El cruce del Mar Rojo (hebreo: קריעת ים סוף Kriat Yam Suph – Cruce del Mar Rojo o Mar de los juncos) es un episodio en la narrativa bíblica del Éxodo. Trata de la huida de los israelitas de sus perseguidores egipcios, encabezada por Moisés. Moisés usa su vara y Dios separa las aguas del Mar Rojo. Los israelitas pasan a través del camino que ha quedado seco seguidos del ejército egipcio. Una vez a salvo, Moisés vuelve a agitar los brazos y las aguas del Mar Rojo vuelven a cerrarse, ahogando a los egipcios.
Dios escoge Moisés para librar a los israelitas de la esclavitud en Egipto y llevarlos a la tierra prometida de Canaán. El faraón egipcio, tras una serie de milagros, accede a dejarles ir y viajan de Ramesses a Succoth y de allí a Etham en el borde del desierto, dirigidos por una Columna de Nubes por el día y una columna de fuego por la noche. Allí Dios ordena a Moisés dar la vuelta y acampar en Pi-hahiroth, entre Migdol y el mar, enfrente de Baal-zephon.
El Faraón persigue a los israelitas con carros de guerra y les adelanta en Pi-hahiroth. Los israelitas se asustan al ver al ejército egipcio, pero la columna de nubes y la de fuego se encarga de mantenerlos a distancia. Por orden de Dios, Moisés pone su vara sobre el agua y durante la noche un fuerte viento del este divide el mar, para que los israelitas pueden andar por el camino que ha quedado seco entre columnas de agua. Los egipcios les persiguen, pero Dios vuelve a cerrar las aguas y mueren ahogados. Al ver poder de Dios, ponen toda su confianza en Él y en Moisés y cantan una canción. (Esta canción, aparece en Éxodo 15 y se llama Shirat HaYam).
La historia contiene al menos tres y posiblemente cuatro capas. En la primera capa (la más antigua), Dios envía el mar hacia atrás de un soplido; en la segunda, Moisés levanta su mano y las aguas se dividen en dos columnas; en la tercera Dios obstruye las ruedas de los carros egipcios y estos huyen (en esta versión los egipcios ni siquiera se introducen en el agua); y en la cuarta, la de la Canción del Mar o Shirat HaYam, Dios lanza los egipcios a tehom, las profundidades oceánicas o el abismo mítico.
Ningún arqueólogo ha encontrado pruebas de que este episodio bíblico haya sucedido. Zahi Hawass, un arqueólogo egipcio y anteriormente el ministro de Egipto para Asuntos de Antigüedades, dejó reflejado el consenso de arqueólogos y eruditos con respecto a la partición del Mar Rojo y los 40 años de los israelitas vagando por el desierto diciendo: "Realmente, es un mito ... A veces los arqueólogos tenemos que decir esto no ha pasado porque no hay pruebas históricas."
Dada la falta de pruebas para el relato bíblico, algunos investigadores han propuesto explicaciones sobre qué pudo haberlo inspirado, entre ellas espejismos o el resultado de una erupción volcánica.
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