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Dinamita



La dinamita es un explosivo muy potente compuesto por nitroglicerina, una sustancia explosiva líquida a temperatura ambiente y muy inestable que al ser absorbida en un medio sólido (inicialmente, diatomita, roca formada por caparazones silíceos de diatomeas), se convierte en un explosivo más estable. La dinamita fue inventada por Alfred Nobel en 1866, sustituyendo rápidamente a la nitroglicerina para aplicaciones industriales y de minería. Desempeña un papel muy importante en trabajos como la excavación de montañas, la construcción de carreteras, demoliciones y en general cualquier obra pública que requiera el movimiento de masas rocosas.

Se utilizó para el desarrollo y fabricación de ingenios bélicos provocando numerosas muertes y gran destrucción en las zonas de conflicto. Nobel, para contrarrestar sus efectos negativos aunque de modo simbólico, instituyó el premio que lleva su nombre expresamente referido a la paz.

La dinamita, como todos los explosivos potentes, es muy peligrosa y por ello es una sustancia de uso restringido, si bien ha sido extensivamente sustituida por explosivos plásticos en los que la sustancia explosiva se estabiliza mezclándose con un plastificante en lugar de tierra de diatomeas. La base de nitroglicerina ha sido en gran parte sustituida por dinitroglicol (Goma-2 ECO) o trinitrotolueno (titadine o TNT). Para uso industrial también se encuentra muy extendido el uso de la ciclonita, también en forma de explosivo plástico, bajo los nombres de C-3 y C-4 según formulación.

Originariamente, se mezclaba la nitroglicerina con un tipo particular de arena de dióxido de silicio denominada diatomita o tierra de diatomeas.[1]​ La diatomita, que proviene de fósiles de microorganismos marinos, tiene una gran superficie específica y absorbe la nitroglicerina haciéndola manejable e impidiendo que detone por accidente.

La dinamita fue inventada por Alfred Nobel en 1866 y patentada en 1867. Su empleo en la explotación de los campos petroleros de Bakú (Azerbaiyán) le hizo ganar una gran fortuna a su creador, la cual se emplea en la concesión del Premio Nobel.

La nitroglicerina había sido descubierta en 1847 por el químico italiano Ascanio Sobrero, pero se trata de un líquido muy sensible a los golpes, que hace muy difícil su manejo y por lo que provocaba muy a menudo graves accidentes por ser demasiado inestable y difícil de manipular y de transportar para la guerra y muy peligroso para aplicaciones civiles. En 1864 una explosión de nitroglicerina mató a cinco personas, entre ellas, al hermano pequeño de Nobel. A raíz de esta tragedia se concentró en la tarea de conseguir un método para manipular con seguridad la nitroglicerina, que a mediados del siglo XIX era el explosivo más utilizado.

En 1867 Nobel consiguió fabricar la dinamita, mezclando la nitroglicerina con un material absorbente (la tierra de diatomeas), y así obtuvo un polvo que se podía percutir e, incluso, quemar al aire libre sin que explotara. Solo explotaba cuando se utilizaban detonadores eléctricos o químicos. Así nació la dinamita, un explosivo más estable y manejable que la nitroglicerina.

Las patentes más importantes de Nobel fueron en 1875, la dinamita goma, una dinamita moldeable, semejante a los explosivos plásticos actuales y luego, en 1884, un método para la destilación continua del petróleo. Por último, en 1887, fabricó la balistita, una mezcla de nitroglicerina y nitrocelulosa, consiguiendo un gran explosivo sin humo.

La dinamita se solía fabricar mezclando nitroglicerina y tierra de diatomeas con un alto contenido de dióxido de silicio. Esta última actuaba como una especie de esponja, absorbiendo y estabilizando la nitroglicerina, haciendo su uso como explosivo más seguro y práctico. Se solía vender en forma de tubos de cartón llenos con el compuesto, que medían entre 10 cm y 15 cm de largo por 2,5 cm de diámetro.

Por su alta estabilidad, la dinamita reemplazó rápidamente a la nitroglicerina en aplicaciones como las demoliciones y la minería, y como relleno explosivo en los proyectiles de artillería y cargas de demolición militares. La dinamita es además químicamente más inerte que la nitroglicerina pura, lo que hace posible su almacenamiento seguro, aunque solo a medio plazo, ya que con el paso del tiempo y con una temperatura de más de 30 °C la nitroglicerina se escurre del dióxido de silicio y la dinamita "suda" nitroglicerina, que se concentra en gotas muy sensibles al movimiento, al calor y a la descomposición química en productos químicos más inestables. La dinamita es tan estable, que generalmente los cartuchos de dinamita nuevos y en buenas condiciones no explotan aunque se expongan al fuego, siendo necesario utilizar un detonador y fulminante para hacerlas estallar.

Debido a la constante mejora en los explosivos y técnicas de demolición, así como los problemas que plantea el almacenamiento y producción de nitroglicerina para su elaboración, ésta ha sido reemplazada comercialmente por otros explosivos como el trinitrotolueno (TNT).



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