La Dirección General de Bellas Artes (DGBA) es el órgano directivo de la Secretaría General de Cultura del Ministerio de Cultura y Deporte con competencias sobre las industrias culturales españolas y que gestiona gran parte del patrimonio cultural de España. Esta dirección general es el máximo órgano de la Administración responsable de conservar, documentar, investigar y divulgar dicho patrimonio, tanto el ámbito nacional como en el internacional.
Entre los bienes que gestiona, se encuentran 48 sitios declarados Patrimonio de la Humanidad, lo que convierte a España en el tercer país con más bienes declarados, después de China e Italia; más de 18.300 Bienes Inmuebles y más de 45.000 bienes muebles, ambos de Interés Cultural; 9 archivos y 16 museos de titularidad y gestión estatal; 48 archivos provinciales; y numerosas bibliotecas y museos de titularidad estatal y gestión transferida, entre otros.
Remontándonos a sus orígenes, la puesta en marcha de la Dirección General de Bellas Artes, como rama específica de la administración pública de la cultura, fue autorizada por la Ley de Presupuestos de 26 de diciembre de 1914 y se materializó por las Reales Órdenes de 26 de enero y 12 de febrero de 1915, siendo su primer titular Pedro Poggio y Álvarez. En sus inicios, la Dirección General de Bellas Artes respondía a la voluntad de fortalecer administrativamente la organización del citado Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes que la facultó para tramitar los asuntos de construcciones civiles relacionados con monumentos nacionales, museos, escuelas artísticas, pintura, conservatorios de música y demás entidades de índole artística. Puede entenderse, por tanto, que la Dirección General de Bellas Artes constituye la unidad administrativa en torno a la cual se ha estructurado históricamente la acción pública estatal española en materia de cultura.
A lo largo del siglo pasado destaca significativamente la etapa republicana, con la brillante labor del Director General Ricardo de Orueta, recientemente reconocida, que impulsó de manera decisiva la salvaguarda del patrimonio histórico-cultural español, así como su exhaustivo estudio y catalogación. Del mismo modo, durante su mandato se publica la trascendente Ley del Tesoro Artístico Nacional de 1933, cuya esencia y contenidos se mantuvieron y perfeccionaron en la vigente Ley 16/85 del Patrimonio Histórico Español. Tras la guerra civil, el posterior periodo de la dictadura supuso un lento proceso de reconstrucción y recuperación nacional, a todos los niveles —organizativo, institucional, profesional, etc.— marcado por un estricto control ideológico, aunque en el ámbito artístico se aprecian algunas luces significativas, como ha evidenciado la reciente muestra del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en torno a la posguerra española.
A partir de 1977, con el retorno de la democracia, se inicia una nueva organización administrativa también en lo cultural. La Dirección General de Bellas Artes se irá integrando en diferentes departamentos ministeriales, durante las sucesivas legislaciones en función de la política del momento. De este modo, la Dirección General va adaptando sus competencias bajo distintas denominaciones: Dirección General del Patrimonio Artístico, Archivos y Museos (1977-1982) cuyo primer titular fue Evelio Verdera y Tulles (1977-1979), Dirección General de Bellas Artes, Archivos y Bibliotecas (1982), Dirección General de Bellas Artes y Archivos (desde 1982 a 1994), Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales (desde 1994 a 2011), Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas (desde 2012 a 2016) que ha sumado a su ámbito tradicional de actuación las competencias de archivos estatales y de coordinación bibliotecaria antes centradas en la Dirección General del Libro y Bibliotecas (creada en 1977), Dirección General de Bellas Artes y Patrimonio Cultural del 12 de noviembre de 2016 al 23 de junio de 2018 cuando recuperó el nombre de Dirección General de Bellas Artes.
El centenario de la Dirección General de Bellas Artes en 2015 tuvo un alto valor simbólico, al tratarse de una de las unidades más antiguas de la Administración General del Estado en torno a la cual se ha estructurado históricamente la Administración cultural del Estado en España. Para conmemorar este hito a lo largo del año 2015 se desarrolló un austero programa de actividades encaminado a profundizar en la investigación y divulgación de la historia y competencias de esta unidad y sus profesionales. En este sentido, el 26 de enero de 2015, coincidiendo con la fecha de nacimiento de la Dirección General, se constituyó el Consejo asesor del centenario, formado por directores generales históricos de la casa. A partir de esa fecha, a lo largo del año se desarrollaron diversas jornadas en el marco del centenario.
Con la reforma de 2020, si bien se mantuvieron cinco subdirecciones generales esta se renombraron y se redistribuyeron las competencias.
La Dirección General de Bellas Artes tiene bajo su dependencia los siguientes órganos:
Se adscribe a la Dirección General de Bellas Artes la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español.
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