Cotija de la Paz es la cabecera del municipio homónimo ubicado en el estado mexicano de Michoacán. El municipio tiene una extensión de 504.05 km 2 (0.91% de la superficie del estado), y limita al norte con Jiquilpan y Villamar, al este con Tocumbo y al sur con el estado de Jalisco . El municipio tenía una población de 23,198 habitantes en 2020.
Cotija es el lugar de nacimiento de varias figuras religiosas, entre ellas san Rafael Guízar Valencia y el sacerdote Marcial Maciel Degollado. La economía del municipio se basa principalmente en la agricultura, ganadería, pesca, industria alimentaria e industria de la construcción.
El mundialmente galardonado y apreciado Queso Cotija, lleva dicho nombre por ser la región de origen del mismo.
Cotija es un pueblo que tiene población de ascendencia española, italiana y del sur de Francia. Cotija está situada en el occidente de Michoacán, que es limítrofe con lo que hoy es el estado de Jalisco.
Sus fundadores españoles vinieron de Andalucía y Galicia mientras que los fundadores de Francia legaron de una zona que se encuentra cerca de España, ocupada principalmente por los departamentos de Aveyron, Tarn, Tarn y Garona, Dordoña y Lot y Garona, estos dos últimos donde se encuentra la comarca natural de Perigord.. En el día 5 de mayo de 1896 Aristeo Mercado, gobernador de Michoacán, elevó a rango de ciudad este poblado.
Hay varias familias antiguas de origen judío sefardita que se asentaron en Cotija. Esas familias
se no incorporaron el mestizaje que sí se dio en el resto del país, porque la mayoría se han casado y tenido descendencia con gente de su misma etnia (entre apellidos sefardíes) y siguen utilizando el nombre hebreo para bautizar a sus hijos de generación en generación.
La palabra Cotija viene de "cotixani". Cotija quiere decir «lugar donde la garganta se hace ancha». Existen otras acepciones sobre su significado y de dónde proviene, sin embargo todas carecen de antecedentes bibliográficos.
Existen diferentes versiones sobre la fecha exacta de la fundación del pueblo. Sin embargo, el reverendo Sacerdote José Romero Vargas dedicó varios años de su vida a la investigación histórica de ésta, que fue su tierra natal. Después de varios años de encuesta determinó que esta era la más posible y verídica versión sobre la fundación de Cotija.
Durante los primeros años del dominio español formó parte de la encomienda de Tarecuato-Tepehuacán, concedida a Don Antonio Caicedo. En el último cuarto del siglo XVI el virrey autorizó que familias españolas se asentaran en el valle formándose una congregación dentro del corregimiento de Tingüindín.
Entre 1575 y 1576 en el sitio que los antiguos llamaban Cotixa, y muy cerca de un cristalino riachuelo que después llamaron El Río Claro, sentó don Melchor Manzo de Corona sus casas de morada. Con él llegaron también su esposa, doña Juana Pérez, sus hijos Melchor y Leonor, y algunos indígenas, como Juan Alonso, nacido en Tacatzcuaro.
De 1581 a 1595, se establecieron alrededor de esta estancia otros once colonos españoles. Algunos edificaron sus casas y con perseverancia se dedicaron, principalmente, a la ganadería. Al transcurrir de los años y atraídos por el buen clima y la belleza de la zona, se fueron avecindado otras familias españolas. Ya para este entonces se le conocía como El Rincón de Cotixa y la estancia de don Melchor Manzo era considerada como la cabecera o centro de las demás. Por esta razón en ella se construyó una primitiva capilla a Nuestra Señora del Pópolo y se hacía los domingos el tianguis.
Ya desde antes de 1730, la capilla de El Rincón de Cotija tenía sacerdote de pie, pero los bautismos, los casamientos y los entierros no se permitían y era forzoso acudir a la sede parroquial en Tinguidin.
Fue hasta noviembre de 1740 cuando se remedió este mal cuando el obispo de Michoacán Fr. Marcos Ramírez del Prado que el la capilla y atrio del Rincón de Cotija se diera sepultura eclesiástica. Entre el 2 al 5 de agosto de 1759, durante una visita oficial del Juez Comisario, subdelegado para Ventas y Composiciones de Tierras y Aguas Baldías y Realengas de la jurisdicción de Xiquilpan, Periban, y Tinguindin, el señor licenciado don Francisco Antonio de Echavarri, decreto que a partir de esa fecha El Rincón de Cotixa y el Llano de Titiacoro quedaran unidas para siempre en un solo nombre, con la categoría oficial de La Congregación de Cotija.
Desde 1790, Cotija es oficialmente designado como pueblo dejando de ser congregación.
Durante una visita que el gobernador de Michoacán Aristeo Mercado hiciera al pueblo, se dio cuenta de que los hijos de Cotija no habían nacido para vivir y enriquecerse con la política, sino que amaban la paz, el orden, la tranquilidad y el progreso.
