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Dos tipos de cuidado



Dos tipos de cuidado es una película mexicana filmada en agosto de 1952 y estrenada el 5 de noviembre de 1953 en el cine Mariscala de la ciudad de México. Es una comedia ranchera protagonizada por los dos grandes ídolos de la cinematografía mexicana: Jorge Negrete y Pedro Infante. Producida por David Negrete y escrita y dirigida por Ismael Rodríguez.

Ésta es la única película protagonizada por Jorge Negrete al lado de Pedro Infante. Es para muchos la mejor comedia mexicana. La anécdota de la historia no es demasiado trascendente, sin embargo la escena de las "Coplas" es uno de los momentos clásicos del cine mexicano.

La película narra la historia de dos amigos en el México rural de los años cincuenta: Jorge Bueno (Jorge Negrete) y Pedro Malo (Pedro Infante). Ambos comparten aficiones como parranda, juego y mujeres. Pero, a pesar de su complicidad en sus múltiples correrías en el pueblo, están realmente enamorados de dos mujeres a las que quieren para novias formales y con las cuales se comportan con toda propiedad. Una de ellas es Rosario (Carmelita González), la cual es pretendida por Jorge y a la vez es prima de Pedro. La otra se llama María (Yolanda Varela) y es pretendida por Pedro, pero además es hermana de Jorge.

Después de una ausencia de un año, Jorge Bueno regresa al pueblo solo para encontrarse con que Pedro, se ha casado con Rosario. Herido de resentimiento hacia Rosario empieza a cortejar a Genoveva (Queta Lavat), hija de un General (José Elías Moreno), con la que tiene planes firmes de casarse. En cuanto a Pedro, Jorge lo humilla enfrente de todo el pueblo, cada vez que se le presenta la oportunidad, como castigo a su mala acción sin que éste haga nunca nada por defenderse.

Sin embargo, para el orgullo de Jorge ningún desprecio será suficiente para calmar su ira y cuando Pedro lo busca para pedirle que no le corte el suministro de agua para sus cosechas, ya que Jorge posee el rancho que provee el agua a varios ranchos en los alrededores, entonces Jorge decide arruinarlo, negándosela.

Pedro, a pesar de la mala perspectiva económica en la que se encuentra, la cual empeora ya que Rosario acaba de dar a luz, prosigue su rutina de parrandas y mujeres ante la desaprobación absoluta de su suegro, Don Elías (Carlos Orellana), que le reprocha a su hija constantemente el haberse casado con un hombre tan irresponsable y mujeriego. Precisamente por su carácter alegre Pedro es muy apreciado por la gente del pueblo y entre ellos por el General, el cual, al encontrárselo incidentalmente en la calle, lo invita a la fiesta que va a organizar en su casa con motivo del anuncio del compromiso de la boda de su hija, Genoveva, con Jorge, sin saber que entre los dos amigos ahora existen problemas irreconciliables. Pedro acepta gustoso pues, al seguir enamorado de María, la hermana de Jorge, ve en esta ocasión una oportunidad para acercarse a ella y buscar su perdón.

Jorge al notar la presencia de Pedro en la fiesta provoca mucha tensión en el ambiente, y solo está buscando una ocasión para echarlo de la misma sin armar un escándalo frente a los invitados de su futuro suegro. En este punto se da el famoso duelo de coplas entre las máximas estrellas del cine mexicano. Cuando Jorge descubre a Pedro tratando de enamorar a su hermana, lo echa de la fiesta furioso y lo amenaza diciéndole que si no se va al día siguiente en el pueblo, el mismo lo matará.

Al día siguiente, Jorge descubre que Pedro sigue en el pueblo y sale en su busca para cumplirle la promesa, pero Pedro se rehúsa a pelear para defenderse, solo lo hará con una condición: le revelará la verdad de su "traición" y si después de saberla Jorge insiste en batirse entonces habrá duelo. Se encierran a hablar en un privado de la cantina ante la expectativa de todos los parroquianos y diez minutos después, Jorge sale solo, completamente impresionado, ya que por fin sabe la verdad detrás del matrimonio de Pedro y Rosario; Pedro sale después y pide un mariachi de inmediato. Pedro le lleva mariachi a María al mismo tiempo que Jorge a Rosario; por un lado, don Elias corre a Jorge ya que Rosario ya está casada y hasta una hija tiene, así que Jorge decide gritarle a Rosario que la quiere, por el otro, María intenta correr a Pedro quien le volvió a confesar su amor y le echa en cara que aparte de casarse con la novia de su mejor amigo, esta era como su hermana; Pedro le repite que si ella se lo pide terminará su matrimonio inmediatamente, pero Maria no acepta y finalmente termina de correrlo. Rosario llora angustiada por la serenata que Jorge le llevó, mientras don Elias la consuela prometiéndole que él hablará con Jorge en cuanto esté sobrio y echándole la culpa a Pedro por mal marido.

