x
1

Constitución del 3 de mayo



La Constitución de 3 de mayo de 1791 (en polaco, Konstytucja Trzeciego Maja; en lituano, Gegužės trečiosios konstitucija) es reconocida como la segunda Constitución en Europa después de la Constitución de Córcega de 1755. A nivel mundial es la tercera después la de los Estados Unidos de América.[1][2][3]​ El 3 de mayo de 1791 fue aprobada por la Mancomunidad de Polonia-Lituania como "Ley de gobierno" (Ustawa Rządowa).

En 2014, la «Constitución del 3 de mayo» fue distinguida con un Sello de Patrimonio Europeo, por ser un «símbolo de los ideales de Europa por su ejemplo de cómo se puede transformar democrática y pacíficamente un sistema político».[4]

La Constitución del 3 de mayo fue diseñada para corregir defectos políticos de larga duración de la Confederación polaco-lituana y su sistema tradicional de "Libertad Dorada". La Constitución introdujo la igualdad política entre la población llana y la nobleza (szlachta). Coloca a los campesinos bajo la protección del gobierno,[5]​ con el fin de mitigar los peores abusos de la condición de siervo. La Constitución abolió las instituciones parlamentarias perniciosas como el liberum veto, que en un momento había puesto al consejo polaco (Sejm), a merced de que cualquier diputado pudiera ser sobornado por una potencia extranjera o intereses internos del país con el fin de deshacer legislaciones. La Constitución trató de suplantar la anarquía existente fomentada por algunos de los magnates del país, por una visión más democrática de monarquía constitucional.[6]​ El documento se tradujo posteriormente al lituano.[7]

La aprobación de la Constitución del 3 de mayo provocó la hostilidad de los países vecinos, al punto de generar una guerra, conocida como la Guerra en defensa de la Constitución. La Mancomunidad polaco-lituana primero fue traicionada por su aliado Prusia bajo el reinado de Federico Guillermo II de Prusia.

Luego la Mancomunidad polaco-lituana fue invadida y derrotada por el Imperio ruso de Catalina la Grande que contó con el apoyo interno de magnates polacos que se oponían a las reformas (véase Guerra ruso-polaca de 1792). El temor de estos últimos se debía a que las reformas constitucionales tendían a debilitar la influencia que ejercían sobre el pueblo polaco. A pesar de ser derrotada la Mancomunidad, la Constitución del 3 de mayo influyó más tarde en otros movimientos democráticos europeos.

Siguió siendo, después de la desaparición de la República de Polonia en 1795 y durante los siguientes 123 años de particiones polacas, un faro en la lucha para restaurar la soberanía polaca conseguida en la Segunda República Polaca. En palabras de dos de sus coautores, Ignacy Potocki y Hugo Kołłątaj, era "la última voluntad y testamento de la Patria".



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Constitución del 3 de mayo (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!