Con estas impresiones regresó a Morelia el gobernador y dos años después decretó que desde el 5 de mayo de 1896 el pueblo de Cotija tuviera el rango de ciudad y llevara el nombre de Cotija de la Paz.
A pesar de ser una población eminentemente católica por muchos años, la tradición oral de los pobladores señala que fue fundada por una gran cantidad de sefarditas o judíos conversos. Esta misma tradición la comparte la ciudad de Zamora de Michoacán, y está relatada en varios libros del sacerdote católico Alfonso Verduzco Pardo.
También es importante destacar la participación de Cotija en la guerra Cristera en México (1926 a 1929), dicha participación fue dirigida por el General Jesús Degollado Guízar.
La población de Cotija a inicios del siglo XX se distinguía por una sentida religiosidad, expresada en variadas tradiciones piadosas y en el florecimiento de vocaciones sacerdotales y religiosas, habiendo sido esta localidad cuna de seis obispos dentro de la Iglesia Católica.
Es bien conocido que desde la segunda mitad del siglo XIX, cuando se construyó la plaza, se hizo costumbre que cada domingo por la tarde y la noche, caminar alrededor de la plaza es toda una una tradición. Las familias y en especial los jóvenes caminan alrededor de la plaza como medio para conocer gente. Las mujeres caminan por un lado y los hombres en sentido opuesto. Los hombres regalan flores o ponen confeti en el cabello de las mujeres como símbolo de atracción, por amistad o como muestra de afecto.
De igual manera es costumbre que las parejas y las familias se sienten en los jardines de la plaza a charlar, convivir o comer algo.
La ciudad Cotija de la Paz se caracteriza por su peculiar forma de cocinar y de preparar sus alimentos ya que la gran mayoría de la comida es dulce y a muchas personas que visitan les causa asombro tal como el mole preparado con Chocolate Cotija, salsas y algunos guisados. Se cree que la preparación de los alimentos con sazón dulce proviene de los fundadores europeos que no estaban familiarizados con las comidas de mestizos que solían ser picantes o muy condimentadas. Aun así, la gastronomía tradicional de Cotija no se limita a alimentos dulces.
Algunos de los alimentos y productos más conocidos son:
La tradición de la fabricación de Chocolate Cotija comenzó en 1930 cuando los hermanos Francisco y Raymundo González originarios de Cotija instalaron una fabrica de Chocolates La Azteca. Los hermanos González, habían fundado La Azteca en Veracruz en 1919, pero quisieron apoyar a la comunidad abriendo un establecimiento en la comunidad, que después por estrategias logísticas, trasladaron la fabrica a la Ciudad de México, llevando a la ciudad a la mayoría de sus empleados de Cotija y contratando aun mas personal oriundo de Cotija.
Llegó a ser la empresa líder en ventas de chocolate en México al punto que en 1988 adquirió a la empresa Larín, la entonces segunda chocolatera más grande del país. La fábrica estaba ubicada en Calle Ferrocarril de Cintura #105 Col. Morelos, Alcaldía Venustiano Carranza, junto a la estación del metro Morelos. El edificio que albergaba la fábrica ahora es una unidad de condominios, pero la fachada permanece intacta.
Productos.
Algunos Cotijenses que también conocían las técnicas de fabricación de chocolates y decidieron comenzar su propio negocio, el cual se ha vuelto toda una tradición que continua hasta ahora, ofreciendo variedades de chocolate de mesa, como es el Chocolate Semi Amargo (Envoltura azul), Amargo (Envoltura verde) o almendrado (Envoltura blanca con dorado).
Las tostadas de Cotija son conocidas por ser diferentes a o que se conoce en el resto del país.
Están elaboradas con masa de maíz blanco, las cuales después de un proceso de secado al sol se les conoce como "raspadas". Posteriormente se fríen en aceite y se dejan secar, para después ser preparadas con distintos ingredientes a gusto del consumidor.
La base de la preparación de una tostada tradicional de Cotija son frijoles molidos, lechuga o repollo, salsa de jitomate preparada con naranjas, mole dulce preparado con chocolate Cotija, queso fresco o Queso Cotija y aguacate. Partiendo de ahí, el consumidor puede optar por agregar, lomo de cerdo, jamón, carne deshebrada de cerdo o pollo, queso "de puerco", corazón etc...
El mezcal es un licor elaborado por la destilación del corazón del agave o maguey; una planta muy parecida a la penca. Este proceso lleno de tradición comienza desde que se plantan los agaves, que normalmente tardan en madurar de 6 a 8 años, aunque algunas especies pueden tardar hasta 20 años. Existen distintas variedades de Agave, cada una le da al mezcal un sabor y aroma únicos.