Al día siguiente Pedro y Jorge se encuentran en el monte; Jorge le reprocha a Pedro el haberle llevado serenata a María y Pedro se la devuelve diciéndole que le hizo quedar como cornudo por llevarle serenata a Rosario. Tras un intercambio de palabras, Jorge le da un puñetazo a Pedro y Pedro se lo devuelve; Pedro tiene la oportunidad de matar a Jorge golpeándolo con una enorme piedra mientras Jorge lo tiene apuntado con la pistola, pero deciden calmarse y dejar las tonterías a un lado; Jorge le pide a Pedro una entrevista con Rosario, usando como excusa que al día siguiente tendrá una fiesta por "el Día de su Diablo", ya que así no hay sospechas de ningún tipo, y Pedro, algo a la mala, acepta; parece ser que todo está arreglado y que han vuelto a ser tan amigos como antes, aunque con ciertos roces. De regreso a su casa, un grupo de muchachas se burla de Pedro por la supuesta infidelidad de Rosario, pero lo peor llega cuando el General lo intercepta y le dice que debe matar a Jorge, ya que aunque este avergonzó a su hija, el más agraviado es Pedro; aunque trata de zafarse del asunto, Pedro no puede más que aceptar y él y el General van en busca de Jorge; de camino Pedro le inventa al General que Jorge tiene una "enfermedad incurable" y como no quería que Genoveva sufriera por eso, en su lugar se inventó un amorío para desilusionara; el General al principio parece creer la mentira, pero decide que lo aclarará con Jorge y arrastra a Pedro con él. Lo encuentran afuera de la oficina de correos a punto de enviar una carta para Genoveva en la que le explicaba el porqué de su comportamiento; entre lo que Jorge dice y la carta que este escribió a Genoveva, que casualmente menciona una enfermedad incurable que padecía, el General acepta que el compromiso se rompa, creyendo que es para desilusionar a su hija de Jorge por su bien y se une al "plan" sin conocer las verdaderas intenciones de Pedro y Jorge.

Finalmente el día de la fiesta llega y, tras convencer a su mujer, Pedro lleva a Rosario y a don Elias a la fiesta de Jorge; Pedro saca a bailar a Maria y Jorge a Rosario (mientras son seguidos todo el tiempo por don Elias) para que ambos puedan hablar con ellas sin interrupciones. Jorge le dice a Rosario que la quiere, que Pedro le dijo toda la verdad y agrega que no le interesa nada de eso y que si lo acepta querrá a su hija como suya, Rosario intenta convencerlo de que es imposible, sobre todo porque Maria ahora la odia, pero Jorge le dice que ella la perdonará en cuanto sepa la verdad; aunque Rosario se niega, Jorge le dice que entonces él se lo dirá a su hermana y Rosario termina aceptando confesarle la verdad a Maria. Mientras, Pedro le pregunta a Maria si alguna vez lo quiso y ella le confiesa que sí, pero que no lo había aceptado porque no quería compartir su amor con "chamaconas" y que por eso se hacía la difícil; Jorge llega con Rosario en ese momento y obliga a Maria y a Rosario a hablar en privado, mientras él y Pedro planean seguir con su farsa, escapar a la capital, que Pedro se divorcie de Rosario para que Jorge pueda casarse con ella y Pedro con Maria y si es necesario, huir a los Estados Unidos.

