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Efecto Forer



El efecto Forer (también llamado falacia de validación personal o el efecto Barnum, por P. T. Barnum) en psicología se refiere al fenómeno o evento que ocurre cuando los individuos dan altos índices de acierto a descripciones de su personalidad que supuestamente se adaptan específicamente para ellos, pero en realidad son vagas y lo suficientemente genéricas como para aplicarse a una amplia gama de personas[1]​. Este efecto puede proporcionar una explicación parcial de la aceptación generalizada de algunas creencias y prácticas, tales como la astrología, la adivinación, la lectura del aura y algunos tipos de tests de personalidad.

En 1948, el psicólogo Bertram R. Forer les dio a sus estudiantes un test de personalidad, y luego les entregó el resultado "único" del análisis de su personalidad, supuestamente basado en los resultados del test, y les pidió a cada uno de ellos evaluar el análisis en una escala de 0 (muy pobre) a 5 (excelente) según se aplicara a ellos. En realidad, les entregó a todos la misma descripción:

Los estudiantes puntuaron la descripción, en promedio, con un 4,2. Sólo se les reveló que la descripción era la misma para todos los estudiantes una vez que ya habían puntuado, y también les reveló que la descripción surge de ensamblar textos de distintos horóscopos. Como se puede observar, la descripción podría aplicarse a cualquiera.[2]

En otro estudio que puso a prueba el Efecto Forer, se realizó una evaluación de la personalidad mediante el MMPI a un grupo de estudiantes, y los investigadores analizaron las respuestas. Después, se escribió una evaluación detallada de la personalidad de cada estudiante, y se les entregó a los estudiantes dos evaluaciones: una real y otra falsa (con banalidades y generalidades). Se les pidió a los estudiantes que escogieran cual de las dos descripciones les pertenece. Más de la mitad de los estudiantes (59%) escogieron la evaluación falsa en vez de la real.

El Efecto Forer es también conocido como el "Efecto Barnum". Este término fue acuñado en 1956 por el psicólogo estadounidense Paul Meehl en su ensayo "Wanted - A Good Cookbook". En él relata cómo el showman y empresario P. T. Barnum engañó a varias personas utilizando descripciones de personalidad basadas en cuestionarios "pseudo-acertados".

Hacen falta dos factores para poder replicar estos estudios:

El efecto es muy consistente cuando las descripciones son vagas. Las personas leen las descripciones aplicándoles su propio significado subjetivo, por ello esa descripción se percibe como "personal". Las mejores descripciones vagas son las que contienen frases que abusan de expresiones como "a veces" (por ejemplo, a veces te sientes seguro de ti mismo, mientras que otras veces no). Esta frase se puede aplicar a casi todo el mundo, y cada persona la leerá interpretándola para sí mismo. Manteniendo descripciones tan vagas como esta, se asegura que la replicabilidad del experimento será muy alta.

En el 2011[cita requerida], el estudio fue replicado utilizando aseveraciones que se aplicaban a una organización y no a personas individuales. Los resultados fueron similares, sugiriendo que las personas antropomorfizan las organizaciones cuando interpretan sus características.

Estudios posteriores han demostrado que el Efecto Forer es bastante universal - se ha observado que ocurre en personas de muy variadas culturas y zonas geográficas. En el 2009 los psicólogos Paul Rogers y Janice Soule llevaron a cabo un estudio en el que compararon las tendencias de los occidentales a aceptar descripciones de personalidad al estilo Barnum en comparación con personas de China. No encontraron diferencias: todos mostraron el mismo efecto.[3]

A pesar de ello, otros estudios han demostrado que las altas puntuaciones están aseguradas si [cita requerida]:

Se ha visto que quienes tienen creencias en lo paranormal son más susceptibles al efecto Forer[cita requerida]. Por ejemplo, la mayor parte de las personas que creen en la precisión de los horóscopos tienen creencias en dios(es), poderes mágicos, apariciones espirituales y otras influencias. También se ha demostrado que existe relación entre altos grados en esquizotipia y la susceptibilidad al efecto Forer. A pesar de ello, en el estudio de Rogers y Soule (2009) en el que investigaron los factores que fortalecen el Efecto Forer, se vio que incluso personas escépticas son susceptibles a aceptar como personales las descripciones vagas, por lo que se considera que se trata de un sesgo cognitivo.

El sesgo de autoservicio consigue eliminar el efecto Forer. Este sesgo consiste en que las personas solo aceptan como propios los atributos positivos, y rechazan totalmente los negativos. Se dio una descripción tipo Barnum a un grupo de sujetos con este sesgo, descripción que contenía rasgos de personalidad deseables y también descripciones llenas de cosas negativas. Estos sujetos solo aceptaban las descripciones positivas. En otro estudio se les dio a estos sujetos una lista llena de rasgos falsos, y se les pidió que puntuaran cada rasgo según se ajusta a ellos mismos. Los sujetos con sesgo de auto-servicio aceptaron de nuevo, todos los rasgos positivos, y renegaron de los negativos[cita requerida].



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