Crisis diplomática

Crisis diplomática o crisis internacional es una situación grave de las relaciones internacionales, más importante que un affaire ("asunto") o incidente diplomático,^[2]​ puesto que amenaza seriamente la paz y puede llevar a la guerra. También puede ocurrir que un incidente diplomático o internacional, inicialmente menor, se agrave hasta convertirse en una verdadera crisis de gran magnitud.

Las crisis diplomáticas o internacionales pueden resolverse pacíficamente mediante las vías diplomáticas (negociación bilateral o multilateral, mediación, arbitraje, remisión a instituciones internacionales, etc.), lo que significa que una o las dos partes ceden en sus pretensiones originales; si no ocurre así, se resuelven por la vía de los hechos, buscando cada parte implicada su satisfacción mediante la fuerza.

Tanto las crisis como los incidentes diplomáticos son coyunturas puntuales, de duración limitada, en el seno de un conflicto,^[3]​ disputa,^[4]​ contencioso o cuestión diplomática, que, al contrario que incidentes o crisis, puede mantenerse en el tiempo (en algunos casos durante siglos -cuestión de Oriente, de Gibraltar, de las Malvinas, de Alsacia y Lorena, de Corea, la disputa del Mar de la China Meridional,^[5]​ el conflicto de Cachemira o el conflicto árabe-israelí-) bajo todo tipo de relaciones entre los países en conflicto; incluso inactivarse temporalmente como "conflicto congelado".^[6]​

Tradicionalmente se utiliza la expresión "asuntos exteriores" (affaires etrangeres, foreign affairs) para denominar el trabajo de los diplomáticos y los departamentos ministeriales que las gestionan (también llamados ministerios "de Estado" o "cancillerías").