Cuando llega el momento se cosecha y se deshoja hasta quedar solo la piña. Luego, en un fogón muy peculiar; un agujero en el piso cubierto de piedras calentadas al fuego, se ponen las piñas y se cubren con pencas de la misma planta. Después de 3 días que ya están cocidas se machacan y se ponen a fermentar. Finalmente pasan por un proceso de destilación en ollas de barro.
En las comunidades y ranchos de las serranías de Cotija, existen las popularmente denominadas Vinatas, que son cabañas o casas de adobe se destila el Mezcal, siendo las comunidades de "Plan del Cerro y Agua del Gallo" las más conocidas por la elaboración de Mezcal, aunque no esta imitado a otras comunidades de la serranías del municipio. El clima y la vegetación de la zona dan al maguey un sabor único una vez que es destilado.
Cada productor tiene su técnica y proceso particular, lo cual da como resultado una gran variedad de Mezcales, de sabores, texturas y aromas distintos. Algunos productores añaden frutas, hierbas aromáticas, anís, madera de pino, etc. cuando el mezcal esta reposando, lo que realza su sabor o deja notas a frutos o cítricos, que dan aun más variedad de sabor al licor.
Es común en Cotija, acompañar la comida con una copa de mezcal ya que es un excelente digestivo. También es común consumir el mezcal en reuniones, fiestas o convivios acompañado de Queso Cotija o alguna otra botana.
Es tradición en Cotija asistir por las mañanas a las panaderías o al mercado a consumir pan tradicional de Cotija, el cual es muy apreciado por los locales y visitantes, ya que sus variedades son únicas en todo el país, destacando "las trancas", que son un pan tipo galleta en forma de trenza alargado, "las aguacatas" que es un tipo de pan sin levadura parecido al hojaldre, de unos 30cm, de forma redonda y con pedazos de piloncillo.
De igual manera durante la semana santa, se elaboran virotes, que es un tipo de pan de gran tamaño, que suele ser dulce o salado, según sea el caso, el cual se consume solo o se utiliza para elaborar la tradicional capirotada, que puede ser dulce o salada, siendo la dulce la más común. Este delicioso postre se elabora de acuerdo a la receta de cada familia, algunos optan por prepararlo con leche condensada, pasas, frutos secos y canela. El virote también es utilizado para ser bendecido el Jueves Santo, como parte de una tradición Católica.
En Cotija, muchas personas conocen los postres como fruta de Horno, mismos que se preparan en su mayoría con leche, siendo los más tradicionales de Cotija:
Cotija es bien conocido por sus artesanías de altísima calidad que han sido preservadas por familias originalmente asentadas en Cotija desde su fundación, sobresaliendo:
Fabricación de Sillas de Montar, guaraches, cintos y artículos de cuero que preservan su fabricación a mano utilizando técnicas tradicionales, a cargo de la Familia Vargas, actualmente siguen la tradición el Señor Juan Vargas Silva y sus hijos Juan Vargas Contreras y Marco Vargas Contreras.
Fabricación de aretes y alhajas de oro de excelente calidad, elaboración con técnicas tradicionales de antaño, siendo las Familias Barragán y Silva los principales exponentes.
Cotija ha sido bien conocida por músicos de talla internacional, además de las tradicionales verbenas populares los domingos desde principios del siglo XX.
Javier Ramírez Farías. Pianista, compositor, arreglista, poeta, escritor y cantante egresado del Conservatorio Nacional de Música (México).
Alejandro Manzo Salceda, importante pianista de talla internacional, quien fuese alumno de Javier Ramírez Farías y que ha sido catalogado como uno de los mejores pianistas a nivel mundial, acompañado a un sin numero de Orquestas Sinfónicas y Filarmónicas tales como la Orquesta Sinfónica de San Francisco, Orquesta Filarmónica de Berlín entre otras.
Karma. Banda de rock clásico y en español formada en 2010 en Cotija.
Músicos invitados.
1759. En agosto fue elevado a la categoría política de Congregación de Cotija.
1810. El 12 de octubre, se forma un destacamento para lucha por la Independencia.
1813. El 12 y 13 de noviembre, jefes insurgentes atacan a las fuerzas realistas del capitán Miguel de la Mora.
1831. Se constituyó en Municipio del Partido de Jiquilpan por la ley Territorial del 10 de diciembre.
1896. Se otorga a Cotija el título de ciudad con el nombre de Cotija de la Paz.
1918. El 20 de marzo, las fuerzas de Inés Chávez García, saquearon e incendiaron la ciudad.
1920. En diciembre, las fuerzas del general Lázaro Cárdenas, estuvieron de paso por la población.
1939. El 27 de diciembre, se firmó la resolución presidencial que formó el Ejido de Cotija y sus anexos.
El queso Cotija es el producto gastronómico más destacado de la población.