Don Elias, quien ha seguido todos los movimientos de ambas parejas, exige que él, Pedro y Rosario se vayan de la fiesta, por lo que para ganar tiempo Pedro y Jorge encierran a don Elias en una bodega, pero los verdaderos problemas empiezan cuando el doctor llega a la fiesta; mientras Jorge y el doctor hablan, un niño del pueblo llega a pedirle al doctor que vaya a curar al mayordomo de un rancho al que se le cayó el caballo encima, pero en realidad es una mentira ideada por Pedro; el General llega en ese momento pidiendo hablar con el doctor, pero el niño lo apura y lo deja con la palabra en la boca. Jorge y Pedro conversan con el General y deciden seguir con el "plan"; Rosario y María salen después de terminar su conversación y María felicita a su hermano por su gran corazón y le pide disculpas a Pedro por la mitad de las cosas que dijo de él, en ese momento el General llega diciéndole a los cuatro que Genoveva ya llegó que bailen para seguir con el "plan", así que Rosario y Jorge empiezan a bailar mientras Maria y Pedro hacen lo mismo; Genoveva ve a Jorge con Rosario y este la "ignora"; mientras, una pareja deja salir a don Elias y ve a ambas parejas bailar, el General lo ve y al creer que don Elias ignora el plan, decide explicarle el asunto. Mientras tanto, el doctor se encuentra en la calle con el "enfermo" que iba a curar y al ver que le tomaron el pelo, decide regresar a la fiesta.

Después de que termina el baile, Pedro y Jorge quieren explicarle todo a don Elias, pero este dice que ya lo ha entendido todo gracias al General, que en ese momento llega y le devuelve a Jorge el anillo de compromiso de Genoveva; mientras, doña Josefa, la madre de Jorge y Maria regresa de su viaje y consuela a Genoveva diciéndole que igual a ella su marido "le dio mucha guerra con las mujeres casadas". Después de hablar con ella, el General le dice que debió advertirle sobre el mal de Jorge, pero ella, creyendo que habla de la naturaleza mujeriega de su hijo le dice que exagera; tras despedir al General, se encuentra con don Elias, que solo la confunde más. Mientras, Jorge, Pedro, Rosario y María empiezan a empacar sus cosas para huir, pero justo en eso llega doña Josefa con don Elias, atrapando a Pedro besando a María y a Jorge besando a Rosario; harta de tanta tontería exige saber la verdad, pero solo le creerá a María y Rosario, así que Pedro y Jorge salen para que pueda hablar con ellas.

El General, que finalmente ha hablado con el doctor y sabe que no hay tal enfermedad, agarra a Jorge y a Pedro y decide matarlos por la vergüenza que le hicieron pasar a él y a su hija, a pesar de las suplicas del doctor de evitar esa matanza; finalmente doña Josefa sabe la verdad (e incluso don Elias, que proclama que como lo engañaron como a un chino, ahora es asiático), aunque sigue sin aceptar lo de "los matrimonios cruzados", justo en eso llega el doctor y le informa que el General se va a matar a balazos con Pedro y Jorge, por lo que ambos corren a la plaza del pueblo donde todos quieren impedir la masacre, más que nada porque la gente del pueblo quiere que Jorge y Pedro quieren que cierren la fiesta con una canción; incluso tratan de razonar con el General diciéndole que primero los deje cantar y que luego los mate, pero el General se niega; doña Josefa llega en ese momento y le pide al General que le deje explicarle toda la verdad en privado: Rosario fue violada y al saberse embarazada quiso quitarse la vida, pero Pedro se prestó a casarse con ella para defenderla del oprobio y darle un nombre a la criatura, pero solo han vivido como hermanos. El General entiende finalmente la situación y perdona a Jorge y a Pedro.

Finalmente, Pedro y Jorge dan el cierre de la fiesta cantando. Pedro y Rosario se divorcian e inmediatamente Pedro se casa con María y Jorge con Rosario, mientras todos los demás (entre ellos don Elias, el General y doña Josefa) disfrutan de la fiesta. Finalmente Jorge y Pedro vuelven a ser tan amigos como antes.

