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Crataegus pubescens



Mespilus pubescens, non C.Presl (1822) nec Pohl (1815) nec J.C.Wendl. (1823) ; Crataegus pubescens (H.B.K.) Steud., non C.Presl (1826) ; Crataegus stipulacea Lodd. Cat. ex Loudon (1838); Crataegus hypolasia K.Koch, (1853) ; Crataegus pubescens Steud. f. stipulacea (Loudon) Bull., 1914; Azarolus pubescens (C.Presl) M.Roem. ; Crataegus boissieri Willk. ; Crataegus eriocarpa Pomel; Aronia alnifolia Nutt.; Amelanchier florida Lindl.[2]

Crataegus mexicana, conocida comúnmente como manzanita, manzana de Indias, manzana chilena, tejocotera y tejocote, es un arbusto o árbol frutal pequeño nativo de México y algunas zonas de Guatemala, donde se conoce comúnmente como manzanilla, muy utilizado en época navideña para hacer "collares" con los frutos para adornar los nacimientos o belenes, así también en dulce de manzanilla. También ha sido introducido a lo largo de los Andes.[3]​ Se cultiva por su fruto, el tejocote.

Crataegus proviene del griego “kratos” que significa duro. Es una especie de la familia Rosaceae. Tejocote, conocida también como árbol de "manzanita" o árbol de "manzana" de Indias.

Es un árbol espinoso de hasta 10 m de altura, las espinas se encuentran en el tronco y sus ramas, su corteza es de color gris rojiza, se desprende en tiras.

Las hojas son semiperennes, ovales o en forma de diamante de entre 4 a 8 cm de largo con margen serrado, anchas en la parte media y en los extremos, angostas de borde dentado.

Las flores son hermafroditas, solitarias, se presentan en forma de umbelas terminales con 2 a 6 flores con pétalos blancos.

El fruto (similar a una pequeña manzana) es un de color amarillo-anaranjado de 1 a 2 cm de diámetro, las semillas son lisas y de color café, rodeadas por un hueso leñoso.[4]​ Al madurar a finales del invierno, poco antes de la nueva floración, va adquiriendo tonalidades que varían del amarillo-anaranjado al anaranjado-rojizo.

El tejocote es originario de México. Está distribuido en la mayor parte de las zonas montañosas del país, sobre todo en el eje neovolcánico (desde el estado de Veracruz hasta el estado de Jalisco), la Sierra Madre Oriental (entre los estados de Hidalgo, Tamaulipas, San Luis Potosí, Coahuila y Nuevo León), la Sierra Madre del Sur (Sierra de Oaxaca y Guerrero) y los altos de Chiapas. Se encuentra también en Centroamérica hasta Ecuador y ha sido introducida a lo largo de los Andes y en Sudáfrica.[5]

Habita en clima templado, entre los 1000 y hasta los 3500msnm. Planta cultivada en huertos familiares y crece a las orillas de los caminos, asociada a vegetación perturbada de bosque mesófilo de montaña, de encino, de pino y mixto de encino-pino, además de bosque tropical caducifolio. Habita en laderas de cerros con topografía escarpada (60 % de pendiente) en barrancas y en las zonas de cultivo. Le favorecen los suelos ácidos y francos.[6][4]

Se adapta a gran diversidad de suelos, con lluvia anual de 600 a 1,200 milímetros, con temperaturas medias de 15 a 18 °C, mínimas de -5 °C y máximas de 40 °C, tolera sequías e inundaciones y por su rusticidad es resistente a las plagas y enfermedades.[5]

No se encuentra amenazada ni bajo protección. Comúnmente se encuentra en su forma silvestre y cultivada, existen ya variedades seleccionadas para la producción comercial que favorecen la producción y la calidad del fruto, con grandes oportunidades de abastecer la demanda de fruta fresca y proveer a la agroindustria. Se estima que en México existen 700 hectáreas plantadas con tejocote. Las entidades con mayor participación en la producción son Puebla (89%), Oaxaca (2.7%), Estado de México (2.3%), Jalisco (2.2%), Distrito Federal (1.8%), Chiapas (1.3%) y Zacatecas (1 %).[5]

Los frutos de esta especie son aromáticos y de buen sabor, muy apreciados por su contenido de vitamina C. En México, el tejocote se emplea tradicionalmente en la confección y decoración de los altares u ofrendas de Día de Muertos, sobre todo en el alto Valle de Puebla (Huejotzingo-Calpan). Además, se usa en las Posadas dentro de las piñatas, en el llamado aguinaldo (conformado por tejocotes, mandarinas y cacahuates); así como en la preparación del tradicional ponche de frutas navideño.

La infusión preparada con sus frutos es un remedio tradicional para prevenir enfermedades respiratorias.[6]

El alto contenido de pectina en sus frutos se procesa para su utilización en la industria alimentaria, cosmética, farmacéutica, textil y metalúrgica. La madera, dura y compacta, se utiliza como leña y para fabricar herramientas de mano.[7]​ Las hojas, brotes y frutos tienen también uso forrajero.

Crataegus mexicana fue descrita por el botánico suizo Augustin Pyrame de Candolle.[8]

La palabra "tejocote" proviene del náhuatl texocotl. Se compone de tetl, "piedra"; y xocotl, "fruto agridulce" (= "fruto agridulce duro como piedra").[9]



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