Desde hace aproximadamente 400 años se comenzó a crear esta variedad de queso en rancherías aldeanas al pueblo.
En el año 2000 fue creada una marca registrada del queso Cotija estableciendo normas comunes para su elaboración artesanal. Para mantener este patrimonio gastronómico, cada año en Diciembre se lleva a cabo una feria del queso Cotija.
El queso Cotija artesanal fue reconocido, entre 500 participantes, como el mejor queso extranjero del año en el campeonato mundial de quesos en Cremona, Italia, en noviembre del 2006.[cita requerida].
Su hidrografía se integra por los ríos de Cotija (Claro y Cuervo), Tajo, Ejes y Agostadero, Rio de Huertas, Rio de Ventanas, además de arroyos formados durante la temporada de lluvias tradicionalmente conocidos como; el salto, la ranita, la barranca ancha entre otros.
También cuenta con lagos y lagunas de formación natural como son La Laguna de San Juanico, Laguna del Paso, Laguna del Moral, Laguna de la Magdalena entre otros, además de represas artificiales para riego.
El relieve está constituido por el sistema volcánico transversal, sierra de San Angel; cerros de la Corona, Verde, Blanco, del Pinal; y el valle de Cotija, cerro del Picacho entre otros.
El clima es tropical y templado con lluvias en verano. Tiene precipitación pluvial de 900.0 milímetros y temperaturas que oscilan de -3º en Invierno a 40.0º en primavera.
En el municipio predominan los bosques: bosque mixto y bosque tropical deciduo. Su fauna la conforman el venado, zorrillo, lince, puma o león de montana, onza, águila, halcón, gavilán zorro, conejo, liebre, ardilla, tlacuache, tejón, tuza, armadillo, coyote, garza, pato y pez bagre, entre otros.
Los suelos del municipio datan de los periodos cenozoico, terciario y plioceno; corresponden principalmente a los del tipo chernozem y chesnut.
Su uso es primordialmente forestal, ganadero y agrícola.
Su construcción comenzó en 1854 a cargo del Arquitecto José María Yerena, quien fuera un eminente arquitecto perteneciente a la masonería del Rito Escocés Antiguo y Aceptado y que dejó indicios de simbología de la orden de los Caballeros templarios, Simbología francmasónica y Rosacruz. Mismos que pueden ser observados alrededor y al interior de la edificación.
Es un edificio de grandes dimisiones, de estilo barroco y neo-clásico. La arquitectura barroca prefiere el uso de las líneas curvas y las superficies ondulantes. En este sentido, abandona las líneas rectas y las superficies planas. La arquitectura barroca se caracteriza por crear efectos atmosféricos mediante la manipulación y regulación de las entradas de luz. La búsqueda de los efectos del claroscurso es una constante.
El cuerpo y cimientos están construidos de roca, adornamos con molduras de cantera rosa talladas a mano, una torre de aproximadamente 70 metros de altura, elaborada únicamente en cantera rosa la cual alberga un campanario en su primer nivel, donde se pueden encontrar 5 campanas, destacando la Campana de Nuestra Señora del Popolo, la cual se cree esta hecha mayormente de oro y plata por su característico sonido y duración de resonancia, además cuenta con un reloj mecánico operado por pesas y que hace sonar un conjunto de 3 campanas cada 15 minutos y un conteo de campanadas cada hora según corresponda, dicho reloj fue donado por Santos Degollado Carranza.
La cúpula o calota es un elemento sobresaliente de la parroquia ya que es única en su tipo en todo el continente, se trata de una cúpula suspendida únicamente sobre columnas elaborada de cantera negra/café, adornada con vitrales con motivos religiosos; con un estilo similar al de la Basílica de San Pedro del Vaticano.
Se cree que debajo de la parroquia existen túneles subterráneos que en un primer momento fueron hechos como drenajes y que posteriormente fueron ampliados para que quepa de pie una persona. Esto con la finalidad de esconder a los Fieles Católicos durante la Guerra Cristera y que se conectan con los tunes ya descubiertos (aunque poco explorados) que corren debajo del centro de la ciudad y en las calles principales. Se cree que el acceso a dichos túneles esta debajo de la pila de bautizo de la parroquia. También se cree que los túneles eran utilizados para esconder oro y bienes de los invasores
Distintos Ayuntamientos y sociedades civiles han tratado de conservar la apariencia tradicional del centro de Cotija pavimentado con cantera rosa, iluminación arquitectónica, iluminación colonial, preservación de las plazas, jardines y electrificación subterránea, además de construcciones coloniales como la que fuera la casa de Rafael Guízar y Valencia.
Cotija cuenta con un museo ubicado entre las calles Nicolás Bravo y Javier Mina en donde se pueden encontrar artefactos y objetos organizados de manera cronológica, desde hallazgos arqueológicos que datan de épocas precolombinas, la época de oro de Cotija y la era moderna.
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