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E.T.S.I. Caminos, Canales y Puertos (Universidad Politécnica de Madrid)



La Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos (ETSICCP) de la Universidad Politécnica de Madrid es una escuela de ingeniería civil. Su título de Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos ha sido certificado a nivel de máster por la Accreditation Board for Engineering and Technology (ABET).[2]

La Escuela organiza su oferta académica e investigadora en torno a siete departamentos a los que se añade la Sección Departamental de Lingüística, que es transversal a todos los centros de la Universidad Politécnica de Madrid. Esta estructura nace a partir de la reorganización de los Departamentos de la Universidad Politécnica de Madrid para reducir su número, llevada a cabo durante 2014.[3]

En la situación anterior a la reestructuración existía el departamento Ingeniería Civil: Ordenación del Territorio, Urbanismo y Medio Ambiente, cuyos recursos humanos y materiales fueron repartidos entre el departamento Ingeniería Civil: Hidráulica y Energética, pasando a incorporar lo relacionado con el Medio Ambiente; y el departamento de Ingeniería Civil: Transportes, que asumió Ordenación del Territorio y Urbanismo.

El Plan de estudios de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos hasta el curso 2009-2010 fue el de 1964-1975 modificado en 1983, que constaba de cuatro primeros cursos comunes y un quinto y sexto curso con cuatro especialidades, que eran:

Desde el curso 2010-2011, se imparten las siguientes titulaciones adaptadas al Espacio Europeo de Educación Superior:

La Escuela de Caminos de Madrid se fundó en 1802, 17 años después de que en 1785 el conde de Floridablanca, Secretario de Estado y Superintendente de Correos, creara la Dirección General de Caminos. El rey Carlos IV había instituido la Inspección General de Caminos en 1799,[4]​ cuyo segundo Inspector General, el ingeniero militar canario Agustín de Betancourt (1754-1828), impulsó la fundación de la Escuela de Ingenieros de Caminos y Canales. Betancourt, que ya había definido en 1791 las cualidades deseables en un Ingeniero de Caminos, tuvo como modelo la École de Chaussées francesa, en la que había residido como pensionado.[5]

La primera sede de la institución fue el Palacio del Buen Retiro, donde comenzaron las clases en el mes de noviembre de 1802. La primera promoción, formada por cinco ingenieros, salió de las aulas en 1804.[5]​ El comienzo de la Guerra de Independencia contra la invasión napoleónica obligó a suspender las clases en mayo de 1808. La destrucción del palacio durante el conflicto y la posterior abolición de la Inspección General y de su Escuela en 1814, propició un periodo de una inactividad académica prácticamente total. No sería hasta 1820, con los nuevos aires constitucionales, cuando la Escuela se volvería a abrir, para ser cerrada de nuevo en 1823, con la derogación de la carta magna.

Tras numerosas vicisitudes políticas durante el final del reinado de Fernando VII, bajo el impulso del prestigioso ingeniero José Agustín de Larramendi, la Escuela abrió definitivamente sus puertas en 1834. Su nueva sede fue la Aduana Vieja, en la plazuela de La Leña.[6]

En 1835 se asumieron las competencias en Puertos, y en 1836 se aprobó el primer reglamento del Cuerpo de Ingenieros de Caminos y Canales,[5]​ ampliándose el plan de estudios de tres a cinco años e instituyéndose el examen de ingreso.[6]​ Unos años después, en 1849, se creó una escuela preparatoria común para ingenieros civiles, de minas y arquitectos, que tras dos años de estudios posibilitaba el acceso a un examen de ingreso en la Escuela Especial, donde el programa de estudios se completaba con otros cuatro años de formación.

El plan de estudios de la Escuela recuperó su total autonomía en 1855, cuando un nuevo reglamento estableció un programa específico de seis años, con el correspondiente examen de ingreso previo (aunque el plan de estudios se acortó a cuatro años en 1868). Una vez superado el examen de ingreso, podían cursarse los estudios en régimen de internado o externo. Finalizada la carrera, se obtenía el título de Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, que habilitaba para el ejercicio libre de la profesión, pudiendo los alumnos internos acceder al Cuerpo de Ingenieros de Caminos mediante una oposición.[6]