La música de la película fue compuesta por Manuel Esperón. Los protagonistas habían acordado interpretar el mismo número de canciones; siendo cantadas por Jorge O Sole Mio, "Quiubo quiubo cuando", Serenata Tapatía de Manuel Esperón y Ernesto Cortázar; mientras Pedro cantó La Tertulia de Salvador "Chava" Flores, La Gloria eres Tú de José Antonio Méndez. y Serenata Mexicana o "Alevántate" de Manuel M. Ponce, mientras que cantaron juntos Coplas de Manuel Esperón y Pedro de Urdimalas, Dos Almas también conocido como Mia de Manuel Esperón y Felipe Bermejo, Ojos Tapatíos de Méndez Velázquez y J.F. Elizondo, Canción Mexicana de Manuel Esperón,

Hay momentos musicales memorables como el de Pedro Infante cantando La Tertulia con motivo del nacimiento de su hija o el mismo Pedro dedicando a Genoveva el bolero La Gloria eres Tú con un arreglo orquestal precioso en su ejecución, lo que lo consolida como un intérprete multifacético. Esto sucede en su fiesta de cumpleaños, son otros los momentos musicales más importantes de la película.

Uno de los momentos cumbres de la cinta y una verdadera joya antológica del cine nacional, sucede durante la fiesta del santo de Genoveva, donde los dos protagonistas, Pedro Malo y Jorge Bueno, cantan las Coplas con las guitarras del Trío Tamaulipeco de los Hermanos Samperio.

La segunda escena musical durante el filme que lo vuelve memorable es cuando Pedro y Jorge llevan serenata a sus respectivos amores, después de haberse revelado toda la verdad entre ellos, en esa ocasión Jorge canta acompañado del Trío Calaveras la Serenata Tapatía y Pedro canta Alevantate acompañado nuevamente por el Trio Tamaulipeco de los Hermanos Samperio. Al final de la escena cantan a dúo Ojos Tapatíos.

En diciembre de 1952, su trabajo conjunto en esta película llevó a Jorge Negrete y Pedro Infante a presentarse juntos en una temporada en el Teatro Lírico.

Duelo de coplas entre Jorge Bueno y Pedro Malo:

(P)La gente dice sincera, cada que se hace un casorio, que el novio siempre la quiera, si no que le hagan velorio. Para esta novia no hay pena pues va a tener buen marido, Jorge Bueno es cosa buena, por lo menos de apellido. Jorge Bueno es muy bueno, hijo de Bueno también. Y su abuelo, ¡ay, qué bueno! Quién se llamara como él.

(J)Procuraré ser tan bueno como dice mi apellido. Que se trague su veneno el que velorio ha pedido. Pedro el malo de apellido retacharé su cuarteta. Él nomás es presumido porque no es malo, es maleta. Pedro Malo es muy malo, malo por obligación. Y su abuelo, ¡huy, qué malo! Hay que comprarle su león.

(P)En una mañana de oro alguien nublaba el paisaje. Eran un cuervo y un loro arrancándose el plumaje. Hay que olvidar lo pasado si la culpable es la suerte, que bueno y malo mezclado en regular se convierte. Yo soy malo, no lo niego, pero quisiera mezclar malo y bueno por si sale algo que sea regular.

(J) Cierto alacrán de carroña un colmenar visitaba para ver si la ponzoña con la miel se le quitaba. Como no será lo bueno para placer del malvado, con la miel y su veneno hoy anda el pobre purgado. Que lo entienda quien lo entienda, si es que lo sabe entender, y si acaso no lo entiende, hay que obligarlo a entender.

(P)Me consta que no soy tonto como tú... lo has presumido.

(J)Tonto no, sí entrometido, por el hambre... de amistades.

(P)El hambre siempre la calmo con el manjar del amigo.

(J)Méndigo es, y no mendigo, el que roba a sus amigos.

(P)Tú lo dices.

(J)Lo sostengo.

(P)No te vayas a cansar.

(J)No le saques.

(P)Sí le saco.

(J)Pos se acabó este cantar.

Este filme ocupa el lugar 34 dentro de la lista de las 100 mejores películas del cine mexicano, según la opinión de 25 críticos y especialistas del cine en México, publicada por la revista somos en julio de 1994.[1]
Un aspecto interesante de la historia es que mantienen los nombres de pila de los cantantes. Jorge Negrete es Jorge Bueno y Pedro Infante es Pedro Malo. Sin embargo al final de la historia uno se explica el comportamiento de Pedro y lo noble que en realidad ha sido. No así el comportamiento de Jorge. Sin embargo ambos llegan a acuerdo sin importarle la opinión de la gente y llegando a la fiesta final donde ocurre las típicas historias de enredos.



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