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Cordes-sur-Ciel



Cordes o Cordes-sur-Ciel desde 1986, es un municipio francés, situado en el departamento de Tarn y en la región de Mediodía-Pirineos. Es un pueblo medieval situado sobre un monte con cuatro murallas concéntricas que protegen un conjunto de calles estrechas y tortuosas parecidas a un laberinto.

El primer recinto, datado de principios del siglo XIII, es aún más visible desde la cima del monte. La iglesia de Sant Miquel, con un campanario muy particular, se comenzó a construir el 1263 y se fortificó el siglo XIV. Las fortificaciones fueron modificadas varias veces hasta el Renacimiento.

El pueblo fue fundado por Ramón VII de Tolosa el 4 de noviembre de 1222, poco después de la muerte de su padre Ramón VI. Data del periodo de reconquista occitana que siguió a la muerte del jefe de la cruzada lanzada contra los cátaros del Mediodía, declarados heréticos. Cordes es la primera y la más importante de las ciudades fortificadas, esto es, de las ciudades creadas para acoger las poblaciones que la guerra había dejado sin vivienda.

La ciudad se rodeó de dos líneas de murallas cerradas por poderosas puertas fortificadas. Cordes fue, durante mucho tiempo, la plaza más fuerte de los albigenses.

Cordes rápidamente tomó notoriedad, como indica el hecho que el rey de Francia solicitó que se le remitiera al título de propiedad el 1229 por el Tratado de Meaux.

Hay escritos que indican que el catarismo tomó protagonismo al poco tiempo y, según una disposición hecha al inquisidor Pierre Durand el 1245, había un taller de tejedores cátaros en Cordes hacia el año 1225. Prueba de ello es que la ciudad sufrió las embestidas de la Inquisición, persiguiendo a los Cátaros, lo que provocó revueltas contra los métodos inquisitoriales. La cruz del Mercado (de finales del siglo XIV) recuerda la masacre de tres inquisidores precipitados a un pozo el 1233.




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