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Educación no formal



La educación no formal (ENF) hace referencia a todas aquellas actividades que se llevan a cabo fuera del ámbito escolar, fuera de la estructura del sistema, así mismo pretendiendo desarrollar competencias intelectuales y morales de los individuos. Se entiende como "educación no formal" al conjunto de procesos, medios e instituciones específicas y diferencialmente diseñados, en función de explícitos objetivos de formación o de instrucción, que no están directamente dirigidos a la provisión de los grados propios del sistema educativo reglado".[1]

La educación no formal es un tipo de educación que va a comprender todos los procesos y prácticas que involucren a un grupo social heterogéneo, pero cuya estructura institucional no certifica para ciclos escolarizados, es decir, que tiene una intencionalidad educativa y una planificación del proceso enseñanza-aprendizaje, solamente que esta va a ocurrir fuera del ámbito escolar.

El término de educación no formal se acuñó para satisfacer la demanda que la sociedad le hace a la educación, durante los años sesenta un análisis educativo detectó lo que en aquel tiempo se llamó "crisis mundial de la educación", crisis que en forma especial se daba en los sistemas educativos formales (escuelas). Los sistemas educativos formales se seguían manteniendo bajo los mismos medios, instituciones y principios convencionales con los que habían estado funcionando hasta el momento y difícilmente estaban en disposición de satisfacer la demanda educativa que la misma sociedad hacía. La escuela comenzaba a ser severamente cuestionada, pero a finales de los años sesenta empezó a ver la luz cuando las críticas se dirigieron de forma global a la Institución. El conjunto de estas críticas hacían que la confianza en dicha Institución, la cual se convirtió en una panacea, fuera cada vez menor.

Actualmente, y como resultado de todo esto, encontramos que la escuela sigue ocupando un lugar importante dentro de la sociedad, sin embargo, ya no es ninguna clase de monopolio educativo, en primer lugar porque la escuela es uno de los varios medios por el cual se da un proceso de enseñanza-aprendizaje momentáneo, y en segundo lugar porque el marco institucional y metodológico de la escuela no es siempre el idóneo para atender todas las necesidades y demandas educativas que se van presentando. Por lo anterior, surgió la necesidad de crear nuevos medios y entornos educativos que fueran complementados con la escuela, a los que se les nombró "no formales". Es entonces cuando a finales de los años setenta se acomoda en el lenguaje pedagógico el término "Educación no formal".

La educación no formal comenzó a ser popular en 1967 con la Internacional Conference on World Crisis in Education que se celebró en Virginia, Estados Unidos|EE. UU.]], la elaboración de un documento base para los trabajos de este congreso le fue encargado al Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación de la UNESCO dirigido en aquel entonces por P.H. Coombs, en el cual se hacía énfasis en la necesidad de desarrollar medios educativos diferentes a los convencionales, a estos medios se les adjudicó el nombre de educación informal y formal. Para 1968, Coombs y sus colaboradores propusieron la distinción entre la educación formal, no formal e informal, en 1974 ya se definían estos conceptos de la siguiente manera: la educación formal es la institucionalizada, cronológicamente graduada y jerárquicamente estructurada, comprende desde los primeros años de escuela primaria hasta los últimos años de la universidad, la educación no formal es toda actividad educativa, organizada y sistemática que se da fuera del marco oficial de la institución escolar, para facilitar el aprendizaje a niños como a adultos, la educación informal es un proceso que se da durante toda la vida de una persona, en el cual se adquieren y acumulan conocimientos, habilidades y actitudes mediante las experiencias propias de cada individuo y la relación con el ambiente.

