Deneb es el nombre propio de la estrella Alfa Cygni (α Cyg / 50 Cyg), la más brillante de la constelación de Cygnus («El Cisne») y una de las más brillantes del cielo nocturno, con una magnitud aparente en banda B (filtro azul) igual a 1,34 y en banda V (filtro verde) igual a 1,25. Junto con Vega (α Lyrae) y Altair (α Aquilae) forman el asterismo del «triángulo de verano» para los observadores del hemisferio norte.
El nombre de Deneb deriva del árabe dhaneb, «cola», entendida como «la cola del ave» (dhanab ad-dajājah), en clara alusión a su posición dentro de la alineación de estrellas que conforman la figura del Cisne. Es un término muy común en otras estrellas, que señala la extremidad caudal de algunas constelaciones, como Denébola en Leo o Deneb Kaitos en la Ballena. Deneb Adige y Deneb el Adige son formas largas del mismo nombre.
Otras denominaciones tradicionales de Deneb, como Arided —que aparece en las Tablas Alfonsíes—, Aridif y su variante Arrioph, están hoy día en desuso. Gallina fue un nombre utilizado por Johann Bayer para designar a esta estrella.
La distancia de Deneb a la Tierra es aún motivo de controversia: debido a la gran lejanía a la que se encuentra, los métodos de determinación de la distancia que utilizan la paralaje proporcionan un rango de distancias de hasta 3200 años luz. Las mediciones más precisas —llevadas a cabo por el satélite Hipparcos— sitúan a Deneb solo a 1425 años luz de distancia, lo que resulta en una luminosidad 54 400 veces superior a la del Sol. Su magnitud absoluta se estima en -7,2, de forma que, a modo de comparación, su potencia lumínica es tal que en un solo día genera tanta energía como el Sol en 140 años. Con esa magnitud, su brillo sería comparativamente superior incluso al de algunos láseres industriales.
Deneb es un tipo poco común de supergigante blanca de clase espectral A2Iae y una temperatura superficial de 8525 K. La medida directa de su diámetro angular —0,0025 segundos de arco— permite calcular su tamaño, 210 veces el del Sol. Si estuviese situada en el centro del sistema solar, se extendería hasta la mitad de la órbita terrestre, y en el cielo de la Tierra aparecería como un disco de 55° 52' de diámetro angular aproximadamente (considerando el radio máximo de la estrella). Su velocidad de rotación proyectada —30 km/s— da como resultado un período de rotación aproximado de medio año.
Hace poco más de 10 millones de años, Deneb empezó su vida como una estrella de tipo B u O con una masa de 15-16 masas solares. Desde su superficie sopla un viento estelar que hace que la estrella pierda masa al ritmo de una millonésima de la masa solar por año, 40 millones de veces mayor que la que experimenta el Sol. En la actualidad Deneb ha finalizado la fusión del hidrógeno en su núcleo, pero no se sabe con certeza en qué fase de su evolución se encuentra; puede estar en el proceso de convertirse en una supergigante roja con un núcleo de helio inerte o, más avanzada en su evolución, ya puede haber comenzado a fusionar el helio en su núcleo. En cualquier caso, concluirá su vida estallando como supernova dentro de unos pocos millones de años.
Deneb es el prototipo de una clase de variables llamadas variables Alfa Cygni. Sus superficies experimentan pulsaciones no radiales que hacen que su brillo y su tipo espectral varíen ligeramente.
Siendo una de las estrellas más brillantes del firmamento, Deneb fue una aceptable estrella polar intermedia (situada a 7° del polo norte celeste) hace 18 000 años, y volverá de nuevo a dicha posición alrededor del año 9800 d. C.
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