejor Técnica Disponible (Best Available Technique) es la fase más eficaz y avanzada de desarrollo de las actividades y modalidades de explotación, que demuestren la capacidad práctica de determinadas técnicas para constituir, en principio, la base de los valores límite de emisión destinados a evitar, y si eso no fuese posible, reducir, las emisiones y su impacto en el conjunto del Medio Ambiente".[17]

Un Acuerdo de Producción Limpia es un Convenio Celebrado entre un sector empresarial y los organismos públicos con competencias en las materias del acuerdo cuyo objetivo es aplicar la Producción limpia a través de metas y acciones específicas, utilizando para esto, en muchos casos, las Mejores Técnicas Disponibles.[18]

A partir del año 2012, los APL se consideran NAMA.[1]​ Esto significa que las reducciones de gases efecto invernadero verificadas a través de un APL son reconocidas por Naciones Unidas. Si bien por el momento esta reducciones no son transables, el documento de registro deja abierta la posibilidad para el establecimiento de mecanismos que permitan transar estas reducciones.[15]

Los Comités Corfo son entidades creadas con finalidades específicas, donde se reúnen representantes del mundo privado y público para abordar tareas estratégicas para el país y por tanto poseen un directorio propio compuesto por organismos públicos y privados. El cargo de Director Ejecutivo es el cargo más alto dentro de la institución.[19]​ En cada región de Chile existe un Secretario Regional, con excepción de Isla de Pascua, la cual posee su propio Secretario Provincial. Estos Secretarios representan al Director Ejecutivo del CPL en la respectiva región y además son Secretarios Ejecutivos del Comité Regional de Producción Limpia correspondiente.



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