A partir de 1872 la Escuela pasó a depender de la Dirección General de Instrucción Pública, iniciándose un período conflictivo en el que se sucedieron numerosas disposiciones normativas de escaso plazo de vigencia, pasando a depender otra vez del Ministerio de Fomento en 1886. El plan de estudios se redujo a tres años en 1888.[6]

En el año 1926 la Escuela vio reforzada su posición académica, obteniendo su autonomía respecto al Estado. Su independencia económica le permitió modernizar sus programas docentes y sus instalaciones, convirtiéndose en un foco cultural de primer orden en los años anteriores a la Guerra Civil Española.[7]

En 1957 desaparecieron las Escuelas Especiales, que se integraron en la estructura general de las Universidades dependientes del Ministerio de Educación y Ciencia, con el nombre de Escuelas Técnicas. Es entonces cuando se eliminó el exigente examen de ingreso, sustituyéndolo por un curso selectivo al que seguía un curso de iniciación y cinco cursos más.[7]

La reordenación de las enseñanzas técnicas en 1964 supuso la estructuración de las carreras técnicas en dos niveles. En el caso de Caminos, se establecieron las titulaciones de ingeniero de caminos por un lado, y la de ayudante de obras públicas (también denominada perito o ingeniero técnico) por otro. El plan de estudios de los ingenieros pasó a constar de cinco cursos, con los dos primeros selectivos. Coincidiendo con un período de intenso desarrollo económico, la Escuela de Madrid dejó de tener la competencia en exclusiva de formar a los ingenieros de caminos españoles, dando paso a la Escuela de Santander en 1966, a la de Valencia en 1968 y a la de Barcelona en 1973.[7]

El traslado de la Escuela a su ubicación actual en la Ciudad Universitaria de Madrid se produjo en el año 1969,[8]​ convirtiéndose el antiguo edificio de la calle Alfonso XII (que había sido la sede de la Escuela desde 1892)[9]​ en el nuevo emplazamiento de la entonces Escuela de Obras Públicas (posteriormente convertida en Escuela Técnica Superior de Ingeniería Civil).

Tras la aplicación de la Ley General de Educación de 1970, que supuso la transformación del Instituto Politécnico (que agrupaba a todas las escuelas técnicas superiores de la capital) en la Universidad Politécnica de Madrid,[10]​ el curso 1975/1976 vio la implantación de un plan de estudios de seis años, que permaneció vigente con pequeñas modificaciones hasta la instauración del Plan Bolonia en el curso 2010/2011.[7]

A lo largo de su prolongada historia, en sus aulas estudiaron desde presidentes del Gobierno como Práxedes Mateo Sagasta y Leopoldo Calvo-Sotelo hasta escritores como José de Echegaray (premio Nobel de Literatura) o Juan Benet, pasando por urbanistas como Ildefonso Cerdá y Arturo Soria.[8]

Desde su fundación en 1802, la Escuela de Caminos de Madrid ha ocupado los edificios siguientes:[8][9]

Después de la exposición 'Caminos de un Tiempo (1973-1987)' en el 2006 con la actuación de Antonio Vega rememorando esta época, la Asociación Musical Caminos junto con la Escuela y el Colegio de Ingenieros ha organizado también el concierto de Javier Krahe en 2009, otra figura representativa de los años 80 con Joaquín Sabina y Alberto Pérez en La mandrágora.[12]

Desde 2008 el Foro Económico-Empresarial Caminos viene organizando diversos simposios y charlas sobre la trayectoria profesional de destacados Ingenieros De Caminos que en esta misma escuela estudiaron, y así han intervenido en ellas Juan Miguel Villar Mir, José María Aguirre, Salvador Sánchez-Terán o Francisco Álvarez-Cascos entre otros.

Cada año tiene lugar en la Escuela el Civilfor, foro de empresas dedicadas a obra civil y construcción en general, que cuenta con charlas y conferencias de ingenieros de caminos y personalidades relacionadas con el mundo de la construcción tan representativas como Santiago Calatrava, Javier Manterola, Carlos Lamela, etc.

La Delegación de Alumnos de la E.T.S.I. Caminos, Canales y Puertos es la encargada de coordinar y canalizar la representación de los estudiantes en la Escuela, y está constituida por todos los representantes de alumnos de Centro y por todas aquellas personas que colaboren con esta en la realización de sus cometidos. Actualmente, además de la representación en los órganos de gobierno de la Escuela y la Universidad.[13]



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