El último turno es un relato corto de Stephen King, publicado por primera vez en el número de octubre de 1970 de la revista Cavalier, y más tarde recopilado en la colección El umbral de la noche de 1978. Fue adaptado en una película de 1990 del mismo nombre.
El último turno se encuentra en una pequeña ciudad en Maine, y la acción se desarrolla en gran parte en una fábrica textil.
Un joven vagabundo llamado Hall ha estado trabajando en una fábrica de textiles decrépita en un pequeño pueblo de Maine cuando el cruel capataz, Warwick, lo recluta a él y a otros para ayudarlo en un gran esfuerzo de limpieza. El sótano del antiguo molino ha sido abandonado por décadas, y con los años, una infestación monumental de ratas se ha afianzado.
Este imperio de ratas, separado del resto de la naturaleza, ha permitido a los animales evolucionar en una extraña y variada combinación de criaturas; completa con su propio ecosistema extraño y autosuficiente. Hay ratas grandes, acorazadas, albinas, como comadrejas, que pueden trepar por las paredes o enterrarse en el suelo; y ratas como murciélagos que han evolucionado a tamaños similares a un pterodáctilo. Los hombres finalmente se encuentran con un sub-sótano, encerrado desde el interior. Warwick luego recluta a Hall para que vaya a investigar el subsótano y para que pueda tomar a quien quiera. Hall elige a Warwick, quien, a pesar de intentar evitar que entren, se ve obligado a seguir adelante.
A medida que se abren camino a través de la sub-sótano, Hall y Warwick descubren que alberga algo más aterrador y horrible que cualquiera de ellos podría haber soñado una vaca de tamaño -calf reina rata sin ojos o piernas, cuyo único propósito es sin fin criar más ratas. Hall rocía a Warwick hacia la reina con una manguera que usaban para atacar a las ratas. Mientras la reina devora a Warwick, Hall se dirige hacia la salida mientras rocía las ratas. Sin embargo, es abrumado y comido vivo por las hordas de ratas mutadas. Mientras tanto, el otro equipo de trabajadores en la superficie se pregunta qué les ha sucedido y, sin saber qué clase de horror les espera, se preparan para descender al sótano.
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