Diana Turbay Quintero (Bogotá, 9 de marzo de 1950 — Medellín, 25 de enero de 1991) fue una abogada y periodista colombiana. Era hija del expresidente Julio César Turbay Ayala, de quien fue secretaria privada entre 1978 y 1982.
Como periodista, fue directora del Noticiero Criptón desde 1987 hasta su muerte en 1991.
Su madre fue Nydia Quintero y tuvo tres hermanos más entre los que se destaca Julio César Turbay Quintero, ex contralor general de la República.
Diana Turbay cursó estudios de Jurisprudencia en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario de Bogotá. Sin embargo, dedicó su vida al periodismo. Se desempeñó como directora y presentadora del noticiero de televisión Criptón y como editora de la revista Hoy por hoy.
Se casó con Luis Francisco Hoyos Villegas y de esta unión nació su hija María Carolina Hoyos Turbay. Tiempo después contrajo segundas nupcias con Miguel Uribe Londoño, quien fue presidente de la Federación Nacional de Cacaoteros, con quien tuvo un hijo, Miguel Uribe Turbay.
Diana Turbay fue secuestrada el 30 de agosto de 1990 por el grupo de Los Extraditables comandados por Pablo Escobar, quien quería presionar al presidente César Gaviria para que derogara el tratado de extradición. La estrategia de Escobar fue engañar a Turbay para que aceptara una supuesta entrevista con Manuel Pérez Martínez alias el Cura Pérez, comandante del ELN, la cual era en realidad una farsa inventada por Escobar para poder secuestrarla igualmente aprovechando que anteriormente Turbay había entrevistado a Carlos Pizarro Leongómez ayudando a la desmovilización del M-19.
Turbay salió de Bogotá con cinco personas más entre los cuales estaban Azucena Liévano, Hero Buss (un alemán que escribía artículos sobre Colombia para la BBC), Richard Becerra, Orlando Acevedo y Juan Vitta. La expedición fue instalada en una finca del municipio antioqueño de Copacabana y cuando preguntaron a un sicario en que momento se encontrarían con El Cura Pérez la respuesta fue: "No hay ningún cura Pérez, ustedes están en manos de Los Extraditables".
Diana Turbay intentó que le concedieran una entrevista con Escobar. Esto no fue posible ya que él en varias ocasiones se negó a atenderla. Se tiene la teoría que ella era utilizada por el capo como un escudo humano, ya que era trasladada a las fincas donde él estuviera. En caso de un operativo militar él usaría la vida de la periodista para que nada le pasara.
Además del secuestro de Diana Turbay, Azucena Liévano y los otros miembros de la expedición, Los Extraditables secuestraron a Maruja Pachón, Francisco Santos Calderón, Marina Montoya y Beatriz Villamizar. Los detalles de este secuestro se narran en el libro Noticia de un secuestro de Gabriel García Márquez. La mayoría de los secuestrados fueron liberados después. Diana Turbay permaneció secuestrada junto a su camarógrafo Richard Becerra.
En una operación de rescate, efectuada en Copacabana (Antioquia), el 25 de enero de 1991 recibió una herida de bala en su hígado y en su riñón izquierdo, pues según la versión oficial, fue asesinada por atrás por parte de sus secuestradores, mientras que otras versiones afirmaban que la bala provenía de las fuerzas de rescate. Según Jhon Jairo Velásquez, alias "Popeye" en sus declaraciones a la prensa Colombiana, Turbay murió a consecuencia de una bala de fusil (calibre 7,62mm) que provenía al parecer de un helicóptero de la Fuerza Pública".
La periodista falleció usando ropas de campesina debido a que cuando los secuestradores se dieron cuenta de la presencia del operativo militar, la hicieron vestirse de esta manera para salir huyendo.
Posteriormente el gobierno negó que se hubiera realizado una operación de rescate, incluso el presidente César Gaviria negó el operativo e informó que se habían encontrado a los carceleros y a los secuestrados por error, mientras que los miembros de la organización criminal decían todo lo contrario. Richard Becerra compañero de secuestro dijo que las últimas palabras de ella fueron: "Me mataron Richard, me mataron".
Liévano quien había sido liberada con anterioridad, reconoció a David Ricardo Prisco Lopera, jefe de "Los Priscos", como el hombre que se hacía llamar "Don Pacho", jefe del grupo de secuestradores y de quien prácticamente dependía su suerte durante el cautiverio.
Fue llevada por la Policía Nacional, en un helicóptero al Aeropuerto Olaya Herrera y de ahí en ambulancia al Hospital General de Medellín donde tres horas después murió a las 5:30 PM debido a un paro cardíaco, shock hipovolémico ya que había perdido mucha sangre. En el quirófano los médicos siguieron todas las medidas de reanimación y se le abrió el tórax para hacerle masaje interno directo. En su organismo se encontraron destrozos en órganos vitales como el hígado, el riñón y la columna vertebral.
La madre de la periodista, Nydia Quintero, culpó de la muerte de su hija por igual a Pablo Escobar y al presidente César Gaviria. Al primero lo calificó de insensible e insensato, además de implorar infructuosamente por la liberación de su hija a través de cartas enviadas a Hermilda Gaviria, madre de Escobar, y aseguró que el presidente, con indolencia y casi con frialdad e indiferencia, desoyó las súplicas para rescatar a los periodistas y no poner así en peligro sus vidas. Aseguró también que el presidente, por presiones de Washington, demoró la promulgación de medidas que modifican, tal como lo habían solicitado Los Extraditables, los decretos sobre no extradición y rebaja de penas para quienes se entregaran voluntariamente.
Los restos de Diana Turbay reposan en el cementerio Jardines de Paz al norte de Bogotá.
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