También para inicios de los años setenta se formaron grupos institucionalizados para el estudio de la educación no formal, así mismo, el concepto de educación no formal fue acogido por la UNESCO. Cabe destacar que el Bureau Intenational d'Éducation como revistas internacionales de educación comenzaron a dedicar números enteros al tema educación no formal. La Enciclopedia Internacional de la Educación en su tercer volumen incluyó ocho artículos específicamente dedicados a la educación no formal, en 1981 se dio el Seminario Iberoamericano sobre "Modalidades no formales en la educación de adultos", organizado por la Universidad Autónoma de Barcelona, en 1983 se celebró en Salamanca el Seminario Interuniversitario de Teoría de la Educación en el cual se abordaron conceptos de educación formal, no formal e informal, una prioridad para el futuro, y para 1991 en Llanes se celebró el X Seminario Interuniversitario de Teoría de la Educación que fue dedicado a la educación no formal.

Philip Hall Coombs, en su libro La crisis mundial de la educación (1968), resultado de la Conferencia Internacional sobre la Crisis Mundial de la Educación en 1967, es el primero en categorizar la educación según sus objetivos, sus prácticas pedagógicas, y los espacios físicos en que los que se desarrollan.[2]

Su propuesta se sustenta en la necesidad del estudio interdisciplinar para explicar la complejidad educativa, enfatizando el reconocimiento de los "otros sistemas de enseñanza", que posteriormente denominaría educación formal "que afecta (sic) la vida de muchas personas y cuando están bien enfocadas contienen un alto potencial para contribuir rápida y substancialmente al desarrollo individual y nacional",[3]​ es decir, este tipo de educación es una alternativa que permite trascender a lo normativo y por tanto es necesario organizarlas desde la perspectiva de desarrollo del Estado.

De este modo establece las categorías de en educación formal, no formal e informal, definiendo los conceptos como:

Coombs denomina indistintamente como educación no formal e informal a la diversidad de procesos educativos no escolares situados al margen del sistema de la enseñanza normada por considerar poco operativo que una sola expresión designara al excesivamente amplio y diverso sector educativo no escolar.

Coombs realiza una diferenciación del concepto de acuerdo a los tipos de naciones, industrializadas y en vías de desarrollo.

Según Coombs, la educación no formal o informal en las naciones industrializadas está encaminado a compensar y complementar las deficiencias del sistema formal de educación para satisfacer:[5]

Por sus características distintas, las naciones en vías de desarrollo utilizan la educación no formal como medio para compensar la falta de bases sólidas del sistema educativo, enfocándose en la atención a quienes jamás accedieron al sistema educativo, o en su defecto, a quienes desertaron y buscan reintegrarse a un modelo educativo.[6]

Antonio Colom propone como modo de análisis y distinción entre la educación formal y no formal la idea de complementarientdad y continuidad. La distinción entre ambos tipos de educación "no depende pues de ninguna variable pedagógica siendo en todo caso jurídico el que más claramente sirve para discriminar ambos tipos de educación."[7]

Los objetivos de la educación no formal, se pueden enlistar de la siguiente forma:

Las tecnologías de la información y comunicación (TIC) han tenido un gran impacto en la educación. El intercambio de información, la atemporalidad y el acceso a una gran cantidad de recursos y materiales son algunas de las principales ventajas de incorporar las TIC en la práctica educativa (Ferro, Martínez & Otero, 2009). De igual forma, las TIC han influenciado la educación no formal mediante nuevos formatos y tendencias.

Una de las propuestas más innovadoras en la educación son los Cursos en Línea Masivos y Abiertos (MOOC, por sus siglas en inglés). Son cursos porque tienen una fecha de inicio y de término; en línea porque se accede a ellos a través de internet; masivos, porque pueden tener una gran cantidad de alumnos; y abiertos porque cualquier persona puede acceder a ellos de forma gratuita (Siemens, 2013). Aunque, en sus orígenes se creía que serían el sustituto de la educación tradicional, hoy en día son utilizados principalmente como un instrumento de formación para la vida (Aguado, 2017).

Al igual que la educación tradicional, la educación no formal evoluciona de forma vertiginosa. Se necesita que todos los involucrados estén al pendiente de las nuevas tendencias que impactan el proceso de enseñanza-aprendizaje. La educación no termina en la universidad, las personas aprendemos a lo largo de nuestra vida.



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